De acuerdo al organismo Diálogo Interamericano, 2021 ha sido el año en que más nicaragüenses han salido del país desde que empezó la crisis sociopolítica y económica en 2018. El incremento de la represión, el estancamiento de una economía en crisis y un futuro incierto, figuran entre las causas del fenómeno migratorio.
El fuerte flujo migratorio se mantiene en el presente año 2022, a un ritmo que sobrepasa los 10 000 nicaragüenses detectados mes a mes, más de 300 diariamente. Costa Rica y Estados Unidos son los principales destinos de los migrantes nicaragüenses, según cifras preliminares de las autoridades migratorias de ambos países.
Costa Rica ha sido el destino de miles de nicaragüenses, que durante décadas han migrado por razones políticas o económicas. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, publicado en 2018, reveló que desde 2010, las mujeres han representado un poco más de la mitad de la población inmigrante nicaragüense en este país. Según datos actualizados al 22 de diciembre de 2021, el vecino país recibió 52 928 solicitudes de refugio de nicaragüenses. A esa cifra se deben agregar a quienes entraron de forma irregular, a través de alguno de los numerosos puntos ciegos de la frontera entre ambos países.
Entre enero y noviembre de 2021, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) registró 72 192 aprehensiones de nicaragüenses en las fronteras, un indicador del flujo migratorio irregular hacia el país norteamericano.
Entre enero y mayo de 2022, una treintena de nicas han muerto en su intento de llegar a Estados Unidos, de estos, al menos 20 se han ahogado en las aguas del Río Bravo, que sirve de frontera natural entre México y Estados Unidos. Solo en los últimos diez días del mes de mayo, las autoridades mexicanas reportaron la aparición de siete nicaragüenses ahogados.
Una investigación periodística realizada por Confidencial, documenta que de 14 migrantes nicaragüenses que fallecieron entre marzo y abril del 2022, ocho eran hombres, cinco mujeres y una niña de cuatro años. Siete se ahogaron en el Río Bravo, cinco fallecieron en accidentes de tránsito y dos a causa de una avalancha humana ocurrida en un tráiler abandonado.
España figura como el tercer destino histórico de los nicas migrantes, con 1 181 nuevas solicitudes de asilo hasta noviembre del año 2021. También México es otro destino con mediano índice, 2 817 nicaragüenses solicitaron protección internacional en 2021, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
El total de estas cuatro cifras preliminares se aproxima a las 130 000 personas, una cifra récord que fácilmente se supera si se añadiera a quienes entraron como turistas y terminaron quedándose en esos y otros destinos, y quienes ingresaron sin ser detectados por las autoridades migratorias.
De acuerdo a la Organización Internacional de Migrantes (OIM), cada día las personas migrantes son víctimas de abusos, discriminación, exclusión y violaciones graves de los derechos humanos.
En el caso de las mujeres migrantes además de los peligros antes señalados, se le suma los riesgos de sufrir violencia machista, sin contar con ningún tipo de respaldo institucional en la ruta migratoria, así como la falta de atención de salud, que se vuelve más urgente cuando se trata de mujeres embarazadas, como se vio reflejado con la muerte de Clorinda Alarcón, de 20 años, con un embarazo de 33 semanas, originaria de una empobrecida y remota comunidad de Waslala, su familia vendió todas las pertenencias para ir en búsqueda de mejores oportunidades.
Ella junto a 250 migrantes, donde también se encontraban su esposo, su hija de tres años, su hermano, su cuñada y un niño de dos años, fueron abandonados en un contenedor por los llamados “coyotes” cuando les faltaba poco para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, sin agua ni ventilación y con una sensación térmica de 40 grados centígrados. Cuando finalmente consiguieron abrir la puerta, se produjo una avalancha humana y Clorinda fue aplastada.
En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas seguimos colocando una mirada feminista a las maternidades, en esta ocasión hablaremos sobre madres nicaragüenses migrantes y el impacto de este fenómeno en sus vidas cotidianas. También abordaremos las obligaciones que deben adoptar los gobiernos de la región para facilitar la migración en condiciones seguras.