29/03/19

En 1998 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO- proclamó el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía, con el propósito de consagrar la palabra esencial y la reflexión sobre nuestro tiempo, asimismo, para reconocer la contribución de la poesía a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada, la forma en que usamos las palabras, las cosas y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad.

Durante estos casi 12 meses de violencia estatal en Nicaragua, muchas mujeres y hombres artistas han puesto a la crisis en el centro de su creación. Ante la prohibición de la movilización impuesta por el régimen Ortega – Murillo, la poesía, el teatro, así como otras manifestaciones culturales, han sido aporte vital a la resistencia ciudadana pacífica sostenida desde abril del 2018.

A propósito del Día Mundial de la Poesía y también, del Día Mundial del teatro, en esta edición de Cuerpos Sin – Vergüenzas rendimos homenaje a quienes mediante el arte, cuestionan y transgreden mandatos opresivos, denuncian las desigualdades y proponen otras maneras de estar en el mundo. En cabina nos acompañaron la escritora Lula Mayorga y la poeta Elena Pereyra.

 “Toda resistencia cívica que utiliza el arte es una bofetada al opresor”

La poeta Elena Pereyra considera que la división o fragmentación del gremio artístico ha sido uno de los impactos de la crisis sociopolítica en el panorama cultural nicaragüense. Por un lado están los artistas disidentes y por el otro, artistas sumisos a lo que dicta el actual régimen.

Sobre las y los artistas disidentes, Elena opina que han jugado un rol preponderante en medio de la crisis “hemos abrazado la protesta social, hemos sido no solo testigos, sino narradores de la realidad que vivimos (…) nos ha tocado exponer lo que incomoda, enfada, duele, enluta, con la finalidad de crear una memoria colectiva, dejar un registro que nos permita recordar, para de ser posible, no permitir que estos errores vuelvan a ocurrir”, dijo la poeta.

Destaca que históricamente el arte ha estado ligado a la denuncia social y la construcción de ciudadanía “los artistas hemos sido testigos de nuestros tiempos, voces que denuncian de forma impetuosa, genuina, diversa, articulada, decisiva”.  En estos casi 12 de crisis “hemos sido foto – imagen (…) hemos tenido cabida para el temor pero también para la esperanza (…) somos micrófono y amplificador de un canto, un clamor del pueblo dando a conocer al mundo lo que está pasando en Nicaragua”, manifestó Elena.

Desde la mirada de la escritora Lula Mayorga, diversas manifestaciones artísticas han estado presentes en las marchas contra Ortega – Murillo. Para ella, la crisis sociopolítica ha significado el resurgir de muchas canciones y enfatiza en que “el arte te permite desarrollar la resiliencia (…) el arte no está para agradar (…) toda resistencia cívica que utiliza el arte es una bofetada al opresor”.

Uno de los grandes problemas que hemos tenido como sociedad es que hemos divinizado, puesto en pedestales a personas, centralizado en una figura la fe, el poder”, enuncia Lula. En medio de la crisis, Lula asevera que “se está gestando el cuestionamiento”, evidencia de ello es la enorme capacidad de burlarse de los fundamentalismos y de fiscalizar.

Elena declaró que “junto a este estallido social ha habido un estallido artístico diverso” y que el arte de escribir ha sido una forma de contribuir a la lucha. Lula Mayorga confiesa que la lectura y la escritura han sido una estrategia de afrontamiento ante la crisis escribir te permite articular el pensamiento, tomar conciencia de cómo te sentís”, indicó.

Les invitamos a escuchar completa y compartir esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas y conozcan más sobre el panorama del arte y la cultura en tiempos de crisis, y también, las esperanzas que abrazan Lula y Elena para el futuro.

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