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Todas las feministas centroamericanas divinas =)

Desde el momento mismo de la Fundación del Programa Feminista La Corriente (1994) hemos propiciado espacios de encuentro entre activistas centroamericanas, porque sabemos a ciencia cierta que cuando las feministas se reúnen, se renueva la fuerza colectiva para transgredir todo aquello que condiciona la vida y la libertad de las mujeres, pero también los encuentros nos sirven para recordar que no estamos solas.

Estas memorias hace su mejor intento por recoger la abundancia de reflexiones y apuestas que compartimos durante dos días intensos de intercambio. Aunque es casi imposible lograr plasmar todo lo que ahí fue pensado, sentido y expresado, hemos retomado planteamientos expuestos en los grupos de trabajo y plenarias generales, en un ejercicio de síntesis siempre en proceso que deberán ser alimentadas por quienes tengan acceso a este documento.

La historia plural de los feminismos centroamericanos ha tenido menos oportunidades para su registro escrito en comparación con otras regiones del continente, en parte como consecuencia de nuestra tradición oral, pero sobre todo porque el activismo cotidiano frecuentemente no nos da tregua, por ellos estas memorias también constituyen un aporte a la construcción de la memoria colectiva tan necesaria para dejar constancia de los aportes del feminismo a nuestras sociedades.

Memorias JFC 2016

El Programa Feminista La Corriente de Nicaragua fue la organización encargada de organizar este espacio de diálogo sobre la lucha contra la hegemonía patriarcal y capitalista. El debate feminista giró en torno a diversas estrategias para generar nuevas narrativas que desafíen la situación actual de las mujeres en Centroamérica.

El pasado junio de 2016 se celebraron en Managua, Nicaragua, las Jornadas Feministas Centroamericanas 2016, que tuvieron como lema central: “Cuerpos que desafían y construyen nuevas realidades”, donde se reunieron alrededor de ochenta activistas procedentes de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala. Asistieron tanto fundadoras del Programa Feminista La Corriente, como mujeres jóvenes, con el objetivo de alentar el diálogo intergeneracional; asimismo, mujeres afrodescendientes, indígenas, trabajadoras sexuales, lesbianas, mujeres trans, y bisexuales.

Este video evidencia el estado de los feminismos centroamericanos de cara a las luchas que actualmente enfrentan las mujeres en la región.

HASTA SIEMPRE GLADYS

Gladys vivió 74 años en un país terrible, como muchos paises del mundo. Honduras sometido por dictaduras sangrientas que descabezaron al movimiento popular en la década de los 70/80, base militar del gobierno de Estados Unidos, víctima de huracanes devastadores, atravesado por el narcotráfico y la corrupción. Honduras, país empobrecido y herido por la violencia.

Gladys libró todas las luchas: por la soberanía, por la justicia social, por los derechos laborales de la clase obrera, por la paz, por los derechos de las mujeres: de todas las mujeres. Pero siempre tuvo claro por la propia experiencia, que ser mujer y ser pobre constituyen dos caras inseparables de la dominación patriarcal y capitalista.

Vital, honrada, desafiante, dulce, divertida, cautelosa, desbocada, transcurrió por la vida haciendo lo que más le apasionaba: oponerse a todos los poderes opresivos y apoyar todas las causas que le parecieron justas. Por eso fue sindicalista y feminista.

Ella junto al Movimiento de Mujeres “Visitación Padilla”, constituían uno de los principales referentes en la defensa de las mujeres víctimas de la violencia machista en su país. Muchos funcionarios del poder judicial y del propio gobierno les tenían miedo y seguramente por eso les montaron un juicio en el que finalmente Gladys fue condenada, para vergüenza de quienes adoptaron tan arbitraria decisión.

Como en todo, también fue víctima de intrigas y amenazas que ella sobrellevaba con una mezcla de pesar e ironía. Tenía ella la sabiduría de intentar, de esperar, de retirarse cuando se habían agotado todas las posibilidades de diálogo y de volverlo a intentarlo si era necesario para apoyar a las mujeres.

Afortunadamente Gladys fue respetada, amada y reconocida por mucha gente, incluyendo activistas del movimiento de mujeres en Honduras y Centroamérica, activistas de otros movimientos sociales, hombres y mujeres de la prensa independiente de su país, organizaciones de cooperación al desarrollo. Muchas personas nos movilizamos frente a las embajadas de Honduras en Centroamérica para exigir a este gobierno que cesara en su hostilidad hacia ella y la organización que representaba hasta hace algunas horas.

En diciembre del 2014 organizamos un evento centroamericano para conmemorar los 30 años de recorrido del Movimiento de Mujeres Visitación Padilla en donde ella compartió el legado histórico de la organización. Participó en las dos últimas jornadas feministas centroamericanas organizadas por La Corriente en el 2014 y 2016. Siempre atenta, reflexiva, cercana a todos los desafíos feministas colocadas en estos momentos de encuentro.

Sus amigas Chonas la regañaban porque que no se cuidaba todo lo que ellas suponían que debía; ella se resistía a todo tipo de control, porque así fue toda su vida. Ellas querían que descansara un poco y ella quería aprovechar su tiempo para seguir acompañando a las mujeres en su reclamo de justicia.

Se murió rápido y yo tenía que escribir sus memorias. Me dijeron que había superado la crisis y me quede tranquila. Ella supo que yo la amaba y la admiraba profundamente. Se lo dije cada vez que tuve la oportunidad. Pero mucho antes de morirse ella ya formaba parte entrañable de la revolución de las mujeres en Honduras y Centroamérica.

Abrazo a todas las compañeras Chonas que hoy viven el duelo de su muerte. Junto a ellas seguiremos celebrando la vida de nuestra amada Gladys.

María Teresa Blandón Gadea.

FEMINIMOS CENTROAMERICANOS

Las Jornadas Feministas Centroamericanas 2016 reúnen en Nicaragua a activistas de toda la región para aunar fuerzas en el movimiento por los derechos de las mujeres.

El pasado fin de semana se celebraron en Managua, Nicaragua, las Jornadas Feministas Centroamericanas 2016, que tuvieron como lema central: “Cuerpos que desafían y construyen nuevas realidades”, donde se reunieron alrededor de ochenta activistas procedentes de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala. Asistieron tanto fundadoras del movimiento y del Programa Feminista La Corriente como mujeres jóvenes, con el objetivo de alentar el diálogo intergeneracional; asimismo, mujeres afrodescendientes, indígenas, trabajadoras sexuales, lesbianas, mujeres trans, y bisexuales.

La Corriente de Nicaragua fue la organización encargada de organizar este espacio de diálogo sobre la lucha contra la hegemonía patriarcal y capitalista. El debate feminista giró en torno a diversas estrategias para generar nuevas narrativas que desafíen la situación actual de las mujeres en Centroamérica. En las jornadas se destacó la necesidad de generar autonomía y construir alianzas políticas:

Esperanza White, activista feminista de la costa caribe nicaragüense, hace hincapié en la importancia de unir las diferentes reivindicaciones que tienen lugar dentro del movimiento feminista:

Me llena este pensamiento: “La fortaleza de las mujeres está en las diferencias de cada una de nosotras… Lesbianas, indígenas, con discapacidades, afrodescendientes, trans, heterosexuales… cuerpos diferentes con la misma alma y problemática…” E. White. ‪#‎JornadasFeministasCA2016

Durante el debate se cuestionó cuál es la participación de las mujeres en la comunidad y el espacio público. Sobre la relación que el movimiento feminista debería tener con el Estado, las activistas feministas guatemaltecas opinan que:

“Las mujeres tenemos una relación bipolar con el Estado de Guatemala, es una relación de exigencia para que se garanticen nuestros derechos y lo cuestionamos por ser patriarcal.” ‪#‎JornadasFeministasCA2016

Además, las activistas hablaron sobre el retroceso de derechos que las mujeres están experimentando. Por su parte, las hondureñas han expresado su malestar tras muchos años de activismo:

Honduras: “Las comunidades han entrado en un espacio de desesperanza.” ‪ #‎JornadasFeministasCA2016

Por ese motivo, y para desarrollar estrategias en la continua lucha contra la opresión que sufren a diario, las activistas feministas de El Salvador apuestan por el autocuido:

El Salvador: “Debemos ponerle mucha atención al autocuido y debemos tomarla como una estrategia política del feminismo.” ‪#‎JornadasFeministasCA2016

Otro de los temas a debatir fue la violencia sobre los cuerpos de las mujeres. Reflexionaron sobre los esfuerzos que ha hecho el activismo feminista para erradicar la violencia contra las mujeres, y la creación de nuevas estrategias y ámbitos de trabajo. Destacaron que los casos de trata de personas están aumentando, y que hay que generar espacios donde se pueda trabajar con las niñas desde una edad temprana, antes de los quince años, con el desarrollo de nuevas metodologías lúdicas.

En la plenaria de cierre, las activistas han expresaron que la lucha continúa:

“Hay que hacer un balance de los últimos 30 años… Lo que estamos discutiendo hoy sobre las tensiones generacionales y otras, es lo mismo de hace treinta años pero en nuevos contextos… Este es un momento en el que deberíamos intentar buscar cuáles son las salidas posibles a la situación que nos enfrentamos hoy, pero con nuevos actores. Tenemos que trabajar en la gestión del conocimiento feminista… difundir, socializar, compartir la historia. El patriarcado está gordísimo, violento, depredador, porque hicimos poco es desestructurar imaginarios patriarcales.” ‪#‎JornadasFeministasCA2016