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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define “salud” como “un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Establece pues, una relación directa entre el estado de salud de las personas y la calidad de los
vínculos sociales.

Nicaragua es un país empobrecido, con profundas brechas de desigualdad que afecta a la mayoría
de los hogares del campo y la ciudad, con altos índices de violencia machista que afecta
particularmente a las mujeres y otros cuerpos feminizados.

Al panorama anterior debemos sumarle las consecuencias del Covid 19, una pandemia que
todavía hace estragos, aunque el estado niegue miles de muertes y enfermedades derivadas del
virus; así como el estado de miedo e incertidumbre que se ha instalado como consecuencia de la
represión desatada a partir de abril del 2018.

La migración de miles de nicaragüenses también ha supuesto la separación de las familias, el
debilitamiento de las redes de apoyo y el duelo que supone alejarte de los seres queridos de
manera forzada.

Sobre las mujeres recae la gestión no solo las urgencias propias de la sobrevivencia, sino el
impacto que emocional que los problemas antes señalados tienen sobre sus familias, que muchas
veces pueden llegar hasta la depresión.

En este podcast conversaremos con dos psicólogas feministas acerca de la salud mental de las
mujeres y la ausencia de políticas para atender esta dimensión de la salud.

El 8 de marzo, un día para conmemorar la historia de lucha de las mujeres que en todo el mundo
denuncian al patriarcado y exigen el fin de la violencia machista que se ha cobrado millones de
víctimas. Es un día para afirmar nuestro compromiso con la libertad de todas las mujeres, en
todos los ámbitos de la vida, empezando por sus propios cuerpos.

En Nicaragua, las mujeres hemos conmemorado el 8 de marzo en medio de una creciente
represión que incluye la más absoluta prohibición a cualquier manifestación pública desde el año
2018, el cierre de más de 200 organizaciones de mujeres/feministas, el encarcelamiento de
decenas de mujeres por denunciar la violación de derechos humanos, el destierro y exilio de más
de 170 activistas y la desnacionalización de más de 20 mujeres comprometidas con la
democracia.

En esta pobre Nicaragua miles de niñas y adolescentes son obligadas a cargar con el peso del
abuso sexual y embarazos forzados; decenas de mujeres son víctimas de femicidio, miles de
mujeres se ven obligadas al exilio agobiadas por la pobreza y la violencia, miles de mujeres
cargan con el peso de la sobrevivencia ante la ausencia de políticas de cuidado por parte del
Estado.

Por quinto año consecutivo las mujeres nicaragüenses no podremos salir a las calles para hacer
visible la existencia de un amplio movimiento que reclama justicia e igualdad, pero una vez más
hemos encontrado nuevas formas para expresarnos, porque para las feministas el silencio frente
a tantos abusos, no es una opción.

Este podcast de Cuerpos Sin Vergüenzas es un homenaje a todas las mujeres que a pesar de
tantos obstáculos continuando actuando juntas para reparar los daños que dejan las dictaduras y
todos los poderes que niegan derechos a las mujeres.

Es también una forma de agradecer a todas las mujeres que, desde sus lugares cotidianos, sus
hogares, sus redes, sus centros de trabajo, sus creaciones artísticas, sus sexualidades, sus
expresiones de género, sus redes de activismo, nos recuerdan que los cambios apuntalados por el
feminismo son imparables.

TODAS LAS MUJERES, TODAS LAS EDADES…

El feminismo como movimiento social que denuncia los agravios sufridos por las mujeres de todos los tiempos a consecuencia del predominio de sociedades patriarcales, capitalistas, sexistas y racistas, es expresivo de muchos cuerpos que se encuentran desde experiencias vitales ancladas en las adscripciones de género.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos sobre los vínculos entre feministas jóvenes, medianamente jóvenes y mayores con trayectorias diversas en los espacios movimientistas, así como, tensiones y desafíos.

Nos acompañó en cabina Yodaly Beteta quien compartió los hallazgos de su investigación sobre dinámicas de poder en las relaciones intergeneracionales en el movimiento feminista nicaragüense, resultado de su maestría en género y desarrollo.

Ampliar la mirada

Yodaly reconoce que su interés en auscultar en las relaciones intergeneracionales en el movimiento feminista es porque las dinámicas de poder son una realidad que influye en la construcción del activismo feminista, además que trastoca su realidad, le motivó “ampliar la mirada hacia otras verdades” poder reconocer la necesidad de este debate, de hablar de las tensiones desde una perspectiva interseccional.

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“Cada estructura aborda desde su verdad”, apunta Yodaly, al afirmar que con su investigación intenta hacer eco de trayectorias diversas y “relacionarlas con un todo”, jóvenes, adultas, de áreas rurales y urbanas, mujeres “que construyen feminismo, que hacen rico y único el activismo feminista”.

Principales hallazgos

Los criterios que tomó en cuenta para su estudio fueron feministas organizadas jóvenes y adultas, con recorrido como activistas, que comparten feminismos con otras mujeres diversas en edad, etnia y orientación sexual.

Yodaly explica que las dinámicas de poder sí están presentes en el movimiento feminista “pero la edad no es la base”, dijo. En estas dinámicas de relacionamiento subyacen otras intersecciones como la clase, tensiones como la falta de reconocimiento del aporte de otras mujeres desde sus propias experiencias, así como la figura de la madrina política “tensiones de las que no se hablan, no queremos hablar de cosas que incomodan”, refiere.

La investigadora expone que “el poder es una experiencia multiforme, todas las personas que construimos relaciones tenemos poder”, por ello es una necesidad el ser autocríticas para seguir construyendo movimiento reconociendo que “el activismo feminista es diverso”.

SOY Y SERÉ MILITANTE DE LA CAUSA FEMINISTA 

La lucha contra la dictadura somocista y su derrocamiento en 1979, así como las luchas revolucionarias de los 80, contó con la amplia participación de mujeres nicaragüenses, que trastocando mandatos conservadores, ocuparon lugares de vital importancia en todos los ámbitos de la transformación social desarrollada en ese contexto de revolución.

Esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas forma parte del especial de julio, como un esfuerzo del Programa Feminista La Corriente para aportar a la construcción de la memoria histórica de la participación de las mujeres en el proyecto revolucionario.

En cabina nos acompañó Olga María Espinoza, fundadora de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) en 1978 y de la primera Secretaría de la mujer quien compartió recuerdos imborrables sobre su experiencia en esta etapa histórica.

ATC: Un semillero de mujeres muy importante

Olga María Espinoza cuenta que en 1978 se realizó el primer congreso campesino bajo la clandestinidad en Diriamba, donde se concentraron obreras y obreros agrícolas para hablar sobre sus necesidades y demandas.

Ella afirma que la ATC fungió como “un semillero de mujeres muy importante”. Desde este espacio las mujeres asumieron muchos trabajos sociales y políticos con énfasis en el fortalecimiento de la organización sindical en haciendas cafetaleras.

Las obreras eran acusadas de no cumplir las normas del trabajo agrícola para mejorar la economía, en ese sentido las compañeras feministas aportaron desde la investigación, haciendo visible la doble o triple jornada de las obreras agrícolas, así surgen las secretarías de la mujer y se empieza a cuestionar los roles de la desigualdad de género.

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Olga María Espinoza

Se logró institucionalizar una asamblea nacional anual de mujeres en la que denunciaron otros problemas que les afectaban directamente, sobre todo lo que tenía que ver con el abuso y acoso sexual y el chantaje; agresiones que eran ejercidas por los mismos dirigentes de sindicatos y otros hombres con puestos de menor jerarquía.

También demandaban que bajaran las cargas laborales a las mujeres, igualdad en los salarios, políticas más específicas para las mujeres, tener derecho a espacios organizativos propios de las mujeres así como la autonomía del partido.

Olga María cuenta que estas demandas empezaron a incomodar al FSLN al punto que en una asamblea nacional de la ATC los dirigentes se levantaron y dijeron “no hay más debate, se hará solo lo que diga el frente sandinista”. Esto les indignó y comenzaron a trabajar desde lo interno al margen de las secretarías. De este momento histórico, Olga María recuerda una consigna que utilizaban: “paz en la calle, en la cama y en la casa, en el país”.

“Tuvimos una participación desmedida en el proyecto de la revolución”

“Las mujeres tuvimos una participación desmedida en el proyecto de la revolución” reflexiona Olga María y comenta que la participación de las mujeres fue desde los frentes guerrilleros hasta la lucha política en lo urbano y lo rural donde a las mujeres se les encomendaban grandes tareas que en muchas ocasiones solo ellas las podían hacer por la facilidad de disfrazarse frente al riesgo de ser descubiertas en esa clandestinidad.

Olga María narra que aprendió mucho “reconocí una identidad diferente a la socialmente impuesta, se venía cayendo lo que se decía de las mujeres, que éramos el sexo débil, yo estaba en la semiclandestinidad, reconocí la valentía y la rebeldía, desafiamos todos los peligros, teníamos una motivación de rebeldía, dejarlo todo por la lucha, visualizábamos una vida mejor”.

Rupturas

Nuestra invitada recuenta que con la derrota del FSLN se marca una ruptura con este partido desde las mujeres y aquellas que sobre todo, se venían reconociendo como feministas y así van surgiendo nuevas formas de organización y participación política.

Recalca que desde lo jurídico hay muchos pendientes con las mujeres y reconoce que participar en el proyecto revolucionario aportó a la organización y participación de las mujeres obreras agrícolas y a las mujeres en su diversidad, les aportó a la construcción de un movimiento “perdí miedo al feminismo, el feminismo me botó las vendas”, añade.

Olga María rindió homenaje a mujeres que también participaron en el proyecto revolucionario, mencionó nombres como: Cristina Rodríguez, Esmeralda Mendoza, Ismelda, María Castillo, Santos Buitrago, María Castillo, Flor Monterey, María Teresa Blandón. Algunas de ellas ya han fallecido y otras siguen aportando a la emancipación de las mujeres desde distintos espacios.

 CUERPOS QUE DESAFÍAN Y CONSTRUYEN NUEVAS REALIDADES

FEMINISTAS CENTROAMERICANAS EN MOVIMIENTO

Reunidas en Nicaragua, en el corazón del istmo centroamericano, nosotras feministas diversas, transgrediendo fronteras impuestas y convocadas por la necesidad de compartir nuestros sentimientos, pensamientos y deseos:

HACEMOS PÚBLICO

  • Nuestro repudio contundente al sistema neoliberal que impone en nuestros territorios políticas de desarrollo elitista, dañinas para el tejido social, que destruyen nuestros bienes comunes y minan nuestras posibilidades de futuro.
  • Nuestro rechazo a la militarización, el armamentismo, el autoritarismo y las diversas formas de violencia que se ensañan con crueldad en quienes habitamos esta región, particularmente en los cuerpos de las mujeres, niñas, niños y juventud inerme.
  • Nuestra condena a todas las formas de opresión, fundamentalismos políticos, culturales y religiosos que, amparados en la impunidad, limitan nuestra independencia y autonomía, violando el libre ejercicio de nuestros derechos.
  • Nuestro repudio a la cooptación de los Estados y sus instituciones por grupos de intereses espurios que buscan acumular poder en desmedro de las mayorías.

DEMANDAMOS

Que se garantice el ejercicio pleno de todos los derechos de todas las personas, sin exclusión ni limitaciones, especialmente los derechos sexuales, para que esta dimensión vital de cada ser humano se ejerza con libertad; que se erradique todos los mecanismos de dominación y violencia para el ejercicio autoritario del poder; que se respete a quienes se resisten a la imposición del sistema capitalista, patriarcal y racista.

MANIFESTAMOS

Nuestro compromiso como feministas por seguir aportando a la construcción de territorios seguros y libres, donde las mujeres podamos vivir disfrutando el ejercicio pleno de nuestros derechos.

Apelamos a la conciencia de quienes luchan por la democracia y la transformación social para hacer realidad los sueños compartidos de una Centroamérica donde todas las personas vivamos dignamente y en armonía.

Jornadas Feministas Centroamericanas

Managua, Nicaragua, junio 2016

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SEGUIMOS HACIENDO COMUNICACIÓN

Es mayo y Cuerpos Sin-Vergüenzas, el proyecto radial de comunicación feminista de La Corriente, cumple tres años al aire. Este ha sido un espacio que busca promover el debate y la crítica entre la opinión pública sobre temas relacionados con los derechos sexuales y derechos reproductivos, además de los que incluye la agenda feminista.

En esta edición preparamos un especial de lo que ha significado Cuerpos Sin-Vergüenzas para quienes estamos involucradas en el equipo de producción, compartimos pinceladas de algunos programas que hemos hecho durante estos tres años y también agradecimos a quienes nos han sintonizado y acompañado en cabina.

Por esta ocasión, nuestro programa fue conducido por Ariana McGuire, quien desde controles de Radio Universidad ha sido parte fundamental del equipo.

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De izquierda a derecha: Franklin Hooker, Rosi Castillo, Cristina Arévalo, Ariana McGuire y Elvis Salvatierra.

Equipo Sin Vergüenzas

María Teresa Blandón, directora de La Corriente señala que este programa de radio “aborda temas que son de suma importancia para la promoción de los DS DR, prevención de la violencia, la defensa de los derechos de las mujeres en general”. Ella es enfática al decir que “alguien tiene que hacerle contrapeso a la basura sexista, homo-lesbo-trans-fóbica, racista, a los fundamentalismos religiosos, que están presentes en grandes medios de comunicación”.

Cristina Arévalo ha conducido Cuerpos Sin-Vergüenzas desde su comienzo para ella “aunque solo es una hora al aire a la semana, es un trabajo súper complejo que si no fuera por un equipo que se apoya una a la otra, no podría salir al aire, es una muestra que se puede hacer comunicación feminista entre personas jóvenes y adultas y eso a mí me emociona, me da muchísimo gusto”, expresa.

Elvis Salvatierra también ha estado en el equipo de Cuerpos Sin-Vergüenzas durante los tres años, actualmente es responsable de la producción del programa y es la otra voz detrás del micrófono. Destaca la necesidad de producir comunicación para la igualdad y la diversidad y refiere que para ello es necesario “personas que hagan comunicación comprometida con ellos/as mismos/as y con la ciudadanía para no abonar a una comunicación perversa y desdeñable”.

Franklin Hooker lleva dos años en el equipo del programa, entre sus responsabilidades está la de realizar sondeos de calle y recalca que acercarse a la gente, percibir la realidad del día a día le ha permitido identificar que las personas tienen mucho que decir sobre temas considerados tabú en el plano de la sexualidad y comentó que esto permite “combinar la teoría con las opiniones que tiene la gente en la calle”.

Rosi Castillo es la integrante más joven en el equipo, comenta que ser parte de este programa le ayuda a construir y deconstruir su feminismo desde lo personal “ha sido una forma distinta de hacer radio, de hacer comunicación feminista”, menciona.

Por el equipo de Cuerpos Sin-Vergüenzas también han dejado huella otras personas que se comprometieron con la apuesta de expandir el feminismo al aire, a ellas nuestro agradecimiento, así como a Radio Ocotal Estéreo, quien reproduce cada viernes nuestras ediciones y también agradecemos a todas las personas que nos sintonizan fielmente en directo y mediante nuestro canal de Ivoox.