Matagalpa amaneció con-movida. Desde tempranas horas de la mañana del viernes siete de febrero, decenas de mujeres empezamos a llegar desde diversos rincones del país. Todas transgresoras, todas dispuestas a juntarnos en el encuentro nacional que llevó por lema: Rebeldes y transgresoras: hacia la libertad y la emancipación.
El lugar que recibió al mujeral fue el Centro Cultural Guanuca del Grupo Venancia, histórico colectivo feminista que nos dio una entrañable acogida, facilitando las condiciones necesarias para crear un ambiente cómodo y así compartir sabias reflexiones sobre los derechos de las mujeres en la Nicaragua de hoy.
Durante tres días compartimos nuestras visiones sobre el contexto actual en el ámbito socio-cultural, jurídico, político y económico, identificando obstáculos, retrocesos y posibles estrategias que podemos desarrollar a futuro para sostener y profundizar las reivindicaciones feministas.
Contexto marcado por retrocesos
El primer acercamiento a la realidad nos llevó a la conclusión de que estamos en un escenario marcado por múltiples obstáculos e incluso retrocesos en materia de reducción de la pobreza, de respeto a los derechos sexuales y reproductivos, de libertad de expresión y participación de las mujeres para la defensa de sus derechos.
La penalización del aborto terapéutico, la aprobación y posterior reforma a la ley integral contra la violencia hacia las mujeres, que permite la mediación de ciertos delitos, la reciente aprobación de las reformas a la Constitución Política, la aprobación en ciernes de un Código de familia que reduce la obligación del Estado en la protección de los derechos de las familias y excluye a lesbianas, homosexuales y trans, la reforma a la ley de seguridad social, el peso que la tributación tiene sobre los sectores mas empobrecidos de la sociedad incluyendo a las mujeres, fueron algunos de los problemas analizados durante el encuentro.
La fusión Estado-partido y la consecuente subordinación de los poderes públicos a los intereses del FSLN, así como la aplicación de un modelo clientelista que confunde deliberadamente derechos con favores, para sostener lealtades personalizadas, representa en opinión de las participantes, un serio peligro para la democracia, la justicia y la paz.
La alianza entre el gobierno y la cúpula empresarial como actores únicos en la definición de políticas socio-económicas y el control monopólico de la mayoría de medios de comunicación, son también un obstáculo para reducir la pobreza y fomentar una verdadera participación ciudadana, tal y como lo expresaron las participantes a través de las relatorías del primer día del encuentro.
En materia de participación, las asistentes al encuentro coinciden en afirmar que en la actualidad estamos frente a un Estado-partido que ha impuesto un modelo de participación que excluye a todas aquellas organizaciones y movimientos que sostienen una postura crítica frente a ciertas decisiones que adoptan las instituciones publicas y que afectan en algún sentido los derechos de la ciudadanía.
La maternidad voluntaria, el derecho a la vida de las mujeres que enfrentan embarazos de alto riesgo, las libertades sexuales, y el derecho a una vida libre de violencia son negados gracias a la alianza entre el gobierno y grupos fundamentalistas que nutren al patriarcado desde las altas esferas del gobierno, hasta los gabinetes de familia en las comunidades y barrios del país.
Con la certeza de que en este contexto necesitamos recrear estrategias que nos permitan hacer frente a los abusos de poder de este gobierno y del Estado en su conjunto, nos fuimos a celebrar nuestro primer día de encuentro. Las estrellas de la noche fueron las compañeras del Grupo de Teatro 8 de Marzo, en un espectáculo de teatro cabaret que nos sacó lágrimas de risa.
Un movimiento potente, activo, plural…
En el segundo día, amanecimos con las pilas puestas y dispuestas a seguir dándole rienda suelta a la reflexión colectiva y a sacar las “ideas que nos queman el alma”, como dice una de nuestras maestras feministas.
Horas y horas dedicadas a platicar sobre los recorridos del movimiento feminista nicaragüense, sus luchas, aciertos, obstáculos, momentos difíciles, avances; mientras otras mesas de trabajo hablaron sobre la reconfiguración de espacios de participación ciudadana; y entre plática y plática nos llegó la hora de poner en común los saberes acumulados.
El recorrido nos hizo darnos cuenta que este movimiento feminista es potente, que desde su surgimiento hace más de 30 años, no ha claudicado ante las más adversas situaciones. Un movimiento que se construyó con los esfuerzos de miles de mujeres valientes que se enfrentaron al patriarcado en tiempos de guerra y que desafiaron al poder en todos los espacios, hasta el límite de la ruptura con la vanguardia del proyecto revolucionario que en otro momento prometía ser un aliado del feminismo.
Repasar el camino recorrido con sus aciertos y errores, nos hace reconocer que este movimiento no es homogéneo, sino una confluencia de diversas realidades, apuestas y trayectorias que han sido fundamentales para construir el feminismo nicaragüense tal y como se configura en la actualidad. Somos muchas, haciendo muchas cosas en muchos lugares, y desde esta pluralidad reconocemos los feminismos que día a día construyen las mujeres rurales, urbanas, indígenas, afrodescendientes, lesbianas, trabajadoras sexuales…
Debates necesarios
Tantas mujeres juntas analizando la realidad del país, la forma en que se han reconfigurado los espacios de participación ciudadana, las nuevas formas que reviste el poder patriarcal y los escenarios en los cuales sorteamos nuestro trabajo cotidiano, tenía que dar como resultado un espacio de debate sobre temas cruciales para el feminismo en Nicaragua.
Las inquietudes esbozadas en las relatorías y debatidas en los plenarios, expresaron la diversidad de posiciones políticas, desde la que planteaban la necesidad de contar con un un discurso común frente al Estado; hasta la preocupación de algunas feministas frente a lo que ellas llaman la despolitización del movimiento.
Otro aspecto relevante durante el segundo día de debate, fue la importancia de hablar sobre los fundamentalismos religiosos como obstáculo para la construcción de valores laicos que permitan debatir de forma responsable sobre temas de vital importancia tales como la familia, la maternidad voluntaria, el aborto, las libertades sexuales, entre otros.
El desafío de construir alianzas democráticas que potencien las propuestas emancipatorias, surgieron inquietudes sobre los vínculos del feminismo con otros movimientos sociales con quienes compartimos una apuesta por la justicia social y la no discriminación. Hace falta continuar reflexionando sobre las lecciones aprendidas de alianzas creadas en el pasado, por ciertas expresiones feministas con los partidos políticos.
Quedaron muchos aspectos pendientes de reflexionar y/o profundizar, sin embargo fueron compartidas diversas inquietudes éticas y políticas, que valdrá la pena retomar en otros momentos de reflexión.
La alegría de ser feministas…
La tarde y la noche de nuestro segundo día de encuentro nos llegó llena de algarabía, creatividad y entusiasmo. Ataviadas con toda clase de lemas, mantas pancartas, pinturas, colores, telas, matracas, pitos, tambores…salimos a tomarnos las calles de Matagalpa.
Desde el Centro Cultural Guanuca hasta la catedral de la ciudad, hicimos una caminata llena de alegría a la que llamamos Carnaval Político, una celebración gozosa de nuestras rebeldías y transgresiones, una demostración de nuestro caminar hacia la libertad de todas las mujeres.
En el recorrido, hombres y mujeres en las afueras de sus casas observaban la marcha a veces con curiosidad, otras con caras de afirmación y alegría; y mientras tanto algunas escuchaban comentarios de todo tipo, desde la señora que dijo libertad para las mujeres sí, pero no libertinaje; hasta el señor que se acercó a solicitar ayuda porque su hija fue violada.
El carnaval fue una expresión de lo que es nuestro movimiento, diverso, alegre, creativo, transgresor y lleno de las energías vitales de nuestras maestras, de las jóvenes, de las que se dejan atrapar por estas ideas, de las que están en el campo, en la ciudad, de las que están en colectivos, de las que quien hacer activismo a su manera, de todas las que creemos que el feminismo es el camino hacia la libertad y la igualdad.
Estrategias de todos los colores
El tercer día hablamos de las estrategias deseables y posibles para profundizar nuestras luchas y enfrentar los obstáculos que nos presenta este contexto. La diversidad de propuestas nos reveló que no aspiramos a estrategias homogéneas, sino a desarrollar aquellas apuestas que más se adapten a las realidades y prioridades de cada organización y colectivo en sus respectivos ámbitos de intervención.
Para todas es crucial la necesidad de que el movimiento mantenga, defienda y promueva una agenda propia con visión de corto, mediano y largo plazo, así como la promoción de múltiples vocerías que den cuenta de la diversidad.
El aprovechamiento de las tecnologías de la comunicación (TIC) fue uno de los planteamientos que tuvo más eco, por considerarse una plataforma que ofrece nuevas posibilidades para movilizar demandas y dinamizar los debates feministas a escala internacional.
Tomarnos las calles, reconocer y trabajar por la alegría y el placer como derechos, aprovechar los medios de comunicación, desarrollar alianzas entre nosotras, hacer del feminismo una propuesta atractiva para más mujeres….y muchas más ideas surgieron al cierre de nuestro encuentro.
Podemos decir que nos fuimos con buen sabor de boca, que el Encuentro Nacional Feminista fue un espacio para reencontrarnos, escucharnos, reír juntas, debatir, reconocer la historia colectiva, identificar los nuevos desafíos, aprender de las experiencias pasadas, de las apuestas, de los caminos que hemos recorrido.
Las reflexiones compartidas nos quedan resonando y nos invitan a seguir inventando, creando y aprovechando nuevas formas y estrategias de lucha contra el patriarcado. Nos reconocemos mujeres diversas, nos vemos en un movimiento plural y potente, nos seguimos haciendo preguntas que nos retan en el día a día…
Gracias a todas las mujeres que nos juntamos estos días, gracias a las que nos antecedieron, a las que nos acompañan, a las que nos han inspirado y nos inspiran. Infinitas gracias a las compañeras que pusieron todo su empeño en la organización del Encuentro. Nos regresamos con nuevas energías para continuar haciendo la historia de los feminismos nicaragüenses.