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Hoy primero de marzo, se celebra en Nicaragua el día nacional del periodismo. Esta celebración data desde 1964 en conmemoración a la fundación- en 1884- del “Diario de Nicaragua”, por Rigoberto Cabezas Figueroa.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas además de celebrar a mujeres y hombres comprometidos con la libertad de prensa, queremos compartir con nuestra audiencia el aporte de las mujeres periodistas que trabajan en ambientes cuando menos reacios a temas que colocan el dedo en la llaga del sexismo encarnado en la mayoría de medios de comunicación.

Para compartir estas reflexiones críticas sobre la comunicación sexista, conversamos con Daliana Ocaña, una periodista que ha asumido el reto de hacer comunicación no contaminada con estereotipos y prejuicios que colocan particularmente a las mujeres en un lugar subalterno.

Estudiar periodismo fue para Daliana la posibilidad de combinar su gusto por escribir y su pasión por la literatura y conectarse con las personas, lo que la hizo ver al periodismo como una carrera humanista. Comienzas en el periodismo con la utopía de querer cambiar las cosas y “presentar la cara de lo que no se ve, no se muestra y hacer las preguntas incómodas”.

Trabajar el tema de derechos humanos, le ha permitido tener cercanía con organizaciones de derechos humanos, de mujeres y de la defensa de los derechos de la niñez, lo cual para ella es importante ya que es parte de su responsabilidad social.

Daliana Ocaña/perfil Facebook

Como periodista la discriminación la ha experimentado por ser mujer y por edad, particularmente cuando ha tenido que cubrir noticias de política.

La universidad, cuenta Daliana, no la preparó para enfrentar el sexismo que ha vivido: “Lo que aprendes, lo haces en la calle o por tu propia cuenta. No te preparan para enfrentar el sexismo en los medios en los que vas a trabajar”.

El sexismo en televisión es mucho más marcado porque lo estereotipos de género marcan la línea de los canales, menciona Daliana. Se valora la imagen por encima de la calidad intelectual y profesional.

Crear agenda para los periodistas actualmente “está complicadísimo”, comenta Daliana, ya que hay un “monopolio de los medios”. Hay que tener una relación estrecha con las fuentes para poder contar con información interesante y fidedigna.

Aún con este panorama, Daliana considera que sí hay avances, por ejemplo ahora los medios están anuentes a tocar temas que antes no se hablaban, como los femicidios, acoso callejero; y hay mayor acceso a la información para las mujeres y ahora hay un mayor número de periodistas mujeres que en el pasado siglo veinte.

Les invitamos a escuchar este programa.

Es innegable la presencia creciente del activismo feminista en las redes sociales, que entre otras cosas, ha permitido difundir ideas e iniciativas de diversa índole, no solo para denunciar las múltiples expresiones de la discriminación que enfrentan las mujeres en todo el mundo, sino para compartir experiencias creativas que llevan a cabo las mujeres para mejorar sus vidas y transformar sus entornos.

Igual que ocurre en otros ámbitos de la realidad social, el machismo también se ha expandido en las redes virtuales. El así llamado ciberacoso, forma parte de una estrategia deliberada de descalificación, hostigamiento y amenazas en contra de aquellas mujeres que expresan su rechazo hacia prácticas discriminatorias y violentas que se comenten en contra de las mujeres y otros cuerpos feminizados.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas hablamos sobre las redes sociales como un territorio simbólico en donde se expresan los conflictos que permean al conjunto de la sociedad. Conversamos en cabina con Solange Saballos periodista cultural y bloguera, y con Ariana McGuire, comunicadora social, responsable del área de producción y programación de Radio Universidad.

La presencia de las mujeres en las redes sociales y otros medios digitales

El hecho que las mujeres se nombren feministas y defiendan sus derechos forma parte de los aspectos más controversiales de su presencia en las redes y medios digitales, desde la mirada de Ariana. Ella opina que las mujeres pobres tienden a ser expuestas a la burla cuando hacen un reclamo público, se banalizan sus demandas.

A percepción de Solange, cuando las mujeres dicen no, es otro aspecto que molesta en las redes virtuales “cuando decimos no públicamente, se nos culpa, ridiculiza, denigrando la imagen de las personas”, dijo, partiendo de su propia experiencia al enfrentarse al ciberacoso fomentado por medios de comunicación nacionales y páginas de memes, viéndose afectada en el ámbito emocional, profesional y laboral.

En el transcurso de la plática sin-vergüenzas Ariana y Solange comparten perspectivas sobre el ciberacoso y el ciberbulliyng, y de igual manera, sugieren alternativas para poder defendernos de estas formas de violencia machista.

Les invitamos a escuchar y descargar la edición completa y de esta forma conocer más sobre qué oportunidades nos ofrecen las redes sociales y otros medios digitales para plantarle cara al sexismo y la misoginia.

OTRO PERIODISMO ES POSIBLE

Los medios de comunicación funcionan como agentes de socialización en nuestra sociedad y es porque en ellos recaen corresponsabilidades en cuanto a informar y educar mujeres y hombres. A pesar de ello, los medios de comunicación reproducen lo que Rita Laura Segato nombra como “pedagogía de la crueldad”, que consiste en presentar la violencia como un espectáculo y ello contribuye a anular la empatía de las audiencias con las víctimas.

A propósito de la conmemoración del Día Nacional de la y el Periodista, el pasado primero de marzo, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas queremos colocar una crítica hacia el sexismo que impera en los medios de comunicación y también en los abordajes inapropiados en lo que concierne a la violencia contra las mujeres.

En cabina conversamos con Duyerling Ríos y Amalia Morales, dos compañeras que han dedicado su quehacer periodístico para contrarrestar discursos sexistas y machistas, y que han llevado a los medios diversas historias de personas que buscan compartir la verdad de que lo acontece en su día a día.

“Hay sexismo en los medios de comunicación”

Desde la opinión de Duyerling es fundamental entender que el sexismo se expresa de diversas maneras y “por supuesto que hay sexismo también en los medios”, expresa enfáticamente. Ella se reconoce como una aliada de los mujeres en esos espacios y sostiene que desde las empresas de comunicación se reproducen normas que marcan “el deber ser” de hombres y mujeres, es decir, se fomentan modelos de masculinidad y feminidad desde una mirada sexista.

Concerniente al machismo que los medios de comunicación fomentan, Duyerling explica que en el gremio periodístico hace falta sensibilización ante la realidad social, y que es necesario deconstruir experiencias y prácticas aprendidas porque este imaginario se arrastra en el abordaje noticioso.

Para Amalia los medios de comunicación están “plagados de estereotipos” y añade que “tenemos una comunicación en general que discrimina por ser mujer, gay, gordo, indígena, una comunicación estereotipada, impone un modelo, una forma de ser”.

Ella sostiene que las mujeres periodistas en los medios tienen que demostrar más agallas que los hombres, y que además, las empresas de comunicación ponen en evidencia una realidad social, es decir, reproducen formas de discriminación constantes en el día a día.

Ambas invitadas destacan que influye, en estos abordajes y prácticas sexistas, el hecho que la mayoría de medios de comunicación son hombres los propietarios.

“Hacer un periodismo distinto”

“Hay situaciones que las pasamos en carne propia como mujeres”, manifiesta Duyerling, y esto genera más empatía en el abordaje de temas como violencia y homofobia. Destaca así, la importancia de un periodismo comprometido y sensible ante las realidades sociales.

Amalia piensa que hacen falta más debates en torno al sexismo en los medios para cuestionar la mirada masculina y patriarcal. Propone crear nuevos espacios si en un medio de comunicación limitan el surgimiento de nuevos enfoques.

Duyerling apuesta a nuevas narrativas, nuevos espacios virtuales y de reflexión. También insta a leer, indagar sobre otros abordajes para precisamente lograr “hacer un periodismo distinto”.