En nuestra sociedad se imponen reglas de todo tipo, a las mujeres particulamente se nos imponen muchas reglas en esta sociedad machista y nosotras las hemos transgredido. Pero hay una que no podemos incumplir y es la menstruación. El período en que el cuerpo expulsa sangre por la vagina que llega cada mes, la que algunas aceptamos, otras la queremos, y otras hablamos en voz baja entre mujeres para no escandalizar y no pasar vergüenzas.
De este tema platicamos en la última edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas, acompañadas en cabina por Judith Abarca, psicóloga, activista lesbiana y feminista, y también con Yanina Luna, feminista con amplia experiencia en el trabajo con mujeres jóvenes en el tema de reconexión de ciclo menstrual con la naturaleza.
El ciclo menstrual es una cosa, la menstruación es otra
Yanina explica que la hay un ciclo menstrual que muchas desconocemos por los silencios que giran en torno a éste y detalla que este proceso se da en cuatro fases: la preovulatoria, ovultaria, premenstrual y menstrual. “La menstruación son esos, de tres a seis días que sangramos como producto de todo un proceso bioquímico y biológico. El ciclo es una cosa más completa, hay que estar pendiente de los cambios que produce en nuestros cuerpos y en las emociones y que raras veces las mujeres tenemos claridad de esos cuatro momentos”.
Cuando hablamos de menstruación generalmente pensamos en el sangrado y todas las molestias que algunas experimentan, pero no estamos conscientes de las otras 3 etapas del ciclo “eso hace que la etapa que menstruemos se haga estresante porque las otras tres etapas que vivimos no tenemos conciencia de esos cambios en el cuerpo y las emociones”, complementa Yanina.
Los prejuicios sobre la menstruación hacen mucho daño a las mujeres
Judith aclara que cuando se habla de la menstruación existen una serie de expresiones que hacen parecer sucio y vergonzoso ese proceso. Ideas como «estar enfermas, andar en esos días» refuerzan la visión de que es algo que debe esconderse y hablarse con mucha discresión. Por ejemplo la publicidad nos vende toallas sanitarias con líquido azul, como si la sangre fuera mala.
Judith comentó que muchos de los mitos machistas y misóginos sobre la menstruación tienen origen en el mandato judeo cristiano del dolor, y que existe todo un sistema que se encarga de reproducir esas ideas. Judit explica que la experiencia del dolor durante la menstruación puede estar asociado a la idea de que ser mujer es doloroso.
Conocer los procesos del cuerpo y exigir educación sexual
Nuestras invitadas coinciden en que no existe un “manual de la perfecta menstruante”, no obstante, ante tanta desinformación y silencios, Yanina sugiere que aprendamos a reconocer cómo funciona nuestro ciclo menstrual porque “la regla no debe doler es un proceso biológico y natural. Hay que revisar y conocer fisiológicamente lo que ocurre en nuestro cuerpo”.
Judith recomienda reconstruir nuestras propias experiencias, empezar a resignificar la menstruación y dejar de usar objetos, medicamentos, hormonas…que nos hacen daño a nuestros cuerpos y el planeta, como las toallas sanitarias. Más bien ambas proponen que se propague el uso de la copa menstrual o las toallas de tela.
Yanina recordó que para cambiar todas estas ideas es necesario seguir exigiendo al Estado educación sexual científica, de calidad, laica “que nos permita vivir a plenitud y sin culpas”.