LA HISTORIA DESDE TODAS LAS ACERAS… 

A inicios de la década de los 80 inició un proceso de reorganización política y militar y de ciertos sectores de la sociedad que se oponían a la revolución sandinista. Uno de estos grupos fue el conocido como Fuerza Democrática de Nicaragua (FDN) reconocida a nivel internacional entre otras cosas por su aporte a la organización de las así llamadas fuerzas democráticas o contrarrevolucionarias y por el intenso cabildeo con el gobierno de Estados Unidos para obligar al FSLN a convocar a elecciones trasparentes.

Conversamos en cabina con Azucena Ferrey, quien se integró al FDN como militante del Partido Social Cristiano. Ella fungió como miembro del Directorio Político Militar del FDN en 1987.

Tratamos de caminar con el proceso revolucionario

Azucena cuenta que lo que se conoció en Nicaragua como “la contra” surgió como respuesta a la violación de derechos del FSLN a la ciudadanía, se oponían al servicio militar obligatorio “no era fácil ser oposición en los años 80, éramos tratadas como agentes de la CIA”, mencionó.

Señaló que “hubo una necesidad de hacerlo no por una vocación bélica” sino por construir caminos hacia la tolerancia en un contexto en el que quienes se consideraban opositores vivían bajo vigilancia constante, afectados directamente por leyes y decretos restrictivos y el incumpliendo de acuerdos, siendo campesinos/as el sector más inconforme.

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Azucena Ferrey

La participación de las mujeres

Azucena relata que ella era la única mujer con un puesto de alta jerarquía en la FDN, sin embargo, las mujeres tenían participación en diferentes tareas políticas y guerrilleras “veía compañeras que iban a hacer sus tareas y volvían muertas o mutiladas”, lamenta.

Relató que muchas mujeres estaban en el extranjero “salimos para recuperarnos”, dijo, puesto que su estadía en Nicaragua las colocaba en riesgo. Estas mujeres realizaban procesos de denuncia en las embajadas de los países donde se refugiaban, contando con apoyos de la OEA y de la Democracia Cristiana Internacional.

Destaca como significativo lo que se llamó “La marcha de las enlutadas” un 8 de marzo de 1987, organizada por el Partido Social Cristiano. Expresa que en este país “las mujeres hemos hecho historia, Nicaragua tiene una deuda con las mujeres”.

Hoy en día estamos dispersos/as

Azucena tuvo participación significativa en la campaña de la UNO, donde resultó ganadora la fórmula opositora al FSLN. Reflexiona que hoy en día esa oposición se encuentra dispersa “los nicas no hemos tenido la oportunidad de abrazarnos, superar las circunstancias”, disertó.

Para Azucena, esta experiencia le dejó el mayor aprendizaje en política que haya tenido. Volver a Nicaragua y sumarse a la campaña de la UNO y experimentar su triunfo, fueron momentos inolvidables.

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