28/08/2020
La pandemia del Covid19 ha causado enormes estragos en la sociedad nicaragüense. Más de 1,500 personas fallecidas y más de 10,000 contagiadas reporta el observatorio ciudadano, si bien el régimen Ortega-murillo continúa negando la gravedad de la situación, aun después de los datos revelados por Anonymous, una red que ha extraído información de las páginas del Ministerio de Salud, que revelan que de 17,284 pruebas realizadas por esta institución, el 56 por ciento dieron positivas.
Los sectores de la población que ya vivían en condiciones precarias antes de la pandemia, están enfrentando serias dificultades paras sobrevivir, en medio de una economía en crisis, en donde el desempleo y el costo de la vida se han incrementado aún más.
Lamentablemente esta es la situación de las trabajadoras sexuales que, de acuerdo con la Red de Trabajadoras Sexuales de América Latina, capitulo Nicaragua, suman más de 16,000. Estas mujeres en su mayoría jóvenes y principal sustento de sus hogares, no solo se enfrentan al estigma social que las coloca en los márgenes, sino a la ausencia de leyes que reconozcan sus derechos y políticas públicas que den respuesta a sus necesidades.
Para hablar de este tema están con nosotras, María Elena Dávila, de la Asociación de Mujeres Trabajadoras Sexuales Girasoles y representante de la Red Latinoamericana en Nicaragua; Sandra Escorcia y Jessenia González del Grupo de Mujeres Trabajadoras Sexuales “Las Malinches” de Matagalpa.