Lesbianas somos, lesbianas seremos… 

El pasado viernes 14 de octubre concluyó el Encuentro Nacional Lésbico Feminista 2016 organizado por el Programa Feminista La Corriente y el Grupo Lésbico-feminista Artemisa en el marco de la celebración del día de la resistencia lésbica.

Cuarenta y cinco lesbianas de León, Managua, El Viejo, Corinto, Chinandega, Masaya, Jinotega, Estelí, Nagarote, Chichigalpa y Granada, nos reunimos durante dos días para reflexionar sobre nuestras experiencias de resistencia y rebeldía, el peso de los fundamentalismos religiosos en la reproducción de la homo-lesbo-transfobia, la violencia heterosexista que vivimos las lesbianas y su reproducción en las relaciones lésbicas. Finalmente hicimos un breve recorrido por la historia del feminismo lésbico nicaragüense durante las últimas tres décadas.

Este encuentro nos permitió reconocernos y autoafirmarnos en el derecho a ser y nombrarnos lesbianas. Fue un buen momento para reconocer la violencia que hemos experimentado tanto en los espacios familiares, como en los espacios públicos, en la calle, en los centros de trabajo, en las instituciones públicas, en las iglesias. En un ejercicio de muchísima honestidad también reconocimos la violencia que algunas lesbianas ejercen en el marco de las relaciones de pareja, porque nos incomoda y nos interpela; como dijo una de las participantes: “Es un gran paso reconocer la violencia que nos provocan y que reproducimos”.

En este encuentro quedó evidenciada la necesidad de promover más espacios como este, en el que desde una mirada feminista las lesbianas podamos reflexionar sobre las experiencias de discriminación, pero también de nuestras rebeldías que animan y dan fuerza a otras mujeres en el esfuerzo de defender su libertad.

Agradecemos a todas las compañeras que lograron sumarse a esta actividad y por supuesto a Mary Bolt, quien con la biodanza nos ayudó a aligerar nuestros cuerpos y disponernos a trabajar en este espacio de reconocimiento y reflexión feminista, pues como ella misma mencionó: “Una herramienta poderosa para vivir nuestra sexualidad como queramos, es el feminismo”.