La maternidad como mandato asociado al embarazo, es uno de los rasgos fundantes de las sociedades occidentales junto a la imposición de modelos nucleares de familia, que en muchas sociedades, resquebrajaron las dinámicas de familias extendidas en estrecha conexión con las redes comunitarias para la reproducción y el cuidado.
A través de una determinada ideología de la maternidad, se garantiza que todas las mujeres nos dispongamos a cumplir este mandato, que como sabemos está rodeado de potentes discursos que subliman esta función social.
Los medios de comunicación y la publicidad comercial por intereses más mercantiles que amorosos, reproducen casi de manera inercial, mensajes emotivos para lograr que la gente consuma en honor a las madrecitas.
Acercándonos a la celebración del 30 de mayo, día de las madres nicaragüenses, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos con María Teresa Blandón, directora del Programa Feminista La Corriente y activista del Movimiento Feminista de Nicaragua, quien compartió algunas reflexiones feministas en torno a la maternidad, tal y como se realiza en sociedades atravesadas por profundas desigualdades.
La maternidad tiene muchos claroscuros
María Teresa explicó que el discurso de la maternidad como realización absoluta de las mujeres, es sustentado por las iglesias que erigen como modelo ideal, la maternidad de María virgen, la madre de Dios.
Este modelo idealizado sirve como forma de medición de las maternidades que llevan a cabo las mujeres de carne y hueso. No obstante, para María Teresa, existe una gran brecha entre el ideal de la maternidad y lo que sucede concretamente en la realidad “las mujeres se enfrentan a muchos conflictos, ambivalencias (…) la maternidad tiene muchos claroscuros”.
María Teresa es enfática en decir que “la maternidad no tiene que seguir siendo vista como un hecho biológico, sino como una función social”, y en este sentido tiene que ser debatida. Sostiene que es necesario reconocer que “la reproducción y el cuidado son una responsabilidad de toda la sociedad y no debería de recaer únicamente las mujeres”.
Sobre el denominado instinto maternal, María Teresa asevera que “no es instinto, es repetición, como muchos otros mandatos”. En el transcurso de la entrevista, María Teresa explica qué relación tiene el arquetipo de la buena madre con la realidad que viven miles de mujeres en Nicaragua y el mundo. Nos expone cuál es el balance que hacen las feministas de las políticas públicas en materia de reproducción y de cuidados.
Les invitamos a escuchar y descargar esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas y conocer más sobre los principales aportes del feminismo en la deconstrucción del modelo arquetípico de la maternidad y en la defensa de la maternidad voluntaria.