Con el objetivo de aportar al ejercicio profesional de la comunicación y promover un periodismo no sexista, La Corriente dió inicio al ciclo de formación en Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos con comunicadoras de distintos territorios del país y provenientes de diversos medios de comunicación locales.
El ciclo inició con reflexiones acerca de las identidades de género, los fundamentalismos religiosos que subyacen en el sexismo y la forma en que las dicotomías de género modelan el pensamiento e inciden en el trabajo que realizan las comunicadoras. Así, las participantes compartieron los malestares que sienten en relación a su condición femenina.
Para las jóvenes el peso de la feminidad tradicional ha traído más desventajas que ventajas a su vida, porque implica asumir comportamientos y prácticas que no son deseadas, y soportar privilegios que los hombres tienen sobre ellas, así lo expresan las participantes en el primer taller del ciclo sobre Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos con comunicadoras jóvenes.
Las comunicadoras compartieron algunas de las características que les gustaría cambiar de su condición femenina, entre las cuales destacan: «que los hombres puedan comentar o ver mi cuerpo de cualquier manera», «tener que hacer el trabajo doméstico y ser cuidadora, porque soy mujer y si no lo hago me siento culpable», «no tener la misma libertad que los hombres para decidir y disfrutar de mi placer», «que no se reconozcan mis capacidades al igual que las de los hombres». En definitiva lo que más les afecta es «No poder elegir», como sí pueden hacerlo los hombres en casi todos los ámbitos de la vida.
Con las reflexiones de María López Vigil, las participantes cuestionaron la forma en que los fundamentalismos religiosos afectan el ejercicio de la comunicación social, y cómo la idea de Dios, la Biblia, María y otras referencias religiosas están presentes cotidianamente en el trabajo periodístico, principalmente en el abordaje de noticias vinculadas con los derechos humanos de las mujeres.
Con este taller, las jóvenes iniciaron un proceso que constará de cuatro talleres donde se analizarán temas como la diversidad sexual, el erotismo, la maternidad voluntaria, la violencia de género y las concepciones acerca del amor, todo esto con el fin de promover debates que sirvan al ejercicio de una comunicación crítica, incluyente y acogedora de las diversidades.