Aunque el discurso oficialista presenta a las y los jóvenes como protagonistas de lo que afirman es una “revolución” de corte socialista y cristiana, las feministas sabemos que particularmente las niñas, adolescentes y jóvenes enfrentan problemas graves que atentan contra su integridad y su desarrollo pleno.
Diversos colectivos realizan nuevas formas de activismo para compartir miradas que permitan ensanchar la comprensión y ejercicio de derechos, incluyendo los relacionados con la sexualidad y la reproducción.
A propósito del día de la juventud, celebrado el pasado 12 de agosto, en esta edición de Cuerpos Sin-vergüenzas conversamos con Virgina Paguaga López y Reyna Gutiérrez, feministas jóvenes que desde las artes y la comunicación, contribuyen a colocar en el debate público temas de enorme importancia para la vida de la sociedad.
Diferentes formas de hacer activismo feminista
Virgina Paguaga es productora audiovisual feminista, impulsadora de la iniciativa Videopoética que recientemente juntó a poetas centroamericanas como una necesidad de crear piezas audiovisuales y proyectos colectivos, convocadas por temas diversos como la menstruación, cuestionamientos al patriarcado, dolores, tristezas, soledades y diversidad sexual, explicó Virginia.
Reyna Gutiérrez es integrante de Las Hijas del Maíz, grupo de teatro cabaret feminista quienes desde su surgimiento, han puesto en escena temas como el amor romántico, el acceso a la tierra para las mujeres, vivencias de las mujeres lesbianas y la complicidad entre mujeres.
Virginia reconoce que el feminismo le ha dado muchos ángulos para caminar diferente. Desde la comunicación feminista se ha interesado en visibilizar la vida de las mujeres y sus problemas y de esta forma, otras personas entiendan el feminismo desde la práctica, la vivencia y la individualidad, desde el arte en “la era de las mujeres”.
Para esta joven comunicadora y feminista, es importante posicionarnos como “sobrevivientes, guerreras y no víctimas” y arguye que “el feminismo te hace más fuerte (…) un caminar más honesto”.
Por su parte, Reyna opina que históricamente el feminismo le ha apostado al arte. Explicó que desde el teatro cabaret, ponen en escena y con humor, temas de los que no se quieren hablar, lo que duele, “reírnos para reflexionar”, dijo.
Para Reyna ha sido importante la identificación de las realidades, puesto que en sus obras ha sido esencial la experiencia vivida, lo que ha pasado por el cuerpo y eso es lo que permite una conexión entre el público y las obras de un teatro feminista hecho por mujeres.
Virginia piensa que es un desafío apostar a la creación de más espacios de diálogo respecto al arte comprometido con la política. Reyna considera que es importante animar a otras y otros para que reconozcan al teatro feminista como una herramienta de incidencia.
Les invitamos a escuchar y descargar esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas y conocer más sobre otras formas de activismo feminista desde la experiencia de Virginia Paguaga y Reyna Gutiérrez.