DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD
Hoy 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud para visibilizar las demandas de este sector poblacional frente a diversas problemáticas sociales, económicas y políticas.
En Nicaragua no hay mucho que celebrar. Los embarazos en adolescentes, la violencia en el noviazgo, acoso callejero, femicidios, el derecho a decidir, las fobias hacia lesbianas, homosexuales, bisexuales y trans, la migración interna y externa, falta de acceso a la educación técnica y superior, son solo parte de las realidades a las que se enfrentan las y los jóvenes en el día a día.
Poca información sobre derechos sexuales y reproductivos sigue siendo uno de los principales obstáculos para lograr un desarrollo integral en la juventud puesto que la prevalencia de un Estado que no respeta la laicidad, no abona a una educación sexual científica que permita deconstruir mandatos sociales impuestos por la cultura patriarcal.
Desde el Programa Feminista La Corriente una de nuestras apuestas centrales es la formación en derechos sexuales y reproductivos permitiendo así el intercambio entre jóvenes de áreas urbanas, rurales, afrodescendientes; estudiantes; trabajadoras; lesbianas, transgéneras, heterosexuales y bisexuales, reivindicando la sexualidad como derecho y la maternidad como derecho no como imposición.
Creemos necesario invertir también en la formación con hombres jóvenes interesados en deconstruir los mandatos de la masculinidad hegmómica que reproducen toda clase de estereotipos que distorsionan la vivencia de nuestros cuerpos y las relaciones entre hombres y mujeres. En tal sentido apostamos a promover una actitud consciente por parte de los hombres jóvenes en el proceso de rechazar los privilegios de género asignados por la cultura machista.
Partiendo de esta experiencia de trabajo, desde el Programa Feminista La Corriente creemos firmemente que el Estado debe garantizar el respeto a los derechos sexuales y reproductivos de las y los jóvenes, incluyendo las dimensiones del género, del erotismo y de la reproducción. Para que esto sea posible, se debe respetar el mandato constitucional que establece como derecho una educación laica.