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Las militantes sandinistas que ocuparon lugares destacados en las estructuras clandestinas del FSLN y en la insurrección popular que derrotó a la dictadura somocista, han señalado que la participación de las mujeres ha sido contada desde una óptica sexista que las presenta como “colaboradoras” de los revolucionarios, es decir los hombres.

38 años después del triunfo de la revolución sandinista, como un aporte a la memoria colectiva sobre las mujeres en la revolución, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos con Flor de María Monterrey y Sylvia Torres, dos mujeres que tuvieron una participación activa en la lucha contra la dictadura y en el proyecto revolucionario.

¿Qué nos dejó la revolución a las mujeres nicaragüenses?       

Flor de María cuenta que se involucró desde la secundaria en la agrupación Vanguardia Juvenil Cristiana y después en el Movimiento Cristiano Revolucionario. Posteriormente, en 1974 se integró al FSLN donde ejecutó diversas tareas políticas.

Flor de María Monterrey

Flor de María Monterrey

Sylvia también estuvo organizada en movimientos estudiantiles y cristianos antes de incorporase como militante del FSLN en 1973. Igualmente, ocupó distintos roles de organización política.

Las militantes del FSLN en tiempos de la revolución, sostienen que a las mujeres y hombres que se involucraron activamente en el proyecto revolucionario, les acompañó el sueño de una nación nueva, un país más justo.

Sylvia Torres

Sylvia Torres

Flor de María arguye que después del triunfo de la revolución sandinista, había una “efervescencia de cosas que estaban negadas por el somocismo” y a percepción de Sylvia, se desencadenó un protagonismo de la gente que la burguesía marginaba “toda la gente que había sido silenciada tuvo una voz”, siendo una prioridad las consultas en cabildos, jornadas de alfabetización y el derecho del acceso a la justicia y los recursos.

Nuestras invitadas afirman que actualmente prevalece un esquema de dominación familiar. Para Flor de María persiste un “secuestro de la memoria”, un esquema que pretende usar la memoria con gran sentido de manipulación y para ella, si algo queda inconcluso fue la verdadera liberación.

“No nos desvinculamos nunca”, reconoce Flor de María como una de las experiencias más hermosas que atesora de la lucha contra la dictadura. Sylvia insta a reconocer la historia de la gente olvidada desde los relatos dominantes de la revolución.

Les invitamos a escuchar y descargar esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas y auscultar más en el papel de las mujeres en la revolución nicaragüense, sus motivaciones, qué fue lo más difícil que tuvieron que enfrentar y qué balance hacen de los claroscuros de la participación de las mujeres y la así llamada “restitución de derechos”.

LA REVOLUCIÓN ES UNA OBRA DE LAS MUJERES 

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas platicamos con Gloria Carrión quien junto a Lea Guido fundaron la Asociación de Mujeres ante la Problemática Nacional conocida por sus siglas como AMPRONAC. Asimismo, Gloria participó en sus inicios, de la Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza, AMNLAE.

Dedicamos este programa a hablar de la participación de las mujeres en la lucha contra la dictadura somocista y la construcción de la revolución desde una nueva narrativa que conjuga justicia social y emancipación de las mujeres.

“Todo era activismo puro”

Gloria Carrión relata que AMPRONAC fue una iniciativa de una de las tendencias del FSLN planteada a dos mujeres militantes, preocupadas por la desaparición de campesinos y la situación de presos políticos, creándose así en este espacio un comité de madres de reos políticos, que fue tomado con entusiasmo, en un primer momento, por parte de las mujeres de la denominada “pequeña burguesía”, comenta Gloria.

Nuestra invitada reconoce a AMPRONAC como un “único y verdadero movimiento autónomo que existió en el tiempo del derrocamiento de la dictadura somocista, era un movimiento amplio en defensa de los derechos civiles y políticos”. Se logró llegar a los barrios y a otros departamentos además de Managua; se involucraron mujeres de la pequeña burguesía, mujeres urbanas, del campo, intelectuales y profesionales “llegó a reunir a mujeres de distintas tendencias (…) y a generar una movilización masiva de mujeres” dijo Gloria.

Gloria

Gloria Carrion

Gloria enfatiza que desde AMPRONAC se realizó una lucha feminista, aunque en ese tiempo no lo nombraban de tal forma. Reconoce que la participación de las mujeres en los procesos políticos “causaba una revolución interna” que fue creando cambios en el hogar, relaciones de pareja, contribuyó al empoderamiento en “un camino trastocado por la preponderancia de un poder político”, resalta Carrión.

Los resultados fueron más amplios de los esperados según nos narró Gloria, quien destacó la difusión de la campaña “Derecho que no se defiende es derecho que se pierde” con publicaciones periódicas en La Prensa.

Luego del triunfo de la revolución

Carrión narró que con el triunfo del FSLN este partido pasa a tener poder superior sobre todo. En este momento las lideresas de AMPRONAC son movilizadas a distintos departamentos con otras tareas políticas.

AMPRONAC pasa a llamarse AMNLAE por órdenes del partido. El mandato decía “no puede haber organización de las mujeres porque eso divide a la clase obrera”.

Gloria, que ya en este momento formaba parte de AMNLAE, es destituida luego que una investigación de la que nunca fue avisada, que determinó que violentaba las órdenes del FSLN por apostarle a la celebración de una Asamblea de Mujeres donde se diera seguimiento a las preocupaciones identificadas mientras participaban en AMPRONAC.

Antes de terminar esta edición, le solicitamos a nuestra invitada que, en aras de recuperar la genealogía de las mujeres que participaron y fueron parte de la Revolución, mencionara a aquellas que se involucraron activamente en este proyecto revolucionario, y así mencionó a: Leonor Argüello, Tere Cardenal, Carmen Brenes, Lila Portas, Nora Astorga.

SOY Y SERÉ MILITANTE DE LA CAUSA FEMINISTA 

La lucha contra la dictadura somocista y su derrocamiento en 1979, así como las luchas revolucionarias de los 80, contó con la amplia participación de mujeres nicaragüenses, que trastocando mandatos conservadores, ocuparon lugares de vital importancia en todos los ámbitos de la transformación social desarrollada en ese contexto de revolución.

Esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas forma parte del especial de julio, como un esfuerzo del Programa Feminista La Corriente para aportar a la construcción de la memoria histórica de la participación de las mujeres en el proyecto revolucionario.

En cabina nos acompañó Olga María Espinoza, fundadora de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) en 1978 y de la primera Secretaría de la mujer quien compartió recuerdos imborrables sobre su experiencia en esta etapa histórica.

ATC: Un semillero de mujeres muy importante

Olga María Espinoza cuenta que en 1978 se realizó el primer congreso campesino bajo la clandestinidad en Diriamba, donde se concentraron obreras y obreros agrícolas para hablar sobre sus necesidades y demandas.

Ella afirma que la ATC fungió como “un semillero de mujeres muy importante”. Desde este espacio las mujeres asumieron muchos trabajos sociales y políticos con énfasis en el fortalecimiento de la organización sindical en haciendas cafetaleras.

Las obreras eran acusadas de no cumplir las normas del trabajo agrícola para mejorar la economía, en ese sentido las compañeras feministas aportaron desde la investigación, haciendo visible la doble o triple jornada de las obreras agrícolas, así surgen las secretarías de la mujer y se empieza a cuestionar los roles de la desigualdad de género.

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Olga María Espinoza

Se logró institucionalizar una asamblea nacional anual de mujeres en la que denunciaron otros problemas que les afectaban directamente, sobre todo lo que tenía que ver con el abuso y acoso sexual y el chantaje; agresiones que eran ejercidas por los mismos dirigentes de sindicatos y otros hombres con puestos de menor jerarquía.

También demandaban que bajaran las cargas laborales a las mujeres, igualdad en los salarios, políticas más específicas para las mujeres, tener derecho a espacios organizativos propios de las mujeres así como la autonomía del partido.

Olga María cuenta que estas demandas empezaron a incomodar al FSLN al punto que en una asamblea nacional de la ATC los dirigentes se levantaron y dijeron “no hay más debate, se hará solo lo que diga el frente sandinista”. Esto les indignó y comenzaron a trabajar desde lo interno al margen de las secretarías. De este momento histórico, Olga María recuerda una consigna que utilizaban: “paz en la calle, en la cama y en la casa, en el país”.

“Tuvimos una participación desmedida en el proyecto de la revolución”

“Las mujeres tuvimos una participación desmedida en el proyecto de la revolución” reflexiona Olga María y comenta que la participación de las mujeres fue desde los frentes guerrilleros hasta la lucha política en lo urbano y lo rural donde a las mujeres se les encomendaban grandes tareas que en muchas ocasiones solo ellas las podían hacer por la facilidad de disfrazarse frente al riesgo de ser descubiertas en esa clandestinidad.

Olga María narra que aprendió mucho “reconocí una identidad diferente a la socialmente impuesta, se venía cayendo lo que se decía de las mujeres, que éramos el sexo débil, yo estaba en la semiclandestinidad, reconocí la valentía y la rebeldía, desafiamos todos los peligros, teníamos una motivación de rebeldía, dejarlo todo por la lucha, visualizábamos una vida mejor”.

Rupturas

Nuestra invitada recuenta que con la derrota del FSLN se marca una ruptura con este partido desde las mujeres y aquellas que sobre todo, se venían reconociendo como feministas y así van surgiendo nuevas formas de organización y participación política.

Recalca que desde lo jurídico hay muchos pendientes con las mujeres y reconoce que participar en el proyecto revolucionario aportó a la organización y participación de las mujeres obreras agrícolas y a las mujeres en su diversidad, les aportó a la construcción de un movimiento “perdí miedo al feminismo, el feminismo me botó las vendas”, añade.

Olga María rindió homenaje a mujeres que también participaron en el proyecto revolucionario, mencionó nombres como: Cristina Rodríguez, Esmeralda Mendoza, Ismelda, María Castillo, Santos Buitrago, María Castillo, Flor Monterey, María Teresa Blandón. Algunas de ellas ya han fallecido y otras siguen aportando a la emancipación de las mujeres desde distintos espacios.