El trabajo sexual, estigmatizado por nuestra sociedad, es una alternativa económica para muchas mujeres que lo ejercen, sin embargo la falta de reconocimiento del mismo como una actividad económica y la confusión con la explotación sexual, hace pensar que es una forma inmoral, indigna e inhumana de acceder a recursos para la sobrevivencia.
En esta edición de Cuerpos Sin-vergüenzas, María Elena Dávila, de la Asociación de Mujeres Trabajadoras Sexuales Girasoles, nos habla de las realidades que rodean al trabajo sexual, las implicaciones que tiene desarrollar esta actividad y lo que piensan acerca de las ideas religiosas y morales que circulan en la sociedad acerca del trabajo sexual.
Además, nos cuenta los principales avances que han alcanzado como organización y las demandas que siguen exigiendo al Estado, a la sociedad y los gobiernos locales, donde las trabajadoras sexuales organizadas ejercen incidencia para demandar sus derechos como ciudadanas.
Aquí pueden escuchar el programa completo: