El pasado martes 15 de agosto el régimen Ortega-Murillo ordenó la confiscación de todos los bienes de la Universidad Centroamericana (UCA) acusándola nada más y nada menos de “terrorismo”.

La universidad jesuita con más de 60 años de existencia, era de lejos, la mejor universidad de Nicaragua tanto por los valores humanistas que encarnaba, como por la calidad de su oferta académica.

Junto a las 26 universidades confiscadas durante los últimos dos años, el cierre de la UCA completa la estrategia de acabar con la autonomía universitaria y el pensamiento crítico. Es también un acto de venganza en contra de comunidades educativas que han sostenido una postura crítica y de denuncia frente a la violación sistemática de derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura.

La indignación y el desconcierto que ha provocado la confiscación de la UCA en la sociedad nicaragüense y particularmente en el estudiantado, es enorme. Quienes tenían ciertas posibilidades se matricularon en la Universidad Autónoma de Managua, en donde el ejército es socio mayoritario, pero el régimen acaba de prohibir tal posibilidad.

En este podcast conversaremos con estudiantes para conocer el impacto que ha generado la confiscación de las universidades y particularmente de la Universidad Centroamericana.

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