Archivo de la etiqueta: feminismo

LAS RISAS FORMAN PARTE DEL ACTIVISMO FEMINISTA

Hace cinco años, estábamos en la búsqueda de hacer nuevas formas de activismo. Sentíamos que algo le faltaba a nuestra forma de salir a las calles y exigir nuestros derechos.  Por qué si las nicas son tan simpáticas y tienen tan buen sentido del humor, eso no está reflejado en las manifestaciones, toma de calles, de parques y plazas.  Nuestras consignas solo las entendemos nosotras, las entendidas, y en el resto de la gente no logramos arrancarles ni media sonrisa.  En esa búsqueda dimos con Las Reinas Chulas de México. Les escribimos y las invitamos a que vinieran a compartir lo que hacían con nosotras.

Y así, vinieron en el 2010 Cecilia Sotres y Minerva Valenzuela, y de ahí no paramos. Para el segundo y tercer taller vinieron Cecilia, Ana Francis y Yurief Nieves,  en el cuarto se sumó Luz Elena Aranda; y para el quinto taller vinieron Ana Francis, Cecilia y Nora Huerta.

En este último taller, convocamos a un grupo de 20 mujeres, una mezcla de activistas feministas y otras que son parte de grupos de teatro mixtos o únicamente de mujeres. Vinieron compañeras de Matagalpa, Boaco, Granada y Managua.  Mujeres que nos han acompañado desde el primer taller, otras que estuvieron en los siguientes talleres y otras que apenas incursionaban en el Teatro Cabaret, pero que cuentan con experiencia teatral.

12036658_697678926998958_6545859733927525683_n

El taller estuvo dividido en dos momentos: uno, para proveer herramientas para la especialización cabaretera y cabaretear enseñando; y el segundo, para profundizar en la estructura dramática y la creación de personajes.

Así, Nora, Ana Francis y Cecilia, nos volvieron a remarcar la importancia de la concentración, del trabajo en equipo porque el cabaret es un fenómeno colectivo, y que el teatro cabaret es teatro popular que crea complicidades a través de la risa.

Entre las participantes hablamos de la importancia de reírnos de nosotras mismas, de encontrar el ridículo como un elemento importante, ya que si no hay ridículo en el Cabaret, este no funciona, y hay que ridiculizar el poder, el poder autoritario y machista. Volvimos a recordar que nunca, en el cabaret feminista nos burlaremos de las víctimas de ese poder.

Entre todas las participantes, logramos encontrar una definición de lo que para nosotras es el Teatro Cabaret, quedando de la siguiente manera: Es un género teatral que a través del humor provoca reflexión sobre temas que no hablan.

Y finalmente, para el cierre del taller y a diferencia de los otros en los que solíamos presentar diversos sketches, esta vez logramos armar una historia que titulamos: “Érase una vez en Tamalandia”. En dos días, armamos guión, con todo y canciones, bailes y vestuario. Repartimos papeles, hicimos dos ensayos en La Corriente y otros dos en el auditorio donde nos presentamos el viernes 11 de septiembre.

12003171_697680766998774_7589426304857858219_n

Los nervios previos a la presentación, todas los experimentamos: no estábamos muy claras de las salidas y entradas al escenario y de los textos. Practicábamos en los pasillos, ayudábamos a las otras a maquillarse o nos ayudaban a encontrar el personaje.

El auditorio de la Alianza Francesa, comenzó a llenarse, los murmullos del respetable público comenzaron a escucharse, la emoción que sentimos en la primera presentación de hace cinco años la volvimos a experimentar. Esta vez no tuvimos tequila para brindar y creo que fue mejor.

Y a la consigna de “Diviértanse y mucha mierda”, salimos al escenario… Todo estaba ya en nuestras manos…

“Tamalandia, era un lugar donde existía un rey con bigote y una reina extravagante, con aretes de rubí y muuuchos anillos de plata y oro, ¡¡el reino era perfecto!!! Una guardia real inigualable y un reino silencioso.

Un día hubo una fiesta de celebaración del aniversario de su inigualable guardia real y la perfección del reino…”

12033185_697680763665441_7468744134318687572_n

купить шины б у в киевекак увеличить продажи через интернет24option uk

LAICIDAD PARA LOGRAR LA FELICIDAD, ESTADO QUE RESPETE LOS DSDR

Un espacio de reflexión crítica tuvieron cerca de cien jóvenes activistas de diversas procedencias étnicas, sexuales y de género, este 12 se septiembre en el relanzamiento de la campaña “Por una cultura laica” impulsada por el Programa Feminista La Corriente, evento realizado en el Hotel Las Mercedes, Managua.

Esta campaña propone una mirada crítica a los fundamentalismos religiosos y su impacto en la vida de mujeres y hombres, particularmente en el  ámbito de los derechos sexuales y reproductivos.

La actividad dio apertura con un ejercicio de biodanza, donde las y los participantes realizaron ejercicios que invitan a reconocer nuestros cuerpos como territorios sagrados.

María Teresa Blandón, directora de La Corriente afirmó que en el origen de las religiones monoteístas occidentales podemos encontrar las marcas del racismo, el sexismo, el androcentrismos y el rechazo a homosexuales, lesbianas  y trans: “los fundamentalistas promueven una mirada esencialista y jerarquizada sobre los géneros, pero también de cómo se debe gestionar nuestras vidas (…) utilizando la culpa como mecanismo de sometimiento”, dijo.

Elegida1

Cristina Arévalo, responsable de comunicación de La Corriente, presentó el concepto y los lemas centrales de la campaña “Por una cultura Laica”, siendo estos: “Quien abusa de su poder ofende a Dios” y “Poné de tu parte, no le dejés todo a Dios” “Decido sobre mi cuerpo. Dios me ama”. Asimismo, presentó los materiales y productos de comunicación para la difusión de los mensajes tales como viñetas, afiches, calcomanías, material impreso y traseras de buses.

Por su parte, las y los participantes reconocieron la importancia de construir valores laicos porque “permiten aceptar la diversidad sin discriminación de género, etnia, raza”, “para que el Estado sea garante de nuestros derechos, sin la intervención de las religiones”, “permiten apropiarnos del cuerpo, la sexualidad y los placeres”, “para sufrir menos culpas, sentirnos más libres, tomar nuestras propias decisiones sobre nuestro cuerpo”, “ayuda a deconstruir ideas que nos han enseñado de lo sagrado, que atentan contra la integridad y dignidad humana”.

Elegida2

Como alternativas para enfrentar el peso de los fundamentalismos y avanzar en la construcción de una conciencia laica, proponen desarrollar el hábito de la pregunta, cuestionar, investigar; tener argumentos y se coherentes en base a la ética y no a las costumbres;  fomentar una cultura de respeto a la diversidad; defender la separación del Estado con las religiones; hablar del tema con nuestro entorno más cercano; exigir el cumplimiento del artículo 14 de la Constitución en donde establece que Nicaragua no tiene religión oficial; abandonar la culpa y encaminarnos hacía el placer; promover la igualdad y el derecho humano a la libertad de conciencia y de expresión; interiorizar los valores laicos y ponerlos en práctica; cuestionar los privilegios de los fundamentalistas religiosos y los actos violatorias  los derechos humanos que cometen en  nombre de sus creencias; promover espacios de reflexión sobre los fundamentalismos y la importancia de construir una cultura lacia.

El encuentro cerró con una sobredosis de humor a cargo de la Compañía Mexicana de Teatro Cabaret “Las Reina Chulas”, quienes pusieron en escena reflexiones existenciales que han sido distorsionadas por los fundamentalistas religiosos, limitando con ello la libertad para reapropiarnos de nuestros cuerpos en todas las dimensiones, incluida la sexualidad.

Las y los participantes en el encuentro se llevan además de un momento de gozo, reflexiones y materiales de trabajo que contribuirán con su labor cotidiana a favor de una conciencia crítica que conjure los sentimientos de culpa y  el miedo y contribuya a la construcción de nuevas nociones de ciudadanía basada en la libertad, la igualdad y el respeto a la diversidad.

Elegida3


.продвижение сайта в интернете самостоятельнолифт рекламаbinary options live signals

TU BOCA ES FUNDAMENTAL CONTRA LOS FUNDAMENTALISMOS

Desde tiempos inmemoriales los cuerpos de las mujeres han estado sometidos al poder masculino a través de toda clase de violencia, incluyendo aquella que se ejerce desde el ámbito de las ideologías y las tradiciones.

Las religiones patriarcales constituyen uno de los poderes más antiguos y efectivos en la promoción de un orden de género jerárquico y desigual.

En esta edición de Cuerpos Sin Vergüenzas platicamos con María López Vigil, periodista, especialista en temas de religión y espiritualidad, cuentista y defensora de los derechos humanos, con quien profundizamos sobre qué son, cómo se expresan y cuáles son las consecuencias que tienen sobre las mujeres y las dinámicas sociales los fundamentalismos religiosos.

¿Qué son los fundamentalismos religiosos?

María López Vigil explica que hablar de fundamentalismos religiosos, también es equivalente a fanatismo o dogmatismo “cuando se habla de fundamentalismos religiosos está relacionado históricamente con la religión porque se fomenta una verdad revelada por Dios, es una sola, no se discute, hay que creer en ella, interpretada por un conjunto de hombres –Clero, pastores- y esas son las Iglesias (…) está asociado al literalismo, leer la Biblia en la letra y no en el espíritu”, dijo.

Explicó que estos fundamentalismos tienen como base tres grandes religiones monoteístas alrededor del mundo: la Judaica, el Islam y el Cristianismo; en nuestras sociedades, estos dogmas los trajeron los españoles hace 500 años, y producto de esta cultura dogmática, en América Latina, las instituciones más sólidas son el Ejército y la Iglesia Católica, y ahora también la Iglesia Evangélica.

DSC_0882

La libertad da miedo

Para López Vigil, uno de los factores que subyace para que las ideas y comportamientos fanáticos se propaguen, es que “la libertad da miedo”, y en un mundo de grandes incertidumbres y complejo “los fundamentalismos religiosos dan la seguridad de que en la Biblia está todo lo que tenemos que hacer, tu comportamiento moral, un todo poderoso que decide por vos. La libertad es acompañada de cierta inseguridad, amarran tus decisiones”, enunció.

Parálisis ciudadana

López Vigil piensa que una de las razones de la “parálisis ciudadana” es creer que Dios va a solucionar todos los problemas. Y expone que mientras la educación sea más deficiente, la sociedad esté más atrasada, los medios de comunicación no contribuyan a la propagación de la ciencia, habrá más predominio de los fundamentalismos religiosos porque tales dogmas “son todo lo contrario a la democracia, al pluralismo, el pensamiento crítico, la visión laica”.

Jesús de Nazareth fue solidario con las mujeres

De acuerdo a López Vigil, la supremacía sobre las mujeres está planteada desde el Génesis. Sin embargo, puntualiza que Jesús promovió la justicia social y la inclusión, se acercó y convivió con las personas oprimidas, las mujeres y personas enfermas.

“Jesús no difundió ni promovió ninguna religión, sino la ética de la convivencia”, relató. De esta manera, cuestionó las ideas que desde la religión se propagan y que exponen a la mujer a la violencia machista.

Fundamentalismos y derechos de las mujeres

Un Estado como Nicaragua que penaliza en las mujeres toda interrupción de embarazo, es un Estado fundamentalista, a criterio de López Vigil.

De igual manera, destaca que los fundamentalismos religiosos son estimulados por la ciudadanía cuando se piensa que dudar es malo, que interrumpir un embarazo no es correcto, que una buena mujer es aquella que aguanta a su marido y sus hijas/os, pero no es buena cuando denuncia por violencia.

Compartió que desde el dogmatismo, se fomenta el desprecio a la sexualidad de las mujeres porque hay “una religión aprendida desde el miedo y la culpa”.

DSC_0883

El terreno está preparado

López Vigil propone que sembremos dudas, platiquemos, provoquemos ideas, que nos encontremos con otras/os que también están dudando, que practiquemos una ética humana porque estamos interrelacionados con todo lo vivo. Rescata el poder de la palabra “hablando también se cambian realidades, no solo actuando”. De igual manera invita a vivir la espiritualidad como una ética transformadora “la religión es una aspirina, a veces ayuda. La espiritualidad es algo más grande pero exige más madurez humana”. 



.Perfeo PF-BOOM210технический аудит сайтаонлайн реклама

LA BASURA ES UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA, DEPOSITE TODO EN SU LUGAR

En Cuerpos Sin Vergüenzas cerramos la temporada verde del mes de agosto. Dedicamos este programa al tema de la basura. ¿A quiénes está afectando? ¿Cómo se practica la responsabilidad compartida? ¿Qué respuestas se han encontrado para dar solución a este problema?

Solo en Managua se producen aproximadamente 1500 toneladas de basura diariamente, donde un importante promedio termina en cauces o en predios vacíos.

Sobre el problema que significa la basura para todas/os, platicamos en cabina con Marcela Castillo, quien trabajó por muchos años como recolectora en el vertedero La Chureca y en la actualidad es operaria en la Planta recolectora de basura de Managua, que actualmente es una alternativa al manejo de la basura.

Los riesgos de recolectar basura

Marcela Castillo nos cuenta que desde los doce años llegó a vivir cerca del vertedero llamado La Chureca, el cual se convirtió en el basurero más grande de Centroamérica por más de dos décadas. Relata que siendo adolescente recolectaba basura casa a casa y con eso obtenía un poco de dinero. Más adelante, comenzó a recolectar basura en La Chureca donde los ingresos que tenía los utilizaba para la educación de sus hijos/as siendo madre soltera.

“Había gente que dormía en el vertedero porque las mejores horas para obtener material era de las seis de la noche en adelante, que era cuando llegaban más camiones. Aguantábamos frío, zancudos”, narra Marcela.

MarcelaCastillo

En este vertedero trabajaban personas adultas, niñas, niños y adolescentes, seleccionando papel, aluminio, plástico, cobre, bronce, llantas, para venderlos y obtener fuentes de ingreso “era muy duro, tenías que meterte mientras los camiones recolectores tiraban la basura, te aventaban los varones, nos decían vulgaridades, ofensas, era muy difícil para las mujeres agarrar material”, dijo.

Macela narra que estaban expuestas/os a un sinnúmero de riesgos en su salud; así como a accidentes porque en cuanto llegaban los camiones recolectores de la Alcaldía o vehículos particulares, ellas/os corrían para poder alcanzar algo. Entre enfermedades y accidentes, muchas/os murieron y quienes estaban aún expuestos a mayores riesgos, fueron mujeres, niñas, niños y adolescentes.

La Planta de Reciclaje

La Planta de reciclaje está ubicada en el mismo sitio donde estaba La Chureca, surge en respuesta a mejorar la problemática del manejo de la basura en Managua y también, para apoyar a las personas que día a día ponían en riesgo su vida recolectando en el vertedero.

Hoy en día, Marcela trabaja en esta planta como operaria, ella selecciona y recicla cartón y papel. Esto le genera un ingreso económico estable. También nos comentó que cuentan con asistencia médica para quienes laboran ahí y para sus hijas/os asimismo han logrado tener acceso a créditos.

“Pensé que era mentira lo de planta”, reiteró Marcela, puesto que era un tema que se venía hablando desde hace muchos años.

GrupoChureca

Reflexiones finales

La ciudad de Managua debe resolver grandes desafíos en cuanto a infraestructura, acceso igualitario a servicios básicos, educación, entre otros temas urgentes como los problemas culturales relacionados a la basura.

Para analizar este tema, hay que verlo desde distintos ángulos: cómo es el servicio público de recolección, cómo se aplica la ley por tirar basura, qué campañas educativas se están realizando, y sobre todo qué tipo de modelo económico está provocando un consumismo desenfrenado que provoca tanto residuo sólido que impacta en el medio ambiente y en la salud de la población, porque no basta decir que tenemos conciencia medioambiental sin una mirada crítica al sistema económico en su conjunto.

купить внешний жесткий диск москваcar tent cover costcojaguar xf car cover price

REPUDIAMOS LA VIOLENCIA MACHISTA

Entrevista con Norma Vázquez

Por Cristina Arévalo Contreras

Norma Vázquez se define como feminista, mexicana de nacimiento y residente en Bilbao desde hace 16 años. Es psicóloga, terapeuta y como tal se dedica al trabajo de atención a mujeres que han sido víctimas de violencia, pero que también han sufrido otras circunstancias dolorosas en sus vidas.

Su vínculo con Centroamérica data de finales de la década de los 80 mientras trabajaba en CIDHAL (Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano para América Latina) desde donde en conjunto con feministas centroamericanas exiliadas en México, desarrollaron un programa para capacitar a mujeres líderes que empezaban a organizar grupos feministas en la región.

Con estos grupos comenzó a trabajar en distintos temas de la agenda feminista incluyendo la sexualidad; posteriormente se centró en la violencia a partir del abordaje de las repercusiones de  la guerra en la vida de las mujeres salvadoreñas. Entre los años 92-98 vivió en este país al cual sigue vinculada de corazón y por razones de trabajo.

Hace unos días estuvo en Managua y tuvimos la fortuna de escucharla en un seminario organizado por el Programa Feminista La Corriente, para analizar las causas estructurales de la violencia hacia las mujeres, en el cual participaron activistas del movimiento de mujeres/feminista de Nicaragua.

A pesar de trabajar en un ámbito que resulta doloroso y frecuentemente desgastante, Norma mantiene un cierto optimismo, consciente de que no verá el fin de la violencia, pero espera “que no pasen más de diez de generaciones sin que esto se termine”.

¿De qué se habla cuando nombramos la violencia contra las mujeres?

Se habla de muchas formas de violencia. Hace 25 años en México cuando empezamos a trabajar el tema de la violencia, nuestra atención se centraba en las agresiones sexuales, -la violación en el Código penal estaba menos castigada que el robo de una vaca-; hicimos e impulsamos la primera legislación contra el acoso sexual en el ámbito laboral. Durante mucho tiempo estuvimos trabajando esas formas de violencia que con el paso del tiempo se han centrado muchísimo más en la violencia en la pareja.

Cuando hablamos de violencia, aunque ahora se identifique con lo que ocurre en la pareja heterosexual porque ciertamente es una de las manifestaciones más frecuentes, hablamos de las distintas expresiones de violencia que se dan en el mundo y que tienen un significado.

Cuando yo hablo de violencia machista, pretendo hablar de todas las formas que se dan en todos los lugares, contra todas las personas que rompen con los estereotipos del sistema sexo-género-sexualidad, transgreden esos roles y con su cuerpo, sus prácticas y sus deseos, enfrentan esa forma patriarcal de limitar nuestras posibilidades.  Yo hablo de violencia como una manifestación de poder de quien puede y quien lo tiene para atacar, por un lado a estos cuerpos rebeldes y por otro lado las mujeres.

DSC_0770

¿Por qué se habla de violencia machista, violencia sexista y violencia contra las mujeres?

Interesa mucho despolitizar este tema. Los gobiernos suelen hablar de violencia doméstica y ahí meten todo; y tú hablas de la violencia que sufren las mujeres y entonces dicen que los viejitos, los niños y también algunos hombres son maltratados. Entonces la violencia doméstica tiene ese significado de despolitizar.

La violencia de género en su día fue un concepto más analítico que ayudaba a ver la violencia contra las mujeres por razones de género, pero que ahora lo escucho tanto hacia hombres como hacia mujeres por razones de género. A medida que la lucha contra la violencia va tomando fuerza, hay un interés político de restarle fuerza y por eso cuando la violencia de género se empieza a usar indistintamente -y lo ves por ejemplo en documentos de agencias de cooperación-, cuando hablan de violencia de género contra los hombres, todo el concepto pierde fuerza política.

Porque cuando hablamos de la violencia machista o sexista hacemos énfasis en el carácter estructural de la violencia, no solamente de quien la ejerce, cómo se ejerce, sino de su carácter estructural; por qué la violencia contra las mujeres y contra todos los cuerpos rebeldes es funcional para el sistema, porque de esa manera mantiene la amenaza y el miedo.

Yo creo que la violencia machista o sexista no se va a asimilar por los distintos gobiernos, porque ponen el énfasis en la causa y resultan muy provocadores; pero muchos de ellos han aceptado y legislado violencia de género, violencia doméstica; aunque las definiciones no tienen nada que ver con lo que muchas feministas que estaban en organismos internacionales habían peleado; van siendo asimiladas algunas de las ideas del movimiento feminista por parte de los estados, pero se van desvirtuando.

¿Qué lugar ocupa o debería ocupar la lucha contra la violencia sexista en la agenda feminista?

Pareciera que sobre este tema no hay controversia; aparentemente todo mundo está en contra pero  no es verdad, es una trampa. Nadie te va a decir: “Yo estoy a favor de la violencia”, como sí dicen “Yo estoy en contra del aborto”.  La iglesia y los grupos más ultraderechistas te van a decir que están en contra del aborto, pero no que están en favor de la violencia.

Eso es la primera frase, luego rascas y empiezan los peros: pero es que las mujeres de hoy, pero es que los valores, pero es que… Ahí te das cuenta que no todo mundo está en contra de la violencia con la misma fuerza. O comienzan, a decir: pero es que las mujeres también son agresivas, pero es que los hombres también sufren, pero es que los perros, los árboles. Y entonces la violencia empieza a combinarse con todo lo mal que está la sociedad.

En esta semana en España hubo un caso que tuvo mucho impacto mediático: una chica que acompañó a una amiga que había dejado a su novio y le pidió que la acompañara a recoger las cosas a casa del exnovio, pues las ha matado presuntamente él. Salieron muchos posts en distintas páginas, y hay uno que recuerdo que dice: “Algún día se atreverán a mirar todo el dolor y la desesperación que lleva a los asesinatos”. Es decir, inmediatamente hay gente que empieza a intentar explicar la conducta asesina que no tiene explicación; pero lo intentan explicar en la conducta de las mujeres.

Por eso te decía que si bien es un tema que el movimiento feminista ha logrado que ocupe un lugar importante entre las mujeres y a nivel de los estados (porque es un problema de salud y de seguridad); sin embargo, el movimiento en contra también crece con bastante virulencia y tiene mucho eco en el sentido de que, cuando aparece un caso de un hombre víctima de algún tipo de maltrato, llena mucho más portadas que todos los asesinatos de las mujeres.  Hemos logrado ponerlo en un lugar central, pero las fuerzas en contra de las mujeres se han desatado y si bien no se atreven a decir: “Estamos a favor de la violencia o a favor de que las maten”; sí comenzamos a escuchar: “pero es que también ellas”, “es que también las mujeres”.

Por más declaraciones que hagan los Estados contra la violencia, si éstas no se concretan en medidas, dinero y leyes adecuadas, no están en contra de la violencia. Es políticamente correcto decir: “Estoy en contra de la violencia”, pero no hay realmente un compromiso de los estados en concreto para luchar contra la violencia; me atrevería a decir que de ninguno.

DSC_0776

¿Las feministas nos hemos centrado en explicar el ciclo de la violencia; que otros aspectos nos ayudarían a entenderla?

Entender el círculo de la violencia fue una manera de entender lo incomprensible: ¿Por qué una mujer vuelve con el hombre que la maltrata? Eso no lo entendíamos y puede que ni lo sigamos entendiendo. Si bien intentamos entender la conducta de las mujeres, lo que yo creo que todavía no alcanzamos a desmigar es lo complejo de las relaciones hombres-mujeres, las relaciones afectivo sexuales en donde unos patrones de atracción, de elección y de relación están cruzados por muchas construcciones sociales de lo que debe ser, de lo que es bueno, de lo que es sano.

Todo mundo se considera con la capacidad de dar consejos, te dicen cómo actuar, qué debes hacer; pero a pesar de tanta denuncia del movimiento feminista, no hay una discusión científica de por qué sigue ocurriendo la violencia. Y ya no hablo solo de los feminicidios, que son el extremo; no hablo de las relaciones de pareja y sus ciclos; hablo del origen mismo de la violencia desde que se empiezan a establecer relaciones afectivo-sexuales y hablo también de la violencia que se ejerce en las escuelas, contra las niñas y niños más vulnerables, contra quienes son diferentes. Hasta que no empiezan los suicidios, no hay políticas adecuadas.

Las feministas hemos escrito cantidad de veces y en miles de formas explicaciones sobre el ciclo de la violencia, pero hay mucho más que eso para entender la dinámica de la violencia y sobre todo, para ver cómo actuamos en el tema de la prevención antes de que se dé, y cuando se ha dado y esa mujer requiere comprender lo que le está pasando para poder salir de la violencia.

¿Qué relación hay entre la sexualidad de los hombres y la violencia contra las mujeres?

Ninguna. Ese es uno de los tantos mitos. La violencia no es una cuestión de sexualidad, es una cuestión de poder. Hay quien maltrata y se excita con el daño que está causando; incluso hay normas sociales, culturas, normativas de lo intangible en la sociedad, que informa cómo deben ser las relaciones, que legitiman aquello de que no hay mejor polvo o sexo que el que se haga después de una pelea. Eso está legitimando de alguna manera la violencia y relacionándola con la sexualidad.

La sexualidad tiene que ver con placer, la violencia con control. ¿Qué placer hay en violar o agredir a una niña? Hay un placer de control, eso no tiene nada que ver con la sexualidad. Tiene que ver con la perversión, con el daño y no pasa por el pene de los hombres, ni por los testículos, sino que pasa por su cabeza el hecho de que pueden controlar y salir impunes.

Cuando hacía talleres en El Salvador y decían las mujeres: “lo que pasa es que a nosotras se nos va el deseo sexual con la regla, nosotras descargamos cada 28 días y como los hombres no descargan, tienen más deseo y por eso necesitan más actividad, y como la mujer no se los da, pues tienen que abusar de ellas”; de esta manera normalizaban el abuso en las parejas y no parejas, como si tuviera que ver con la sexualidad masculina.

Si yo fuera hombre estaría indignado con esta idea de que la sexualidad masculina es incontrolable y que no se pueden quitar el ardor de ninguna manera, si no es agrediendo de alguna u otra manera. La sexualidad es algo que podemos controlar, las mujeres lo hacemos y nos enseñan a hacerlo; los hombres también pueden aprender a hacerlo.

Es un mito que hay que desterrar de principio a fin, tiene que ver con el poder. Los talleres de violencia hay que darlos cuando hablemos de poder, de limitaciones de las mujeres para estar en el mundo, cuando hablemos del miedo, cuando hablemos de la seguridad; no cuando hablemos de sexualidad.

DSC_0783

¿Y qué papel deberían jugar los hombres en la lucha contra la violencia hacia las mujeres?

Para mí tienen mucho qué hacer, pero no diciendo: “pobrecitos, ellos también son maltratados” y que “el patriarcado también los oprime porque no los deja llorar”; pues que hagan talleres para llorar y luego se pongan a trabajar en serio. Un masculinista me teorizaba la triple violencia que sufren los hombres: la violencia de otros hombres, la violencia del sistema, la violencia de las mujeres que esperan de ellos que las protejan; era como para llorar con él y decir “pobres hombres”.

Claro que ellos son también producto del patriarcado pero tienen capacidad de cambio y tendrían que jugar un papel más fuerte en decir: los hombres estamos en contra, no solo indignarse y decir: “yo soy hombre y no me identifico, porque no agredo”. Ya sabemos que no todos los hombres agreden, pero no sabemos distinguir qué hombre agrede y cuál no, porque no traen una etiqueta o una marca que los identifique.

En vez de indignarse y decir “por qué me tienen miedo, si no le voy a hacer nada”; tendrían que entender ese miedo, respetar y decir “yo me voy”; pero lejos de eso, hay muchos interesados en decir: pero si somos buenos, pero si no todos. Ya sabemos que no todos los hombres maltratan, violan, matan.

¿Hay muchos silencios cómplices?

No solo silencios cómplices, ahora hay muchos activos en la “queja cómplice”, en decir: las mujeres no nos entienden, nos acusan, los hombres no somos, yo no soy”. A esto me refiero cuando rompen el silencio cómplice, por un lado van culpabilizando a las mujeres porque se sienten incomprendidos y cuando no, van de héroes, pretendiendo que les reconozcas que ellos defendieron a una mujer o que no le pegan a la mujer. Entonces ahora tenemos que estar levantando monumentos a los hombres que no pegan, igual que a los que cambian el pañal.

En las asociaciones de hombres lo que encuentro son lloriqueos de “pobrecitos nosotros, no nos entienden y hay que trabajar por las nuevas masculinidades”, lo que me parece un absurdo total que distrae del papel que sí podrían cumplir en la prevención de la violencia. Yo tampoco soy como todas las mujeres, sin embargo, cuando estoy en la calle soy un cuerpo de mujer; nadie se para a ver mis ideas y por tanto, eso no me protege de ser agredida.

¿Cuáles son algunos de los desafíos que tenemos las feministas en el abordaje de la violencia?

Muchos. Revisarnos nuestras propias ideas, mecanismos de sensibilización y prevención; le hemos dado mucho énfasis al tema del amor, que es un elemento importante, pero hemos reflexionado menos sobre lo que es la atracción. Hay que deconstruir toda esa ideología del amor que hace mucho daño, estas ideas de que “por amor tengo que aguantar”.

Habría que ver cómo fomentamos el amor propio, el amor a una misma, ya que eso impediría el meternos en una relación violenta, pero sobre todo las feministas tendríamos que cuestionar esos modelos sociales de los hombres que son agresivos y atractivos, porque ¿cómo es que resultan tan atractivos hombres que son violentos?.

Qué decimos de todo eso que se teje en la atracción. Las chiquillas de 12 o 13 años que están empezando sus primeros pasos, lo que ven son modelos que se han construido sobre la base de asimilar al hombre fuerte, agresivo, que no se deja, que consigue lo que quiere y eso les parece el hombre ideal. Sobre todo lo que es la construcción social del enamoramiento, del amor, del deseo, de la atracción, de la elección, todo esto deben ser mecanismos de reflexión, de sensibilización y de prevención.

También tendríamos que revisar lo de poner en primer lugar la denuncia. Yo estoy a favor de la denuncia y que se empiece a hacer un tema policial-judicial, porque es la única manera como se va a combatir la impunidad, pero en ninguna parte del mundo tenemos sistemas judiciales que sean lo suficientemente ágiles y comprensivos para que garanticen la seguridad de las mujeres. La denuncia no se convierte en un elemento que garantice la seguridad de las mujeres, al contrario, en muchísimas ocasiones las pone en más riesgo porque no hay mecanismos ni recursos suficientes para protegerlas.

Yo estoy a favor de que ella actúe y en la actuación pueden ir muchas cosas, desde hablar con tus amigas, con tus hijos, con tus vecinos para que te lleven a analizar por qué quieres seguir con ese hombre.  Si todas las mujeres denunciaran se podría actuar, aunque esa es también una de las mentiras, porque ¿qué capacidad tiene la policía para hacer seguimiento de todas las mujeres que ponen denuncia, si los juzgados están colapsados porque no pueden atender todo?; entonces, ¿de qué sirve la denuncia si no vas a tener un sistema policial-judicial que te resuelva?.

Pareciera que es muy fácil denunciar, cuando sabemos que es terriblemente difícil para las mujeres, por nuestra identidad, por las cuestiones materiales, por el enganche emocional, por dependencias de todo tipo, por el qué dirán, por la presión de la familia, de los hijos; es un camino súper difícil y parecería que la solución está en el ámbito de lo judicial. Pero siempre hemos dicho que la violencia tiene que ver con la desigualdad, no con el código penal.

DSC_0768

¿Y con las jóvenes que hay que trabajar?

Las jóvenes están confundidas porque los modelos de atracción siguen siendo los mismos que los que tenía yo a mi edad. ¿Te acuerdas de la telenovela “Quinceañera” de los años 80 que causó mucho furor juvenil; en aquél entonces se hizo una encuesta de quién era el que más atraía, y era el violador; Pancho no resultaba atractivo porque era demasiado bueno y resultaba tonto, el otro era el que atraía a las chicas. El modelo de atracción era ese y sigue siendo ese hoy; parece que las chicas necesitan seguir sintiéndose protegidas. Eso no ha cambiado.

Pero en la época de Quinceañera no había una abierta sexualidad de las mujeres, había amores puros y castos; una sexualidad protegida y prohibida para las chicas; sin embargo, hoy el discurso sexual es bastante distinto, en ciertos sectores parece que la manera de triunfar de las chicas es acostándose con cuanto chico quieran y se los proponga; luego esta chica comienza a ser considerada como mala, como puta y resulta que no tienen los mismos derechos que el chico.

No ha cambiado el modelo de atracción, la doble moral, las conductas sexuales de las chicas siguen siendo más criticadas que las de los chicos; pero en cambio, las chicas tienen presión para no ser consideradas fresas o apretadas. Hay muchas chicas que no quieren, porque si tienen sexo con ese chico saben que va a hablar mal de ellas, por qué lo van a hacer a sabiendas de que ese no es alguien que te respeta, sino que va a ir a contárselo a sus amigos y eres una cruz más en el cinturón.

A las chicas les importa mucho porque están en plena construcción de su autoimagen, de su identidad, de sus deseos, de sus gustos y ahí se confunden muchísimo, porque en una pretendida modernidad siguen teniendo fuerza los modelos de atracción, de amor, del sueño que va a llegar el chico que te salva; y chocan con esta otra idea de la mujer moderna que controla su cuerpo y su sexualidad. No me extraña que se confundan y que la violencia puede que se incremente.

Con este panorama ¿qué rescatas?

Tendremos que seguir trabajando para que las mujeres pongan en un primer lugar su deseo de ser feliz, de respetarse, y que puedan defender eso y no otras circunstancias que las hacen seguir con un hombre que las maltrata. El que no salgan rápidamente de una relación, no es para desesperarnos ni decepcionarnos.

Las feministas hemos logrado la visibilización del problema de la violencia y que no se normalice aunque los hombres quieran normalizarlo o incluso las mujeres y las autoridades; siempre está el movimiento feminista para decir que no es normal que estén matando a tantas mujeres, y que las mujeres no se mueren, las matan, nos matan. Ahora tenemos declaraciones internacionales, movilizaciones masivas en todas partes del mundo, protestas y ese es un gran logro de las feministas.

En esos años quizá éramos muy jóvenes y sabíamos poco de la vida, cuando pensamos que con esto bastaba y no contemplábamos que la reacción de los hombres iba a ser tan fuerte. Yo por lo menos eso me digo a mí misma: yo sí creía sinceramente en la bondad humana y que la violencia es mala y que íbamos a avanzar mucho más rápido de lo que hemos avanzado, hasta que hace algunos años, tuve que comenzar a pensar que esto no era tan sencillo y darme cuenta que a los hombres les cuesta muchísimo y no están dispuestos de ninguna manera a renunciar al poder.

Después de escuchar los resultados de una encuesta en una universidad estadounidense, en la que les preguntaban a los chicos cuántos de ellos estarían dispuestos a violar a la cheerleader  si supieran que iban a quedar impunes; una abrumadora mayoría dijo que lo haría. Es preocupante ver cómo opera en la fantasía masculina esto de: voy a hacerme por la fuerza, es decir violar; he empezado a pensar que no es tan fácil y que la reacción del sistema masculino es muchísimo más fuerte y más en contra de perder el control sobre las mujeres y por lo tanto de ejercer el poder sobre las mujeres.

Por eso yo digo que me voy a morir sin ver terminada la violencia contra las mujeres porque es funcional al sistema. Espero que las próximas generaciones, recogiendo lo que nosotras hemos hecho y reflexionado, puedan encontrar vías para que esto avance.

No veré el fin de la violencia, pero espero que no pasen más de diez generaciones sin que esto se termine.

.trading psychology by mark douglasמקרהביטוחרכבcar plastic sun protection

EL AGUA ES UN DERECHO HUMANO DE TODAS Y TODOS

En esta edición de Cuerpos Sin vergüenzas conversamos con Elia Margarita Gutiérrez, responsable de relaciones institucionales de Ongawa, y con Clara Murguialday, consultora feminista que trabaja desde hace varios años en el tema de las mujeres y el agua.

Nicaragua un país con sed

El agua es un recurso estratégico para el desarrollo económico y social de Nicaragua, país que suma más de un centenar de fuentes hídricas entre ríos, lagos y lagunas. Sin embargo, las aguas superficiales del país están siendo contaminadas en gran medida por actividades humanas como la minería, el uso de agroquímicos e incluso desechos domésticos.

Según comenta Margarita Gutiérrez, el panorama actual del país arroja datos que estiman que solo “el 33 % de la población que habita en zonas rurales tiene acceso al servicio de agua potable”, lo que convierte a Nicaragua no solo en un país con limitaciones respecto al acceso del agua de calidad, sino que lo convierte en un país con sed.

margarita

Desde el año 2007, en Nicaragua se publicó la Ley General de Aguas Nacionales, Ley 620, donde se explica que es deber del Estado priorizar las aguas para el consumo humano. Margarita Gutiérrez explica que los pobladores, con el propósito de no esperar las resoluciones del Estado, se organizaron en los CAPS o Comités de Agua Potable y Saneamiento. Los CAPS se encargan de gestionar y tecnificar el acceso del agua potable a las comunidades rurales y legalmente constituidas se contabilizan 5, 800.

Brechas de género en el acceso al agua

“Todo el mundo sabe que el agua es asunto de mujeres”, destaca Clara Murguialday, quien nos comparte que la responsabilidad de buscar el agua para el hogar y darle un uso adecuado siempre ha sido de las mujeres.

Por otra parte, al introducir el sistema de agua potable a las comunidades rurales, las brechas de género en cuanto a su gestión se visibilizan más, incluso desde la formación de los CAPS, donde “las mujeres han estado muy ausentes de los cargos técnicos y tomas de decisión, lo que no les deja un panorama amigable”.

Clara

Para reducir esas brechas de desigualdad, se han desarrollado iniciativas conjuntas para la formación de escuelas de liderezas a través de la educación popular feminista. Estos procesos de formación buscan el empoderamiento político de las mujeres rurales, porque se ha determinado que “el (tema del) agua organiza a las mujeres mucho más que otros temas que las feministas estamos acostumbradas a manejar”, concluye Clara Murguialday.

partypoke24option downiPhone 6