MUJERES Y DESASTRES
Luego de una semana de vacaciones bajo alerta roja nacional extrema decretada por el gobierno de Nicaragua ante los constantes movimientos sísmicos en la zona pacífico de Nicaragua, cuerpos sin-vergüenzas se dispuso a platicar sobre el papel que juegan las mujeres frente a los fenómenos naturales.
En los medios de comunicación es común la imagen del sufrimiento de las mujeres, niños y niñas durante situaciones de fenómenos naturales, sin embargo, algo que se invisibiliza es que las mujeres forman una parte vital de los esfuerzos de mitigación y respuesta a los desastres, actuando dentro de sus papeles tradicionales o trascendiéndolos.
En cuerpos sin-vergüenzas conversamos con Juanita Urbina del municipio de Nagarote, para compartir sobre la experiencia de mujeres tras el terremoto ocurrido el diez de abril de magnitud 6.5, que afectó mayormente a Nagarote, Mateare y Managua.
También dialogamos con la psicóloga Martha Cabrera, con amplia experiencia en trabajo psicosocial con grupos sobrevivientes a fenómenos naturales y otros tipos de afectaciones.
La experiencia de mujeres tras terremoto en Nagarote
Juana Urbina relata la tensión que se vivió el 10 de abril en el municipio de Nagarote. Todas las familias en las calles, oscuridad total por la interrupción del fluido eléctrico y alarma de que pudiera haber otro movimiento sísmico de gran intensidad.
Juana expresa que muchos hogares cayeron con el terremoto, y otros sufrieron graves afectaciones. Ella cuestiona la distribución de la ayuda que están recibiendo las familias afectadas, pues lo político partidario está influyendo en la entrega de tal ayuda generando gran indignación.
“Muchas familias que fueron afectadas no están recibiendo ningún tipo de ayuda de parte del gobierno y otras que sus hogares no sufrieron daño alguno fueron beneficiadas”, comenta Juanita.
No es ayuda, es su obligación
Las mujeres han tenido un rol protagónico en lo que refiere a demandar al gobierno local apoyo para reconstruir sus hogares o reparar los daños ocasionados, exigiendo que la ayuda no tenga bandera política porque la comunidad en general resultó afectada.
Urbina es enfática al decir que no se trata de una ayuda lo que están recibiendo de parte del gobierno local, es una obligación que tienen como servidores públicos, por tanto debe ser distribuida equitativamente entre las familias que sufrieron afectaciones en sus hogares.
Los fenómenos naturales nos sacan de la normalidad
La psicóloga Martha Cabrera comparte que un fenómeno natural provoca incertidumbre en las familias porque altera lo cotidiano y pone a las personas frente a una situación de peligro. La psicóloga explicó que no hay desastres naturales, sino, fenómenos naturales, pero que cuando se le suman condiciones de vulnerabilidad y pobreza, es cuando se convierten en desastres.
“Por el doble rol que las mujeres han asumido, se ponen al servicio de la ayuda (…) no solo tienen que preocuparse por sus hijos/as, por la casa que se va a derrumbar, sino que asumen otras responsabilidades (…) se ponen al servicio de la comunidad olvidándose de sí mismas, y eso las agota” comenta Martha de cara a la vulnerabilidad de las mujeres frente a fenómenos naturales.
Asismismo resalta que las mujeres se involucran activamente, son líderes comunitarias y se mezclan más en las acciones de emergencia frente a fenómenos naturales, “las mujeres se agotan, y eso tiene consecuencias”, comparte Martha.
En Nicaragua las personas tienen muchos duelos sin resolver
Las situaciones generadas por los fenómenos naturales agravan los duelos que las personas tienen sin resolver, expresa la psicóloga Martha Cabrera. La tensión que generan los temblores remueve otras emociones que aún no han sido procesadas.
“El fenómeno natural impacta a la persona y genera una serie de emociones, puede generar mucho miedo, a la muerte, a perder a seres queridos, esas emociones que se mueven durante el fenómeno natural hay que darles un tiempo para digerirlas, procesarlas, hablarlas, porque si no esto tiene consecuencias de mediano y largo plazo, y esto hay que hacerlo grupalmente porque es un asunto colectivo”, refiere Martha.
Es necesario fortalecer las redes
Para Martha Cabrera es importante fortalecer lo organizativo, formar redes, saber con quienes se puede contar ante un fenómeno natural, con quienes hablar.
Muchas mujeres en Nicaragua son lideresas comunitarias muy activas, conocen la comunidad, tienen mucho que aportar para superar las problemáticas que se generen tras fenómenos naturales. Ese recurso que las mujeres tienen es muy valioso, resalta la psicóloga Martha Cabrera.
En este sentido, Juanita comparte que en la experiencia de Nagarote, las mujeres se han organizado, están exigiendo su derecho a los bienes materiales y considera que este puede ser el inicio de alianzas entre mujeres que trascienda la experiencia concreta del terremoto.