La violencia machista es un problema que si bien interpela al conjunto de la sociedad, ha sido asumido prioritariamente por los movimientos de mujeres y feministas de todo el mundo. Múltiples y diversos han sido los caminos elegidos para romper el silencio, denunciar la violencia machista en todas sus expresiones, exigir a los estados que sancionen a los agresores y apoyar a las mujeres que han sido víctimas de este rasgo de la masculinidad hegemónica.
El arte es uno de los caminos ensayados por diversos colectivos de mujeres y jóvenes nicaragüenses para reflexionar sobre las causas y las consecuencias que la violencia machista tiene en la vida de las mujeres, las niñas y los niños, las familias y las comunidades.
En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos con gestoras y promotoras culturales para conocer estas iniciativas, así como los desafíos a los que se enfrentan. Nos acompañaron en cabina Claudia Regina Mercado del Centro Cultural Batahola Norte, asimismo, Linda Rene Núñez y Ernestina Estrada, ambas de Cantera, Centro de Comunicación y Educación Popular.
El arte: herramienta de transformación social
Claudia Mercado explicó que mediante el trabajo del Centro Cultural Batahola Norte se busca el acceso al arte como derecho de todas y todos, sin barreras de clases sociales. Desde su mirada, la cultura es un conjunto de rasgos distintivos que caracterizan a una sociedad, y es precisamente ahí donde interviene el arte como un medio para transformar este sistema, es decir “como herramienta de transformación social” y que puede tener tanto una función estética o social, dijo.
Un trabajo similar realiza Cantera, Centro de Comunicación y Educación Popular. En palabras de Linda Núñez, el arte es una estrategia que permite poder llegarle a la comunidad y encaminar procesos de cambios en mujeres y hombres jóvenes. Desde este centro, se apuesta a una formación integral de la juventud, detalló Linda.
“Yo nací en el teatro”, enunció Ernestina Estrada al contar sobre su experiencia en Cantera. Para ella es fundamental la formación, para así poder hablar con argumentos sólidos sobre las desigualdades de género. Agregó también que los procesos de sanación son importantes “para sentirnos libres”. Ella cuenta que desde el teatro ponen en escena situaciones que están afectando a jóvenes, sobre todo a las mujeres, por lo que afirma que esto constituye una estrategia de empoderamiento.
Desde los esfuerzos de Cantera y el Centro Cultural Batahola Norte, nuestras invitadas sostienen que la violencia machista es uno de los principales problemas a los que más apuestan por deconstruir desde las diferentes iniciativas artísticas y culturales que ponen en marcha, a través de la danza, la música y el teatro. Para todas, uno de los grandes desafíos en los procesos de sensibilización que desarrollan, es el trabajo con familiares de las y los jóvenes con los que trabajan.
Les invitamos a escuchar y descargar esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas y conocer más sobre el trabajo que realizan Cantera y el Centro Cultural Batahola Norte, vinculando la creación artística con la prevención de la violencia machista y otras formas de discriminación.