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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO define a la música como un puente que une a todos los pueblos a través de sus diversas manifestaciones artísticas, también como símbolo de igualdad, ya que todos pueden identificarse con ella.

En medio de la profunda crisis de derechos humanos que vive Nicaragua desde hace más de cuatro años, en Cuerpos Sin-Vergüenzas hemos reflexionado sobre el papel que ha jugado la música para alimentar las esperanzas de construir un país donde podamos vivir en libertad y con justicia.

Aunque todos los días nos levantamos con malas noticias en donde abunda la violencia y la impunidad, nos causa alegría saber que la cantautora nicaragüense Ceshia Ubau fue preseleccionada en Los Latin Grammy, convirtiéndose en la primera mujer nicaragüense preseleccionada en la premiación del mayor galardón otorgado por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación.

Con su disco “Luz”, su segunda producción discográfica, la joven cantautora participó en dos categorías: Álbum del Año y Mejor Álbum Cantautor, entre miles de artistas latinoamericanos.

Ceshia debutó en el folclor centroamericano en el 2017. Su producción musical aborda temas de enorme importancia social, incluyendo los derechos de las mujeres, la migración, las desigualdades sociales y la superación de los duelos.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas con mucho entusiasmo anunciamos la participación de Ceshia Ubau, quien en diferentes momentos ha compartido a través de nuestros micrófonos, sus proyectos artísticos y el de otras mujeres nicaragüenses en el ámbito de la creación musical.

Honduras y El Salvador junto a Nicaragua, se encuentran entre los 6 países de Latinoamérica y el Caribe que penalizan de manera absoluta el aborto, condenando a miles de mujeres y niñas a riesgos de muerte y maternidades forzadas, profundizando con ello los ciclos de discriminación, pobreza y violencia 

De acuerdo a datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en aquellos países en donde la prohibición del aborto es total, se eleva la tasa de muerte materna, uno de los principales indicadores que califica a los países más atrasados en todos los sentidos.

Así mismo, la Organización Panamericana de la Salud indica que en El Salvador el aborto inseguro es una de las cinco principales causas de muerte de mujeres entre los 15 y 44 años de edad. Las leyes punitivas en este país han llegado al absurdo de condenar a mujeres que han enfrentado emergencias obstétricas, con penas hasta de 50 años.   

En el caso de Honduras, uno de los países mas pobres de la región, el anterior congreso aprobó un artículo pétreo en la constitución para impedir la despenalización del aborto.

Para conmemorar el Día de Acción Global por la Despenalización y Legalización del Aborto en América Latina y El Caribe, hemos invitado a activistas centroamericanas para hablar sobre la defensa de los derechos sexuales y reproductivos en una de las regiones con más obstáculos para el reconocimiento y ejercicio de estos derechos.

Nos acompaña Lissette Alas, de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador, colectivo integrante de La Sombrilla Centroamericana. También compartiremos mensajes de feministas centroamericanas en ocasión al 28 de Septiembre, Día de Acción Global por la Despenalización y Legalización del Aborto en América Latina y El Caribe.

El teatro es una de las dimensiones de la creación artística que ha acompañado a la  humanidad desde hace varios siglos, como expresión de la evolución del pensamiento complejo. Representa un encuentro siempre sorprendente entre la realidad y la imaginación.

En La Corriente desde hace más de una década hemos apostado a la promoción del teatro en donde las mujeres y otros cuerpos disidentes, podamos expresar no solo la crítica a los sistemas de poder, sino anunciar las nuevas realidades que estamos construyendo. 

De la mano de cabareteras feministas, hemos combinado denuncia y humor para cuestionar las formas de discriminación que se ejercen hacia las mujeres y cuerpos disidentes y que tienen en su base un orden heterosexista conservador y violento. 

La prevalencia de imaginarios sociales que niegan la diversidad sexual y de género, constituyen uno de los lastres que dañan la vida de lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas trans.

Para continuar aportando a la reflexión sobre la libertad en el ámbito de la sexualidad, hablaremos sobre la obra de teatro “Marica”, escrita y dirigida por Lucero Millán y actuada por René Medina Chávez.  Nos acompaña el protagonista de este unipersonal.

Según el Censo de Población y Vivienda de 2005, en Nicaragua existe una población de 443,847 personas que se identificadas como indígena, lo que significa aproximadamente un 13% del total de la población del país. Miskitus, Mayagnas, Ramas y Ulwas figuran entre los grupos étnicos que habitan en la costa caribe del país.

Las comunidades indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe de Nicaragua viven en 23 territorios y 304 comunidades distribuidas en dos regiones autónomas. Bajo el régimen de propiedad colectiva las tierras fueron demarcadas a partir del año 2006, sin embargo hay pocos avances en materia de delimitación de los territorios indígenas.  

En nuestra Constitución Política se reconocen los derechos de los pueblos indígenas y se establece la prohibición expresa de cualquier forma de discriminación. Así mismo, se reconoce el derecho sobre sus tierras y recursos naturales; la protección de las lenguas indígenas, la preservación de su cultura y formas propias de organización social.

El Estado nicaragüense es firmante del Convenio 169 de la OIT aprobado en 1989 y votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en el año 2007.

A pesar de los mandatos constitucionales y los compromisos asumidos ante la comunidad internacional, la Costa Caribe enfrenta una grave situación de discriminación y violación de sus derechos, que entre otros aspectos se expresa en los altos índices de pobreza, explotación indiscriminada de los recursos naturales, invasión de tierras, altos índices de violencia y débil presencia del Estado en el ámbito de la salud y la educación.  

En ocasión de las así llamadas “fiestas patrias”, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversaremos sobre una nación fragmentada por el racismo estructural y la misoginia como marca del estado colonialista.   Nos acompaña Ruth Matamoros Mercado, de la nación originaria Miskitu, abogada y candidata doctoral de La Universidad de Texas en Austin.

Solo en el mes de agosto del presente año, el régimen Ortegamurillo a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), canceló la licencia de trasmisión a trece estaciones de radio como parte de una feroz política de censura contra medios independientes.  De estas, siete son radios pertenecientes a la iglesia católica, cuya función ha sido principalmente evangelizadora.

El cierre masivo de medios de comunicación, incluyendo las radios locales ha sido condenado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) quienes reconocen la imposición de «un nuevo desierto informativo en el interior del país, donde las estaciones clausuradas prestaban un valioso servicio comunitario a miles de personas”.

Por su parte, la Asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) consideran este golpe a la libertad de prensa como un “apagón nacional de voces críticas para sumergir a la ciudadanía en la oscuridad informativa”.  

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) pidieron al Estado de Nicaragua «abstenerse de utilizar sus facultades en materia de telecomunicaciones como medida para limitar o impedir la circulación de información, ideas y opiniones». Asimismo, el principal encargado del Departamento de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica, expresó que esta acción constituye “otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua”.

Entre las emisoras clausuradas por el régimen se encuentran Radio Darío, con 73 años de existencia, cuya frecuencia abarcaba el Occidente del país. Ya en el 2018 ésta radio fue incendiada por fuerzas paramilitares afines al régimen. También fue cerrada Radio Stereo Vos de Matagalpa, una emisora feminista con 18 años de trayectoria en la promoción de derechos humanos, especialmente de las mujeres, niñez y juventud y con proyección en el norte del país.

En esta edición de Cuerpos nos acompañan Aníbal Toruño de Radio Darío y Leo, comunicadora social, con quienes conversaremos sobre el impacto que tiene el cierre de radios comunitarias y las alternativas para enfrentar la censura en Nicaragua.

Recientemente concluyó el Diplomado en Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos organizado por La Sombrilla Centroamericana, una plataforma donde convergen diversos colectivos feministas de Centroamérica y República Dominicana.

Con una duración de seis meses, este proceso de formación organizado en siete módulos temáticos, abordó una amplia gama de tema de vital importancia para la vida tales como las causas de la violencia machista, la maternidad voluntaria, el placer, la diversidad sexual y de género y el aborto.

El diplomado acreditado por la Universidad de El Salvador, a través del Centro de Estudios de Género, contó con la participación de un nutrido grupo de activistas jóvenes de Centroamérica y República Dominicana, así como, docentes de América Latina que llevaron a cabo un rico proceso de intercambio y aprendizajes.

Los resultados de este valioso esfuerzo fueron compartidos en un intercambio presencial en donde las participantes presentaron trabajos finales que dieron paso a fructíferas reflexiones en torno a problemas y desafíos que enfrentan nuestras sociedades para el reconocimiento y ejercicio de derechos.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversaremos con Francis Silva de Nicaragua y Jembell Chifundo de Panamá, dos activistas feministas que participaron en este proceso de formación que recientemente finalizó.