¿Por qué soy hombre? fue la pregunta inicial del taller sobre derechos sexuales y derechos reproductivos realizado con hombres jóvenes el pasado 17 y 18 de abril, en el inicio del ciclo de formación que realiza La Corriente con hombres de distintos territorios del país.
Esta primera pregunta significó para ellos cuestionar los aprendizajes sobre la masculinidad y preguntarse si ser hombres forma parte de una identidad elegida o de un mandato que no han cuestionado, a pesar de las implicaciones que tiene en sus vidas y en las relaciones con las mujeres.
Los jóvenes hablaron sobre cómo la forma en que han aprendido a ser hombres les genera unos privilegios de los cuales no quieren deshacerse, pero al mismo tiempo les lleva a pagar unos costos que hacen de su vivencia una contradicción constante.
Escuche un programa radiofónico Hombres jóvenes ¿A qué los reta el feminismo?:
Una de las reflexiones que les dejó el taller fue reconocer las libertades que tienen para salir a la calle, tener las amistades que quieran, disfrutar de la sexualidad y no tener que pedir permiso para nada. «Nunca había pensado en lo diferente que es ser hombre a ser mujer y en todas las cosas que yo como hombre puedo hacer y las mujeres no» comentó uno de los participantes.
Cuestionar las masculinidades aprendidas es una propuesta que desde el feminismo se ha promovido desde hace muchos años porque estamos conscientes que para transformar las relaciones de poder y la desigualdad los hombres deben tomar una postura ética que les lleve a respetar a las mujeres por ser tan humanas como ellos.