CICLOS DE FORMACIÓN FEMINISTA NO MASCULINISTAS
En La Corriente continuamos apostando a procesos de reflexión con hombres jóvenes que están interesados en romper con sus privilegios. Uno de los temas que abordamos en el ciclo de formación sobre derechos sexuales y reproductivos con hombres jóvenes es el derecho a decidir, taller que se efectuó el 15 y 16 de enero, donde profundizamos en los discursos sobre la maternidad, paternidad y el aborto.
Al reflexionar sobre la paternidad encontramos diferencias profundas marcadas por el sexismo. La figura del padre está asociada con autoridad y ejercicio de poder y no como figura afectiva. Uno de los hombres jóvenes expresó que “en la paternidad, ningún hombre quiere enfrentar las renuncias y sacrificios que se le exigen a las mujeres”.
En esta paternidad intermitente, los jóvenes mencionan algunas de esas molestias: “nunca estuvo para mí”, “mi papá es cómplice del abuso sexual que sufrí”, “me abandonó, ahora aparece y me quiere imponer reglas y quiere que lo mire en su vejez, “desacredita constantemente a mi madre”, “creen que por ser hombre tienen poder y autoridad”.
En cuanto a los embarazos no deseados los participantes señalan que “los hombres creen que es más placentero el sexo sin condón, creen que quien debe cuidarse es la mujer” y opinan que un alto índice de irresponsabilidad es porque “no quieren cambiar su estilo de vida”.
Sobre el tema del aborto, identificamos muchas dudas, temores, condenas, pero también empatía. Muchos hombres tienen ideas confusas entre el aborto electivo y el aborto terapéutico, de igual manera juicios derivados de los discursos religiosos. María Teresa Blandón refirió que “si solo reconocemos que las mujeres pueden practicarse un aborto cuando su salud está en riesgo y estamos en desacuerdo con el aborto por elección, entonces no estamos reconociendo del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos”.
Concluimos este taller pero el proceso de reflexión continua, de manera que se cuestionen los imaginarios sociales sobre la maternidad obligatoria y la paternidad intermitente, afirmándose la maternidad y la paternidad libremente elegida como condición necesaria para el ejercicio efectivo de los derechos reproductivos de hombres y mujeres.