El 21 de marzo de 1960, la policía sudafricana abrió fuego y mató a 69 personas que se manifestaban de forma pacífica contra las leyes del denominado sistema “Apartheid”, que legalizaba la separación racial y la cual existió por más de 40 años. El apartheid instauró lugares diferenciados para blancos y negros, prohibió los matrimonios interraciales y otorgó el derecho del voto solo a los ciudadanos blancos.
Después de una larga historia de violencia racista y como resultado de las luchas del movimiento contra el racismo, en 1979 la Asamblea General de la ONU aprobó una medida que exigía a los Estados aunar esfuerzos en la lucha contra el racismo y la discriminación racial. En el año 2000 se llevó a cabo la Conferencia de Durban la cual aprobó una resolución contra el racismo, la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia.
Para hablar de la larga lucha contra el racismo y la discriminación racial en Centroamérica, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas nos acompañaron Berna Dixon, directora del Centro de Estudios e Información de la Mujer Multiétnica de URACCAN y Joanna Wetherborn de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora.
Causas del racismo estructural
El racismo tiene que ver con ideologías y superioridad, explica Berna Dixon. Al hablar de la discriminación refiere que son actos que se realizan contra otras personas, donde quienes oprimen piensan que son mejores. Desde su mirada, la discriminación racial tiene relación con la existencia de la exclusión, el odio, en un sistema dominante donde prevalecen relaciones de poder.
El tema de la invisibilización en las estadísticas nacionales, así como la carencia de políticas públicas a favor de las poblaciones indígenas y afrodescendientes, es para Berna una expresión de exclusión desde el Estado. Afirma que el racismo afecta a mujeres y hombres pero que particularmente, con las mujeres se entremezcla el tema del odio, exponiéndolas a situaciones de mayor vulnerabilidad.
Joanna Wetherborn sostiene que el racismo se basa en la idea de clasificar a los seres humanos partiendo de la existencia de razas y así, generar categorías de distinción. Desde una mirada histórica, tiene que ver con un sentido de ambición, de apropiarse de territorios. Menciona como ejemplo la esclavitud a la que fueron sometidas poblaciones afrodescendientes, que no solo fue aceptado socialmente, sino también moralmente bajo la influencia de la Iglesia.
Ambas invitadas coinciden en que la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia, afectan la autoestima de mujeres y hombres, producto de todos los mensajes de desprecio hacia la propia identidad y cultura. Consideran que existen avances a nivel regional en cuanto a instrumentos internacionales que permiten exigir a los estados su responsabilidad en la lucha contra la discriminación racial, sin embargo, en el cumplimiento hay muchos obstáculos.
Entre las demandas que Berna dirige al Estado de Nicaragua destaca una educación intercultural bilingüe, pluricultural y no solo en las regiones de la Costa Caribe; asimismo, la necesidad de visibilizar saberes de médicos/as ancestrales. Por su parte, Joanna demanda justicia epistémica para que se reconozca el aporte de las poblaciones indígenas y afrodescendientes, y así contar la historia con otros protagonismos.
Les invitamos a escuchar y descargar esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas para conocer más sobre la causas de la discriminación racial y cómo se expresa en los diferentes ámbitos de la sociedad.