MUJERES Y MIGRACIÓN
La migración de nicaragüenses hacia países vecinos cercanos y hacia otros no tan cercanos es cada vez más común. Hombres y mujeres se van del país en busca de mejores oportunidades de empleo, de ingresos económicos que les permitan la sobrevivencia familiar y emprender proyectos de superación que en las condiciones del país sería difícil realizar.
Las mujeres constituyen un grupo migrante que ha incrementado en los últimos años, por eso personas expertas en el tema hablan de la feminización de las migraciones, como Martha Cranshaw de la organización Nicas Migrante, que nos explica en Cuerpos Sin-vergüenzas a qué se refiere este fenómeno.
«En general los hombres siguen emigrando más que las mujeres, cuando se habla de la femininización de las migraciones nos referimos a otros varios fenómenos ocultos: uno, la tendencia a emigrar por parte de las mujeres ha venido aumentando año con año; dos: el rol de las mujeres conforme al grupo familiar y conforme al movimiento migratorio».
«Las mujeres juegan un papel clave en el proceso de inicio de migración del grupo familiar, se van y aseguran su incorporación al servicio doméstico y una vez que están asentadas sirven de logística para llevarse a un segundo o tercer migrante, más que los hombres». Estas y otras explicaciones de la migración de las muejeres encontrarán en esta edición de Cuerpos Sin-vergüenzas.
Cranshaw también destaca que «otro elemento tiene que ver con las remesas, las mujeres más que los hombres son enviadoras estables de remesas en cuanto al tiempo y al monto del envío. Son las receptoras de las remesas más que los hombres, aseguran el uso de las remesas para la sobrevivencia familiar, la educación y la salud o las pequeñas inversiones en los pequeños comercios».
Emigra la fuerza laboral:
La mayoría de la migración es de la fuerza laboral, hombres y mujeres que están en etapa productiva y reproductiva, que están en el mejor momento para producir y llevar jornadas laborales largas.
Sin embargo, hay que destacar que cuando se habla de las mujeres, «la emigración en muchos casos es la única forma de inserción de las mujeres en el mercado laboral porque no encuentran en Nicaragua opciones de trabajo con salario digno y en una situación en la que no tienen experiencia laboral. Aparte de la maquila, la migración es la otra fuente de empleo de las mujeres jóvenes», asegura la experta.
Mujeres protectoras
Cranshaw explicó que las mujeres acceden más fácilmente a un estatus migratorio favorable Más mujeres que hombres han regularizado su situación migratoria. «En el caso de Costa Rica hubo oportunidad de que hombres y mujeres que tenían hijos costarricenses se regularizaran de una manera relativamente fácil, hace dos años pensábamos que las que iban a hacerlo serían las mujeres y ellas prefirieron que el hombre se regularizara». En esta realidad, la organización Nicas Migrante encuentra «cómo se reproduce la cultura social de que sean las mujeres las aseguradoras y protectoras del grupo familiar, incluyendo al mismo hombre».
Principales destinos, para el trabajo doméstico
Los principales países de destino para las nicaragüenses son Costa Rica, España y Estados Unidos, y en menos medida los países vecinos de El Salvador y Guatemala. En casi todos los países se desempeñan en trabajos domésticos, con excepción de Guatemala, donde muchas son insertadas en situación de trata de personas y explotación sexual comercial.
En buena parte de estos lugares las mujeres trabajan con dormida adentro lo cual les permite ahorrarse gastos de manutención. «Sólo tienen que asegurarse sus gastos de cosas de aseo personal y de telefonía celular porque ellas priorizan esa comunicación porque son el referente afectivo del grupo familiar, particularmente de sus hijas e hijos. Entonces es una necesidad y no un lujo» señaló Cranshaw.
Hay diferencias en las condiciones laborales entre hombres y mujeres
La primera es que las organizaciones sindicales tienen más sombreros que bustos. Son más masculinas y tienen más experiencia en el campo masculino que femenino, por tanto la protección de derechos, la información de derechos de las mujeres es más limitada que para los hombres y eso ocurre en el area rural y en el sector servicio.
Solamente en Costa Rica existe una asociación de trabajadoras domésticas que defiende derechos laborales intensamente, que se trasladó a Nicaragua, pero en Honduras, Guatemala y El Salvador esa asociación no existe.
En el caso de las Trabajadoras sexuales sí tienen organizaciones en Guatemala, Costa Rica y El Salvador, pero están más hacia la defensa de sus propias vidas y la defensa de sus condiciones de trabajo que en otro campos laborales; y la información respecto a su sexualidad, los riesgos, el VIH-sida.
La formación de género que tienen nuestras sociedades hace que los trabajos femeninos aun en las mismas empresas sean menos pagados que los masculinos. Y los derechos de la seguridad social han lledado primero a los hombres que a las mujeres.
En este sentido, existe legislación relacionada con derechos de migrantes como la Convención 1990, así como varias convenciones de la Organización Internaciónal del Trabajo que protegen a las personas migrantes y sus familias y tienen la particularidad que han sido firmados por los países donde están nuestros migrantes. Mientras que la Convención 1990 tiene la desventaja que la mayor parte de países de destino donde están nuestros migrantes no la han firmado y por lo tanto ellos no están obligados a cumplirla.
Demandas y retos
Una de las principales limitantes que encuentran las personas migrantes es la situación migratoria que les coloca en situación de ilegalidad, por lo cual no pueden acceder a mejores trabajos o a servicios de salud, educación, etc. Por eso, Martha recomienda que «hay que crear oportunidades de acceso a los documentos como requisito básico para que la gente esté colocada en una situación de derechos, y en este caso se requiere que en los consulados se entreguen esos documentos y que el Estado nicaraguense tenga una ley de atención a nacionales que actualmente está engabetada en la asamblea nacional y en proceso de análisis desde hace cuatro años».
Otra demanda es la información: «hay muchas mujeres que no saben que tienen que ir a sacar la visa a la embajada de españa, tienen que hacer un trámite especial…para protegernos las mujeres cuando estamos fuera del país es super importante tener información: si me pasa algo a donde recurro, con quién puedo hablar, cuáles son las organizaciones que protegen los derechos. El acceso a la información adecuada, oportuna y clara».