Han transcurrido 13 años de la derogación del artículo 204, una norma jurídica que en el periodo comprendido entre septiembre de 1992 y mayo de 2008, criminalizaba en Nicaragua las relaciones entre personas del mismo sexo bajo la tipificación de “delito de sodomía”.
Aunque no se conocen datos fidedignos que permitan confirmar el nivel de rigurosidad en la aplicación de esta norma legal, la tipificación como delito sirvió para justificar la violencia y discriminación de la que han sido víctimas homosexuales, lesbianas, travestis y personas trans de los sectores más pobres de la población.
El Código Penal vigente en nuestro país penaliza conductas relacionadas con la discriminación por motivos de orientación sexual entre otras, sin embargo, no existe ninguna evidencia que alguna persona o institución haya sido sancionado por la comisión de este delito a pesar de la frecuencia con que se cometen.
De acuerdo al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional3 –CEJIL-, los avances en materia de leyes que prohíben la discriminación por razones de género y orientación sexual, son un avance importante, pero todavía falta mucho para reconocer esta dimensión como parte de los derechos humanos.
La violencia estatal que vive Nicaragua bajo el régimen Ortegamurillo desde abril del 2018, ha agravado la situación de derechos humanos de la población en general, pero en mayor medida, de los grupos más discriminados de la sociedad.
La represión, la expansión de imaginarios sociales que estimulan la discriminación, el recrudecimiento de los fundamentalismos religiosos, el exilio, el desempleo y la pobreza, colocan a las lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas trans en una situación de mayor vulnerabilidad.
En este contexto, el Programa Feminista La Corriente en colaboración con diversos colectivos que defienden los derechos de los cuerpos disidentes, se ha dado a la tarea de realizar este Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGBTIQ en Nicaragua, con el objetivo de documentar y hacer visibles situaciones específicas de discriminación y violencia cometidas en contra de lesbianas, homosexuales, bisexuales, intersexuales y personas trans en Nicaragua. Se trata de superar la cultura del silencio y la impunidad que prevalece en nuestra sociedad.
En tal sentido, La Corriente, Asociación Nicaragüense de Transgéneras – ANIT (Managua), Colectivo de Mujeres 8 de Marzo (Esquipulas – Matagalpa); presentamos este informe trimestral que comprende el período de enero – marzo 2021.