¿Cómo han aprendido los hombres a vivir y ejercer la violencia?¿Qué consecuencias deja la violencia de los hombres en la vida de las mujeres?¿Qué compromisos deben asumir los hombres en la erradicación de la violencia machista? Fueron algunas de las interrogantes que analizaron y debatieron los jóvenes que participaron en el segundo taller del ciclo de formación de hombres jóvenes desarrollado por el Programa Feminista La Corriente.
Los 23 jóvenes asistentes platicaron acerca de la violencia como un lenguaje que forma parte de la masculinidad aprendida desde los primeros años de socialización y que es legitimada por la cultura como un recurso al que los hombres pueden acudir en todas sus relaciones, pero principalmente en los vínculos con las mujeres.
Los participantes compartieron experiencias de violencia contra las mujeres que han presenciado o que han ejercido, y reflexionaron sobre cómo la vida de ellas está marcada por la violencia física, psicológica, sexual, el acoso callejero, la intimidación, etc. debido a la normalización de la violencia masculina.
Entre las experiencias compartidas, sobresale la de un joven que compartió: “Yo no había tomando conciencia del daño que causa la violencia, no era un tema que me interesara, hasta que el marido de mi hermana la mató. Nosotros no pudimos hacer nada. Hasta ese momento que vi la reacción de los medios de comunicación, de las organizaciones de mujeres, entonces me di cuenta de lo terrible que es enfrentarse a la violencia, y a partir de ahí, yo dije que tenía que hacer algo y mi familia cambio mucho. Por ejemplo mi papa dejó de ser el hombre violento que había sido siempre”.
Con testimonios como éste, los participantes fueron reconociendo la urgencia de que los hombres tomen medidas en la erradicación de la violencia machista, asumiendo compromisos personales y colectivos que les lleven a cuestionar sus propias prácticas y a interpelar a otros hombres en sus entornos cercanos.
Espero que por aqui en Bilwi algunas de las organizaciones empieze a dar talleres o charla a algunos jovenes de distintos barrio para que tomen conciencia, ya que estamos viviendo en un pueblo lleno de machistas.