“Reírse es un ejercicio de libertad” Virginia Imaz
La Corriente, convencida de la importancia que el humor tiene para el activismo feminista, convocó a veintiún compañeras al taller de tres días que impartió Virginia Imaz, payasa feminista que vino directamente desde el país vasco a compartir sus conocimientos en técnica de clown.
En tres días compañeras de Matagalpa, León, Jinotega y Managua, jugamos, aprendimos y reflexionamos sobre aspectos que para nuestro activismo son necesarios para llegar a más gente que no necesariamente está vinculada al movimiento feminista/mujeres.
La primera consigna fue: “Aprender a reír de mi misma”.
Y aprendimos que la payasa parte de la empatía y la inocencia, recordamos cómo éramos antes de aprender, antes de comenzar a emitir juicios. Así conocimos al clown augusto, al contraugusto, al carablanca y al clown listo.
Jugamos sin miedos, sin preocupaciones por el qué dirán y sin juicios hacia nosotras mismas y las demás: Fuimos electrodomésticos asustados, animales salvajes, para explorar miedos, rabias y alegrías. Reconocimos la importancia de la calidez de la mirada y de la voz que libera el aliento. Se trata de mirar con inocencia, porque un clown ve cosas que no se habían visto, porque así se da un acercamiento diferente.
La segunda consigna fue: “La revolución será divertida o no será”
Con Virginia encontramos la importancia de reunir el humor y la poesía como una manera de romper el lenguaje y usar más metáforas propias de las mujeres. Vimos que en la risa y en el sexo, hay una doble moral para hombres y para mujeres, y que la sociedad preferiría que no fuésemos reidoras.
El humor es una cosa muy seria, y por lo tanto hay que comprometernos con la alegría y el humor; y para reírnos hay que reeducarnos.
La tercera consigna fue: “Reírse es un ejercicio de libertad”
No todo el humor vale. Una y otra vez, Virginia nos invitó a reírnos de nosotras mismas, porque si no lo hacemos nos reímos de los otros y de las otras. Nos invitó a buscar nuestro propio macho interno, a buscar el poder negativo que tenemos para burlarnos de nosotras mismas.
Asimismo, tuvimos oportunidad de realizar improvisaciones, utilizamos ropa y nariz clown para hacer visible lo invisible, para reírnos de nuestros propios miedos, para sorprendernos de lo simple, de lo cotidiano; experimentamos otra manera de respirar y comprendimos que ésta tiene emoción y lo importante que es para salir a escena. Finalmente, aprendimos a suspirar para dejar ir lo que no es nuestro, lo que no ha sido nuestro, para dejar de ser víctimas.