Lesbianas abriendo clósets
El 13 de octubre se conmemoró el día de la rebeldía lésbica. Esta celebración nació para dar un sentido histórico al día en que y fue declarado en el Séptimo Encuentro Lésbico Feminista en América Latina.
Este encuentro marcó un hito ya que reunió a lesbianas de distintos países y se pudo notar la diversidad de prácticas políticas que se realizaban en contra de la imposición de la heterosexualidad.
Para conocer un poco más de la importancia de festejar la rebeldía lésbica tuvimos una plática Sin-Vergüenzas con dos mujeres lesbianas, ellas son Helen Alfaro del Colectivo Casa de los Colores de León y Silvia Zúniga del Espacio de Mujeres La Llave.
Ser lesbiana es sinónimo de rebeldía
Reconocer el legado de otras mujeres feministas y lesbofeministas, sus luchas y todos sus esfuerzos por reivindicar los derechos de las mujeres lesbianas resulta importante para poder hablar y festejar la rebeldía lésbica.
Helen Alfaro comenta que “hay que reconocer la trayectoria de mujeres organizadas desde la historia, mujeres lesbianas feministas y lesbianas no feministas que pensaron conmemorar esta fecha precisamente por unirse y desobedecer ese orden establecido que hay o que ha habido a lo largo de la historia”.
Y tratándose de rebeldía, Helen mencionó que de ese camino trazado por otras mujeres feministas y lesbofeministas debe visibilizarse también “como se irrumpe la cotidianidad de la heterosexualidad obligatoria” puesto que ahora es mucho más posible hablar de la privación, de la libertad sexual y política, del racismo, de la injusticia económica, de la discriminación y la violencia sistemática contra las lesbianas.
Silvia Zúniga expresó que la rebeldía lésbica implica una unión entre las mujeres lesbianas para “salir de donde estemos, visibilizar el hecho de que estamos aquí, que estamos saliendo poco a poco, no todas las chicas se atreven a salir a las calles y ese día lo veo como una celebración, como un aquí estamos y vamos para adelante.
Hay que celebrar la rebeldía lésbica
El día de la rebeldía lésbica ayuda a visibilizar a las lesbianas, a ponerles nombre, a hablar abiertamente de ellas y con ellas, a la existencia lesbiana en sus historias, en sus pensamientos, en sus teorías, en su accionar político y en el placer de serlo.
En palabras de Helen, el 13 de octubre “es una fecha donde reivindicamos el reconocimiento de derechos que no tenemos las lesbianas en el país actualmente, además de pertenecer a la comunidad LGBT es bien importante que solo la identidad lésbica tenga esa fecha para visibilizarnos, demandar esos derechos que no se nos reconocen”.
Silvia igualmente nos contó lo que desde parecer hace transcendental el día de la rebeldía lésbica “es importante que nos hagamos presente, que hablemos de nuestras necesidades específicas como mujeres en primer lugar y como lesbianas, que parta desde una celebración, una demanda, hasta que todas podamos andar libres en las calles, sin ser discriminadas, ser reconocidas como familia y en pasarla bien”.
No es fácil ser lesbiana en Nicaragua
A pesar de que los discursos políticos nos dicen que vivimos tiempos modernos y bajo un modelo democrático, podemos constatar la falsedad de tales discursos, puesto que la realidad dista mucho de lo que se dice. Todavía prevalecen fundamentalismos religiosos que inducen a etiquetar a las personas en buenas y malas, satanizando todo comportamiento que desde la mirada de la moral cristiana, atenta contra las buenas costumbres.
De esto también nos hablan Helen y Silvia, quienes desde sus vivencias particulares han conocido lo que significa asumirse públicamente lesbianas en una sociedad conservadora y doble moral como la nicaragüense.
Helen cuenta que “culturalmente somos víctimas de ese sistema patriarcal con el que nos crían desde pequeñitas, es difícil poderlo hablar con la familia, ser lesbiana en un país como Nicaragua, en una región como Centro América, es difícil, ¿cómo tu mamá puede aceptar, tolerar en tu familia que vos tengás una orientación sexual distinta a la que te han enseñado la misma sociedad?, es bastante difícil el poder desarrollarte, el poder tener las mismas oportunidades que cualquier persona heterosexual tiene”.
Silvia al contar lo que para ella significa ser lesbiana en Nicaragua mencionó que “en esta sociedad tenemos como nuestro ladito, el lado de las mujeres, y ya si te salís de ese lado estás mal. El hecho de echarte encima todos los roles de la mujer y luego decir, no quiero esto, sino que quiero realizarme de esta manera, desmoralizás completamente a tu familia por esa manera en que los criaron a ellos”.
Organizarse fomenta el reconocimiento y empoderamiento
Actualmente existen diversos colectivos lésbicos y esa organización ha aportado al desarrollo integral de lesbianas. Así lo afirma Silvia, quien explicó que “en lo personal me ha servido partiendo del otro reconocimiento, es decir, a pesar que sabía que me gustaba otra chica no me asumía como lesbiana, o decía no, todavía no tenía ese impulso para decir soy lesbiana y ¿qué pasó? Me inventaba mil formas de explicar el hecho que no tuviese novio”.
Ella también reconoce que “los procesos de formación que empecé con la IDSDH me ayudaron para eso, para hablar un poquito de sexualidades, de identidades de género, que no te enseñan en los colegios, sino partís investigándolo por tu cuenta, no te enterás de nada y pienso que eso es una falla que tenemos en nuestra educación”.
Por su parte Helen opina que “los procesos de formación te cambian la vida, yo siento que el empoderamiento que ahora tengo obviamente es distinto a como estaba a mis trece años que ya sabía que era lesbiana pero que nadie me hablaba del tema, ahora tengo 29 y soy educadora de estos temas”.
Silvia agrega que “si no fuera por los movimientos, creo que no tendría esas agallas para luchar todos los días y para invitar a otras chicas que están pasando por lo mismo y que no saben qué hacer, que se sienten diferentes, raras y hasta enfermas, entonces yo siento que ha sido vital esto de andar en los movimientos de andar en los colectivos”.
Aportes del feminismo a la rebeldía lésbica
Helen y Silvia atribuyen al feminismo haber trazado un camino para el surgimiento de grupos organizados de diversidad sexual. “Sin la lucha que ellas (las feministas) han venido teniendo en diferentes aspectos para defender los derechos de la mujer, hoy los grupos LGBT no podríamos andar haciendo demandas, ellas son como la punta de lanza para todas las luchas en Nicaragua y nos aportan a gran manera a nuestras luchas”.
Helen por su lado, nos habla de cómo el feminismo ha cambiado su vida. “Yo siempre digo que el feminismo me ha cambiado la vida, pero no solo como mujer, obviamente como una mujer que tienen prácticas lésbicas, que tiene una vida que estoy asumiéndome como lesbiana (…) el feminismo ha aportado al empoderamiento, de cómo las luchas se deben de seguir, la importancia del derecho a decidir, eso es el feminismo quien te lo inculca, quien más habla de esto”.
Ideas para las familias de lesbianas
Silvia recomienda “que no pierdan tiempo para privarles o negarles el amor, es un tiempo que se pierde en la batalla que se ejerce entre los padres queriendo que cambien de opinión (…) es mejor que se vuelvan a encontrar y aprovechen esa relación hermosa entre padres e hijos”.
Helen comparte que ella comprende el rechazo de una mamá pero también exhorta a una comunicación asertiva para transformar ese rechazo en respeto: “entiendo que mi mamá no me entienda y digo esto porque tengo que ser consciente de que a mi mamá la crio mi abuela, otra educación, otra formación cultural a la que estamos teniendo nosotras ahora (…) no es como echarle la culpa a nuestros papás porque no nos toleren o no nos acepten si no también es como lo llevamos, a lo mejor, si los papás mejoran esa comunicación con sus hijas e hijos se nos hace más fácil la comunicación asertiva que es una habilidad para la vida”.