¿Por qué trabajar los DSDR con jóvenes nicas?
Desde inicios de la década de los 90 el Programa Feminista La Corriente ha promovido los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos. A partir del año 2003 hemos puesto el énfasis en el trabajo con mujeres jóvenes.
Más de 400 mujeres jóvenes de distintas procedencias han participado en las actividades de formación. Las mismas han permitido el intercambio entre jóvenes urbanas, rurales, afrodescendientes; estudiantes; trabajadoras; lesbianas, transgéneras, heterosexuales y bisexuales y otras que necesitan definirse y continúan sus búsquedas.
La sexualidad como derecho y la maternidad como expresión de libertad para elegir, parte de la convicción de que los cuerpos de las mujeres son espacios de placer y libertad que nos habilitan para el ejercicio de la autonomía y la lucha contra la violencia.
A partir del año 2009, decidimos invertir también en la formación con hombres jóvenes interesados en reflexionar alrededor de temas como las masculinidades, las paternidades, la violencia y las identidades. Aunque el proceso con los hombres es más lento, consideramos una necesidad urgente, que los hombres jóvenes que están verdaderamente interesados en la equidad, rompan con sus privilegios de género.
Algunos de los nudos que limitan el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos en las y los jóvenes que han participado en los ciclos de formación son:
- El peso que sobre las jóvenes tiene el mandato de la maternidad es tan fuerte como el temor a ser madre sin que los hombres asuman su responsabilidad frente a la procreación.
- Las jóvenes experimentan un rechazo generalizado a la violencia e identifican formas sutiles en que ésta se expresa, especialmente en las relaciones de noviazgo, reclamando un cambio contundente por parte de los jóvenes.
- A pesar de la educación para temer a la sexualidad, las jóvenes reivindican la centralidad del placer en sus vidas.
- Las jóvenes están reflexionando sobre las distintas maneras de vivir la sexualidad, cuestionando la heterosexualidad. El intercambio entre jóvenes heterosexuales, lesbianas, homosexuales, bisexuales, ha sido de mucha importancia en este aprendizaje.
- En el caso de los hombres jóvenes, hemos identificado poca apertura a la vivencia de la sexualidad más allá de la genitalidad como otra manera de abrirse al placer. Así como el profundo desconcierto que les provoca la posibilidad de la homosexualidad.
- Así como el mandato de la maternidad tiene un peso fuerte en las mujeres jóvenes, la paternidad es un nudo profundo para los hombres jóvenes y se cuestionan si es un deseo o es una presión social por demostrar hombría.
Algunos desafíos que debemos continuar trabajando:
- Mantener en las agendas de las organizaciones feministas el placer como derecho.
- Recuperar el derecho a elegir la maternidad, incluyendo el derecho a no querer ser madre.
- Reflexionar con los hombres jóvenes sobre el derecho de las mujeres al aborto.
- Lograr que el movimiento feminista se impregne de la creatividad de las jóvenes en la defensa de sus derechos.
- Construir espacios entre jóvenes que fomenten una cultura democrática y la reflexión más profunda sobre el Poder al interno de los grupos de jóvenes organizados, esto implica una crítica al poder autoritario que plantea el feminismo.
- En el caso de los hombres, uno de los desafíos más grandes es cuestionar el Poder y desmontar sus privilegios.
- Y por otro lado, lograr que más hombres se involucren en la reflexión feminista de los derechos sexuales y reproductivos.