La moral cristiana y sus mandatos durante todos los tiempos ha divido a las mujeres en buenas y malas. Buenas aquellas que obedecen y cumplen los ideales religiosos, y malas aquellas que transgreden esas normas.
En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas platicamos sobre la virginidad. Un asunto que desde tiempos muy remotos hasta la actualidad, evidencia el control que las sociedades patriarcales han ejercido sobre las mujeres.
Conversamos en cabina con la feminista, antropóloga y bloguera Gabriela Montiel y con Denisse Sevilla, activista feminista, quienes compartieron sus vivencias y reflexiones sobre los mitos, las culpas y los miedos que se generan en la dimensión del erotismo y el placer de las mujeres. Ellas nos ayudan a buscar respuestas a la pregunta: Mujer virgen ¿vale más que las demás?
Gabriela Montiel comenta que el tema de la virginidad genera en todas las familias una fiscalización hacia las mujeres, hay mucha fijación en sus cuerpos que implica control y restricciones en sus salidas y en las amistades que tienen, se refuerzan mitos sobre la conservación o la pérdida de la virginidad, algo que como expresa Denisse Sevilla “no se vive igual en hombres que en mujeres”.
“El sexo en las mujeres está vinculado al amor y la entrega, y en los hombres como algo desechable”, narra Gabriela al puntualizar diferencias de cómo se vive el tema de la sexualidad y en concreto la virginidad en mujeres y hombres, donde lo que es descalificativo para ellas, para ellos es prestigio social.
Gabriela mencionó que parte de la fiscalización es producto de miedos que se cargan en los hogares puesto que se pretende evitar que a esa hija no le pase lo mismo que le pasó a otras mujeres de la familia. Sin embargo de esta manera “se controlan potenciales decisiones de las mujeres”, señaló Gabriela.
Nuestras invitadas enfatizan en que los fundamentalismos religiosos son culpables de que la virginidad sea atribuido como un valor ineludible en todas las mujeres, descalificándose a aquellas que han decidido vivir sin privaciones de ningún su vida sexual.
Denisse también refiriere que los tabúes en cuanto a la virginidad tienen un peso enorme en la vida de las mujeres, por ejemplo, la total desinformación y falta de acceso a métodos anticonceptivos desemboca en embarazos no deseados.
Para concluir, Gabriela invita a otras mujeres a tomar decisiones propias, a no renunciar a las búsquedas del placer y no dejarse llevar por el miedo ni las culpas. Por su parte, Denise sugiere que hay que informarse, tomar siempre precauciones en las relaciones sexuales y hace un llamado a respetar a las mujeres que deciden llevar una vida sexual de manera libre.
Yo creo que tanto hombres como mujeres deben guardarse al matrimonio…Si se pensará así se evitarían tantas cosas,embarazos no deseados,ETS,desamores,violaciones y un largo etcétera.
Mi comentario es que todos valemos lo mismo y q es igual una mujer virgen o sin virjinidad igual q los hombres x q CD kien es dueño de su cuerpo
La mujer deja de valer cuando ya no lo es. Una mujer que si lo es vale por mucho más. Eso es así y el que diga que no es porque no quiere ver lo evidente. La verdad todos los hombres saben eso, quien va a tomar enserio así a una mujer nadie si a saber con cuantos ha estado eso da asco