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01/10/2021

Nicaragua, El Salvador y Honduras se encuentran entre los 6 países de Latinoamérica que penalizan de manera absoluta el aborto. En los demás países de América Latina y el Caribe, el aborto está permitido en circunstancias específicas entre las que se incluyen embarazos de alto riesgo para las mujeres, graves malformaciones del feto y violación.

De acuerdo a datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el ocho por ciento del total de muertes de mujeres en el mundo, son producto de abortos inseguros. En aquellos países en donde la prohibición es total, el aborto figura entre las principales causas de muerte materna como se le llama en lenguaje oficial. 

La mayoría de países centroamericanos presentan un panorama deplorable en materia de derechos sexuales y reproductivos. Abuso sexual, altas tasas de embarazos en niñas y adolescentes, ausencia de educación sexual integral, altas tasas de mortalidad de mujeres asociadas al embarazo, parto y puerperio, oferta limitada de métodos anticonceptivos, entre los más graves problemas. 

La insuficiente inversión pública en salud y la ausencia de políticas con un enfoque educativo y de prevención, limita el acceso de las mujeres, adolescentes y jóvenes a los servicios públicos de salud sexual y reproductiva.  El inicio de las relaciones sexuales entre adolescentes y jóvenes se da en un contexto de desinformación y prejuicios como factores que explican en buena medida la ocurrencia de embarazos no deseados.   

Las feministas latinoamericanas a partir del año 1990 establecimos el 28 de septiembre como el día por la Despenalización del Aborto. Miles de mujeres se manifestaron en todos los países de la región para reclamar a los Estados la despenalización y legalización del aborto como un derecho para todas las mujeres. 

Para hablar sobre este tema nos acompañaron Idalia Flores integrante de Ecuménicas por el Derecho a Decidir de Honduras, Sara García de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador y Mayte Ochoa, del Movimiento Feminista de Nicaragua.

La maternidad es probablemente uno de las dimensiones más complejas de la vida de las mujeres.  Desde niñas todas las mujeres son preparadas para ser madres desde una visión que presenta “la maternidad” como centro, fin último y razón de ser de las mujeres.

El cuestionamiento a este modelo opresivo e idealizado sobre la maternidad ha estado en el centro de los debates feministas, dando voz a las mujeres y mostrándonos no solo la complejidad que rodea a la práctica de la maternidad, sino la diversidad de experiencias en su ejercicio.

El deseo de la maternidad, las condiciones en que se ejerce y el papel que juegan los hombres, las familias, el mercado y el Estado forman parte de las complejas problematizaciones que las feministas han elaborado a lo largo de muchas décadas. Ahora contamos con otros conocimientos que nos permiten no solo cuestionar los discursos opresivos sobre la maternidad, sino defender el derecho a ejercer una maternidad deseada y en condiciones favorables para las madres, para los hijos y las hijas.   

Para hablar sobre las maternidades, el maternaje y la responsabilidad del cuidado de la vida nos acompañaron María Teresa Blandón y Adela Espinoza, ambas activistas feministas.

17/09/2021

El término latino “patria” fue rescatado por los humanistas renacentistas y de ellos pasó al lenguaje común. La patria suele designar al lugar de nacimiento o donde crecimos, al que nos sentimos ligados por vínculos culturales, familiares, afectivos.

El concepto de “patria” ha ido cambiando con el tiempo. En la Europa de la edad media la única patria para el buen cristiano era el cielo y el patriotismo era una mera extensión de la virtud de la caridad. Se trata de una definición moral que asocia “patria” con el lugar donde reina el bien. 

Otra comprensión de “patria” es la que la asocia con los reinados de la época feudal, produciéndose la simbiosis entre la figura del monarca y la patria; pero también como sinónimo de «libertades» y «privilegios» en un determinado territorio.

El historiador Xavier Gil Pujol señala que a principios del siglo XVIII se comenzó a construir el significado de “patria” en un sentido abiertamente cívico y constitucional, como la encarnación de determinadas leyes y privilegios privativos de las personas que habitan determinados territorios. En tal comprensión, la “patria” debía ser amada por encima del rey.

Fue durante la Ilustración que el concepto de patria —como el de nación— experimentó un definitivo cambio de escala y de contenido, de una forma racionalista y contractualista. Se le otorga a la «patria» una significación política de enorme trascendencia, definiéndola no solo como el lugar donde se nace sino como “el estado libre del que somos miembros y cuyas leyes garantizan nuestras libertades y nuestra felicidad. No puede haber patria bajo el yugo del despotismo”. De ahí el significado del término «patriota» para identificarse como el amigo de la libertad.

Conceptos como patria, patriota, patriótico, patriotismo, nación, república, soberanía, libertad, felicidad y ciudadanía pasan a ser parte esencial del lenguaje de los ilustrados, con enorme influencia en las revoluciones americana y francesa.

Este año las celebraciones a la patria coinciden con los doscientos años de la independencia de los países centroamericanos de la colonia española que configuró la idea de patria y todas las nociones que le son afines.  

En Nicaragua esta conmemoración del bicentenario de la “independencia” y la celebración de la “patria”, está teñida de una enorme polarización política y aguda crisis que también pone en cuestión la existencia de una “patria” que nos contenga y reconozca a las y los nicaragüenses sin exclusión.

Para hablar sobre estos procesos de construcción de significados que hacen a la patria nicaragüense, nos acompaña Fátima Villalta, escritora y codirectora de Hora Cero, una plataforma de comunicación digital para la incidencia política y la profesora Marissa Olivares, socióloga e investigadora.

10/09/2021

El Día Internacional de la Mujer Indígena se conmemora cada 5 de septiembre para rendir tributo a todas las mujeres indígenas del mundo, reconocer los retos que enfrentan y la función clave que desempeñan en sus comunidades como portadoras de las herencias de saberes, conocimientos, prácticas y experiencias de sus pueblos, además de consolidar la paz y su gran conocimiento en prácticas medioambientales sostenibles.

Las mujeres indígenas constituyen el eslabón vital que conecta el pasado indígena con un presente mestizo desdibujado y ambiguo. Ellas son las portadoras de significados que organizan la vida cotidiana.

A pesar de su invaluable papel, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe –CEPAL-, más de 23 millones de mujeres indígenas de América Latina enfrentan una situación de desigualdad y sufren persistentes brechas de género, que incluyen el acceso desigual a la educación, empleo, la tierra y la participación política.

De manera particular, Nicaragua atraviesa distintas crisis cada vez más complejas, en donde se combinan las dimensiones sociopolíticas, económicas y sanitarias. A la violación de derechos humanos que incluye la comisión de crímenes de lesa humanidad, se suma una pandemia sanitaria que empeora aún más la situación.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas hablamos sobre la situación de las mujeres indígenas de la Costa Caribe nicaragüense. Para conversar de este tema nos acompaña Anny Marley, del pueblo indígena Miskitu, socióloga feminista y docente universitaria.

03/09/2021

La sexualidad y la reproducción son dimensiones de la vida sin las cuales es impensable el bienestar de los seres humanos en su más amplia diversidad. Por razones socioculturales que se remontan al mismo origen de las sociedades modernas, los cuerpos de las mujeres han sido convertidos en meros objetos para el placer masculino y para la reproducción de la especie.   

La Conferencia de Población y Desarrollo realizada en 1994, acordó un programa de acción que obliga a los Estados a implementar políticas públicas integrales con un enfoque de derechos, es decir, que reconoce a cada persona o colectivo humano en capacidad de elegir sobre los propios cuerpos.     

Nicaragua es uno de los países de la región latinoamericana con mayor rezago en materia de derechos sexuales y reproductivos.  El peso de los fundamentalismos religiosos, el conservadurismo y la doble moral anclado en las élites políticas, explican el enorme rezago que presenta el país en este ámbito.

Graves problemas como la violencia machista, altos índices de embarazo en niñas y adolescentes, altas tasas de muerte materna, incremento sostenido de enfermedades de transmisión sexual, forman parte de la larga lista de problemas que afectan de manera particular a mujeres y niñas.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos sobre el lugar que ocupan estos derechos en la agenda mediática, los enfoques que predominan en la cobertura periodística y los desafíos para lograr abordajes responsables. Para hablar de este tema nos acompañan Maryórit Guevara, directora de La Lupa y también Edith Pineda, directora de Despacho 505. Ambos medios de comunicación digital destacan por incorporar en su agenda, el abordaje de temas relativos a la sexualidad y la reproducción desde un enfoque de derechos.

27/08/2021

Ayer 25 de agosto se conmemoró el Día Nacional de la persona con discapacidad, destinado a promover los derechos y bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y concientizar a las familias y comunidad para lograr su inclusión.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad afecta entre un 10 y un 13% de la población mundial. En Nicaragua, conforme a cifras oficiales recogidas en el año 2003 en la Encuesta Nacional de Discapacidad (ENDIS), 461.000 personas mayores de 6 años presentan algún tipo de discapacidad en Nicaragua.

Por otro lado, las últimas estadísticas sobre discapacidad en el país presentadas por el Ministerio de Salud en el año 2009, reflejan que el 2.5% de la población total tiene algún tipo de discapacidad, ocupando el 51% las mujeres y el 49% los hombres.

Las Naciones Unidas reconocen que las mujeres con discapacidad experimentan múltiples desventajas, siendo objeto de exclusión debido a su género y a su discapacidad. Asimismo, afirman que las mujeres y las niñas con discapacidad son particularmente vulnerables al abuso.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas hablamos sobre la situación actual de las personas con discapacidad en Nicaragua. Para conversar sobre este tema nos acompañaron Anieska Rodríguez y Anielka Palma, integrantes del Grupo CometaNic.