LLANTO Y DOLOR

En la experiencia humana existen múltiples eventos que nos generan tristeza y sufrimiento: muerte de personas queridas, ruptura con amistades entrañables, rompimientos de pareja, etc. Las formas en que gestionamos estas experiencias son diversas en dependencia de la dimensión y el significado que le asignamos.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversaremos sobre este tema no solo porque se acerca el día en que nuestras sociedades conmemoran a sus muertos, sino porque durante los últimos meses hemos enfrentado la muerte de compañeras entrañables como Bertha Cáceres, Magaly Pineda, Gladys Lanza, Yeta Ramírez y Julieta Bendaña.

En cabina nos acompañaron Alicia Persico y Yanina Luna, con quienes conversamos sobre cómo mujeres y hombres experimentamos el dolor que suponen los duelos.

Los duelos significan dolor

De acuerdo a Alicia hablar de duelo es hacer referencia a “perder algo que para nosotros es muy significativo” y conlleva un proceso psicológico, espiritual, social, es decir, implica “un proceso de adaptación para vivir algo que hemos perdido, un periodo que hay que vivirlo, no esconderlo ni bloquearlo”, explicó.

“Los duelos significan dolor” mencionó Alicia, y la manera en que mujeres y hombres vivamos los duelos, depende del sentimiento que pongamos en los objetos y las personas. Para Yanina, los duelos son un “mecanismo de transformación de la energía que nos ha dejado lo que hemos perdido” y frente a estas situaciones experimentamos enojo, fracaso, frustración y adaptación/aceptación luego del dolor.

El duelo se encarna en nuestros cuerpos “lloramos, altera el apetito, nos molestan los ruidos, estamos muy sensibles, duele todo el cuerpo”, refiere Alicia para señalar la etapa de tensiones o ansiedades que se desencadenan con los duelos.

Yanina Luna

Yanina Luna

Siempre debemos decir lo que sentimos

Desde la mira de Alicia “vivimos en una sociedad que no valida las emociones”. Para ella, el problema no es la emoción, sino cómo la expresamos. Si en el proceso del duelo se bloquean todas las emociones como la sensación de soledad, de abandono, las alucinaciones, que están dentro de lo normal durante el proceso, se pueden generar patologías, detalló Alicia.

Nina piensa que se podría hablar que existen duelos no procesados bien y está relacionado a las resistencias que uno/a mismo/a se crea “porque no nos hemos permitido vivir el dolor y los sentimientos que genera la pérdida”, dijo. Y añadió que el poder decir lo que sentimos nos da “una tranquilidad que te ayuda en el proceso de sanación”.

Alicia afirma que “tenemos mucho miedo a la muerte” y es por ello que esta se vive con morbosidad y culpa. Igual que Yanina, piensa que expresar nuestras emociones permite saber que hice y dije lo que quería, genera paz y tranquilidad.

Yanina y Alicia coinciden en que debe naturalizarse la muerte y por ende, hablarse de este proceso con la niñez y no negarles la posibilidad de despedirse de seres queridos “naturalizamos la violencia pero no los procesos previos de la vida”, comentó Alicia.

Alicia Persico

Alicia Persico

Ritual de despedida

Alicia detalla que es fundamental que frente al fallecimiento mostremos a esa persona que pueden irse en paz, hacer un ritual de despedida. A percepción de Yanina, es necesario “honrar y agradecer” porque en esta sociedad se enseña a crear vínculos para toda la vida en nuestras relaciones de pareja o de amistad, pero no nos enseñan qué significa la pérdida, qué significa la muerte.

Alicia mencionó que es importante compartir experiencias de duelo con otras personas y aprender de estos relatos. Considera que si es necesario, se debe buscar apoyo profesional “alguien que nos escuche sin juzgarnos (…) es bueno estar acompañado”, disertó. Yanina sugiere rescatar rituales que nos permitan vivir de manera sana la pérdida, la desconexión del vínculo afectivo.

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