Quien bien te quiere, te hace llorar… pero de risa

Novios-1Muchas adolescentes inician sus relaciones de noviazgo ilusionadas, se enamoran con la idea de haber encontrado su príncipe azul, pero con el paso del tiempo, los hombres demuestran que tienen muchos aprendizajes machistas, entre ellos, la idea de que las mujeres son de su propiedad.

Solemos creer que hablar de violencia es solo hablar de los golpes y de agresiones que ocurren en las parejas ya estables, en los matrimonios, en las familias y aunque algunos/as no lo crean, la violencia en el noviazgo existe, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud OMS, 3 de cada 10 adolescentes sufren violencia en el noviazgo.

Para hablar de este tema, platicamos en Cuerpos Sin-vergüenzas con Judit Abarca, psicóloga feminista, Claudia Mercado, feminista y comunicadora social del Centro Cultural Batahola norte, donde están impulsando la campaña Desmarimbando la violencia y Daynel Roque, una joven activista feminista de 21 años, quien compartió experiencias sobre noviazgo en este programa.

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El noviazgo, ¿Qué es y cómo se vive?

El noviazgo entrelaza lo afectivo con el placer sexual, es una etapa donde se explora el propio cuerpo y el de la otra persona; sensaciones, emociones, que pueden o no llevar a un mayor grado de intimidad. Es importante conocer, qué estamos entendiendo por noviazgo, para de esta manera poder analizar las diversas manifestaciones de violencias que se presentan.

DSC_0508Judit explica que “entendemos por noviazgo toda relación emocional-afectiva-sexual que tienen dos personas, o más personas, en caso de que sean poli amorosas, generalmente estas relaciones no incluyen en convivir juntas o estar comprometidas económicamente para tener ciertas responsabilidades. Es una etapa en la que dejás de estar sola a emparejarte con alguien y se supone que es un estado que te debería llenar de placer, porque empezás tus intereses con otra persona que supuestamente los comparte con vos”.

Aunque hablamos de forma general como una experiencia común en la adolescencia, no se vive de la misma forma en todos los ámbitos, por ejemplo, para una joven rural, como Daynel, no es lo mismo tener novio, que para una muchacha de la ciudad.

“En mi caso yo vengo de una parte rural,  donde ese proceso del noviazgo yo lo viví, no desde el enamoramiento, sino que fue alguien que lo conocí y que solo porque el papá de él tenía un puesto social en el municipio entonces ya para mi familia era el hombre perfecto, igual para mí, yo decía `viene de buena familia  y entonces para que empezar ese proceso de enamoramiento, de conocerlo` y prácticamente fue una relación de que lo conocí y ya a los tres días éramos novios.

Para ella, en el campo hay menos tiempo para conocerse, para enamorarse y saber si realmente una joven quiere estar con ese muchacho, además ella cree que la falta de información en las zonas rurales agudiza el problema y hace a las chavalas más vulnerables.

¿El primer novio tiene que ser para toda la vida?

Claudia mencionó otro de los mitos que prevalecen en las familias “tenemos esa idea de qué cuando andás jalando con el primer novio, con ese te tenés que quedar, porque yo recordando la primer experiencia que tuve con mi novio, recuerdo que mi abuelita decía bueno con ese te tenés que casar porque si conocés a otro la gente va andar hablando van a decir que pasaste de mano en mano”, de manera que las creencias que predominan en los imaginarios colectivos de familiares, intervienen en sobremanera en cómo se establecen las relaciones de noviazgo.

“Creemos que es una realidad que ya pasó hace siglos, que  te tienen que obligar a casarte con el primer novio, con el que te hizo perder la virginidad, tan santificada que es eso, hemos avanzado mucho en muchas cosas pero los imaginarios en muchos temas, a quien le pertenecen los cuerpos de las mujeres, porque al final no nos pertenece a nosotras, sigue siendo un gran retroceso”, resaltaba Judiht.

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Daynel Roque, feminista de Esquipulas, Matagalpa.

Daynel reafirma cómo se interiorizan tanto esos mandatos conservadores y patriarcales “nos afecta mucho en la adolescencia porque cuando yo tuve mi primer novio hubo un momento en el que yo dije, este va a ser mi marido porque era parte de la creencia de la cultura que me educaron que ya venía interiorizada de que la persona que conozco con esa me voy a quedar y pues a la edad de 12 años sostuve una relación de 6 años y creo que eso me afectó por la parte de la cultura que traía que era una persona que me conoció en esos 6 años y yo me sometí, me sentí comprometida a continuar con esa relación, pero aun así yo sabía lo que estaba viviendo, pero muchas veces por lo que la sociedad piensa, él fue mi primer novio y tiene que seguir esa persona conmigo”.

Señales de alerta en el noviazgo

Judith nos recuerda que la violencia no solo son golpes, puesto que “es un mito muy conocido que la persona que ejerce violencia es la persona que te golpea, te deja el ojo morado y no es cierto, violencia son otras múltiples expresiones como lo son el control, ahora con el auge de las nuevas tecnologías eso es un gran avance y está genial que tengamos nuevas tecnologías pero pueden estar en contra de nosotras cuando tu novio te pide la contraseña del Facebook, del Twitter, correo electrónico, tu celular para ver tus mensajes, cuando te chantajea emocionalmente, y eso es un gran error confundir que los celos son parte del amor, como te cela tanto, te controla tanto, te llama a cada rato, que lindo que es pero realmente es una expresión más de violencia”.

Otra de las expresiones de violencias muy sutiles pues no son directas o no dejan marcas es la violencia psicológica que es agredir a la persona insultándola, humillándola, diciéndole no servís para nada, sos una zorra que andás con otros chavalos y eso es importante reconocer, que si bien es psicológica, está en el cuerpo porque todas las emociones quedan en el cuerpo”, agrega Judith.

Claudia detalló que en ciclos de reflexión sobre violencia en del noviazgo en el Centro Cultural Batahola Norte como parte de la campaña que implementan “Desmarimbando la violencia en Batahola” han podido constatar como esos apodos o “nombres cariñosos” que los novios ponen a chavalas como “mi cosita” “mi bebesita” “mi mamasita” “mi muñequita” tienen gran sentido de propiedad sobre los cuerpos de las mujeres “sin información lo vemos como algo normal, un gesto lindo, realmente, si lo analizamos, ese es un tipo de violencia, porque me está viendo como cosa y no como sujeta de derecho”, puntualizó Claudia.”

“Te quedás impactada que chavalos de 12 14 años tienen esas ideas que son preconcebidas desde sus padres y desde la sociedad, por eso es importante realizar campañas para el cambio social, para transformar esas actitudes y esos comportamientos”, comentó Claudia.

Sobre ello, Judith señaló que “desde los apodos, cómo nos van a nombrar, cómo nos van a tocar, la diferencia la hace que sea un acuerdo mutuo”.

Daynel recalca que en su caso “desde que identifiqué que tipo de violencia vivía era el control de las llamadas, el control de los mensajes, de las salidas, tenía que avisar con quien iba a salir y en todo momento tenía que salir con él, y si salía con alguien y le decía que era una amiga, él tenía que verificar si había salido con esa amiga. También te exige que terminés con ciertas amistades que tenés porque te dice que esa persona no le gusta, que es mala influencia esa chavala, y de mis amistades con varones, puede ser que te enamoren en algún momento”, tu forma de vestir cómo te controla eso también (…) Yo decía, amor no siento por él, pero siento una gran costumbre al punto de que él es el único que me saca de mi casa que me puede apartar de los problemas de mi familia” comentaba Daynel que era parte de lo que solía suceder en la relación con su ex novio y que fue lo que hizo ir sintiendo que algo no estaba bien.

Acerca de ese control por cómo visten las mujeres Daynel enfatiza que “no lo hacemos para provocar a otras personas, nos gusta sentirnos libres, es algo que nos satisface”.

Judith menciona otras señales de alerta a las cuales hay que prestar mucha atención, sobre todo cuando el cuerpo lo avisa, porque el cuerpo es quien siente esa violencia ya sea física o psicológica “ansiedad, tristeza, malestar emocional generalizado, te empezás a aislar de tus amigas, como que algo anda mal pero que no podés hablar porque te culpabilizás entonces reconocerlo y decirlo con otras personas que tal vez no lo entiendan va a decirnos claro vos sos la culpable porque hacés que se enoje, te vas de fiesta toda la noche, también está la desvalorización personal, te empezás a sentir menos ante él y ante las otras personas, angustia y también se pueden llegar a somatizar en dolores físicos y en el peor de los casos como se ha visto en Nicaragua puede llegar hasta el femicidio”.

El amor romántico es altamente tóxico

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Muchas mujeres jóvenes les cuesta identificar la diversidad de expresiones de violencia en las relaciones con sus novios, al respecto Judith cree necesario  que “hay que analizar lo que es el amor romántico y como eso marca las relaciones, las mujeres no socializan a que vamos a estar completas hasta que encontremos a esa persona amada, deseada, que nos va a proteger, que nos va a cuidar, que nos va a sacar a pasear y en el caso de los hombres, el amor romántico es cómo voy a poseer a una persona que va a estar incondicionalmente para mí, ese mito del amor romántico y ese emparejamiento compulsivo que tenemos muchas veces es como el preámbulo para que puedan suceder muchas cosas y en el caso de las mujeres estamos dispuestas a ceder todo, hasta la parte de la autonomía, nuestra libertad, y a los hombres desde pequeños se les enseña de porque son hombres pueden poseer, controlar y violentar a cualquier persona y más si son los cuerpos de las mujeres”.

Claudia subraya que “todo depende del papel de la educación, este amor romántico es educado y siempre se nos ha enseñado a nosotras las mujeres a amar a alguien, nunca se nos ha enseñado a amarnos a nosotras mismas, entonces es necesario cambiar el papel de la educación desde la niñez”.

Judith complementa que algunas expresiones de violencia no se identifican con facilidad “porque son muy sutiles, porque creemos que las cosas que hacen sobre todo lo que tiene que ver con el control, con la fuerza, es una cuestión de amor, lo hace porque verdaderamente está enamorado de mí. Es importante identificar que esas pautas se van construyendo y reforzando con la interacción cotidiana, no es algo que de un día para otro se va a volver violento conmigo”.

Daynel nos muestra de manera clara cómo ese amor romántico atropella toda libertad sobre los cuerpos de las mujeres, de manera que la hegemonía masculina abusa y violenta, pretendiendo justificarlo todo con el amor “en mi caso sabía de las manifestaciones de la violencia, pero cuando dije, ya hasta aquí, ya rompiste la barrera de la violencia extrema, fue en el ámbito sexual, me envolvía en el ámbito de las caricias y los besos pero empezaba siempre la discusión, ya había un tipo de relación que ya era a la fuerza, y entonces ya dije no, ya no se puede así porque él piensa que soy de su propiedad”

Así, ella se fue dando cuenta que se encontraba en una relación violenta “me miraba envuelta, me chantajeaba, y yo decía no es justo porque las cosas mías y las de él imagino que deben quedarse entre la pareja, eso me generó mucho miedo y creo que realmente que para romper el silencio necesitamos mucho valor y mucho apoyo” compartió Daynel.

Redes de apoyo son indispensables

Judith resalta que “cuando no tenemos una red que nos apoye a poder identificar señales de violencia, es difícil decir, esto es lo mío, estas son mis identidades, estos son mis actos y darle a él las responsabilidades que le tocan”.

DSC_0511Claudia dice que identificar y poner nombre a las violencias es todo un proceso, más cuando la chavala no está organizada y no tiene una red de apoyo, y ello lo han verificado en los ciclos Desmarimbabdo la violencia en el noviazgo “las y los adolescentes tienen desinformación para poder entablar un noviazgo basado en el respeto y cuando vos le das las pautas y les decís esto se llama chatage emocional, manipulación, ellos y ellas logran identificarlo en sus relaciones”, explicó Claudia quien refiere que es importante “empoderarte vos como mujer, porque yo siempre pensaba, si salgo con mis amigas él va a estar solo en la casa, pobrecito, mientras yo ando en la fiesta, a veces nos duele ser nosotras mismas y llevamos esa culpa. Es importante identificar esas pautas para salir de esa culpa”.

Por su parte Daynel habla de esa necesidad de contar con una red de apoyo, así como lo importante que es importante compartir sobre estas experiencias con otras mujeres porque de ello se aprende y se fortalece “en este caso me apoyó bastante mi familia, mis tías, mujeres feministas que están envueltas en la prevención de la violencia, entonces llegó un momento en el que me dije yo tengo que buscar el apoyo de alguien y tengo que contárselo aunque a uno a veces le da pena, pero hay que romper eso, reconocer lo que está bueno y lo que está mal, me ayudó mucho compartir con otras chavalas”.

Lecciones aprendidas ante situaciones de violencia en el noviazgoDSC_0521

Después del rompimiento de la relación me provocó inseguridad y miedos, porque sentía inseguridad y rechazo por algunos hombres por redescubrir otras relaciones y otras personas, contaba Daynel, sin embargo con el paso del tiempo aprendió que podía confiar y a sacar lecciones de su antigua relación de noviazgo.

Entre otras lecciones, Daynel comentó otras pautas para que adolescentes y jóvenes sepan reaccionar frente a una situación de violencia como la que vivió ella “que se den cuenta cuando hay algo negativo en la relación, mucho control, nuestro cuerpo siente, te genera mucho estrés, ansiedad dolor de cabeza, se te quitan las ganas de dormir, te genera consumir a exceso la comida, muchas cosas que el cuerpo te dice, esto no está bien y que podamos identificar y que podamos escucharnos a nosotras mismas y que profundicemos y que digamos si está correcto o no lo que está haciendo él esto no lo quiero porque la idea que nos metamos en la cabeza de creer que esto se va a componer o creer que si me caso con él se va a componer que pensemos y que digamos esto quiero y esto no quiero, que podamos poner esos límites en la relación”.

“Invito a todas las chavalas de que si sienten que están en una relación así una relación violenta donde las están controlando mucho como en mi caso violencia psicológica y física, que las podamos identificar y romper el silencio y de buscar el apoyo en otras personas y que realmente me atrevo a decirles de que si cortás esa relación es una sensación de alegría de libertad que realmente te sacaste de la mochila un gran peso y como decías vos ahora lloro de pero de risa. Sé que voy a tener un gran futuro y que voy a conocer una gran persona” expresó Daynel.

Judith remarca que hay que “reconocer que somos las únicas que podemos gestionar nuestras vidas y cambiar la canción de que sin vos no soy nada, a sin mi yo no soy nada”.

“Se puede salir del maltrato, no tienen que estar en una relación así para siempre, no es su destino, lo importante es buscar ayuda, buscar una red de personas que sepás que te pueden ayudar, que te van a querer y no te van a cuestionar, después estar clara de que podés buscar ayuda psicológica o jurídica, si creés que el caso te está afectando bastante y es necesario denunciarlo ante las autoridades y lo otro es conectarte con la fuerza porque en caso de que el noviazgo sea en secreto como puede pasar en adolescentes también me pasó y en el caso de las lesbianas que no lo decimos también, tenés que conectarte con tu fuerza y tener dos o tres personas que sepás que van a ser tu red de apoyo”, enunció Judith.

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