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14/08/2021

El 12 de agosto, se conmemora el día Internacional de la Juventud, para recordar a las naciones el papel de la juventud como agente indispensable de cambio y sensibilizar a la sociedad acerca de los desafíos y problemas que este segmento de la población debe enfrentar.

Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), uno de cada seis jóvenes se encuentra sin trabajo debido a la crisis provocada por el COVID-19. La proporción de jóvenes sin empleo y educación formal, se ha mantenido persistentemente alta en los últimos 15 años y ahora es del 30 por ciento para mujeres jóvenes y del 13 por ciento para hombres jóvenes en todo el mundo.

De acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Información para el Desarrollo (INIDE) del año 2017, la población nicaragüense es mayoritariamente joven: el 60% de la población es menor de 30 años.

En Nicaragua contamos con la Ley de promoción del desarrollo integral de la juventud, Ley 392, aprobada en el año 2001, cuya reglamentación fue asignada al Instituto Nicaragüense de la Juventud (INJUVE), sin embargo, es todavía poco conocida por las y los jóvenes del país.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversaremos sobre iniciativas en las que están participando jóvenes nicaragüenses, las apuestas y desafíos que enfrentan. Para hablar de este tema invitamos a Peyote, activista feminista nicaragüense.

06/08/2021

El próximo 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fecha en la que se realizó la primera reunión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas celebrada en Ginebra en 1982.

De acuerdo a la ONU, los pueblos indígenas están constituidos por 370 millones de personas aproximadamente, es decir, más del 5% de la población mundial, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando el 15 por ciento de los más pobres.

En Nicaragua, la Constitución Política vigente garantiza los derechos de los pueblos indígenas desde el reconocimiento de su existencia, el derecho al uso, goce y disfrute de sus recursos naturales y a mantener sus formas ancestrales de organización.

Los pueblos indígenas en nuestro país están distribuidos, histórica y culturalmente, entre la costa Pacífica, y centro-norte del país, habitada por descendientes de los Chorotegas, los Matagalpa, los Sutiaba y los Náhuatl. En la costa del Caribe viven los Mískitu, los Sumu o Mayangna, Rama y Ulwa. Los afro-descendientes, referidos como «Comunidad Étnica» en la legislación nacional, tienen derechos colectivos otorgados por la Constitución de Nicaragua.

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en esta edición de Cuerpos Sin Vergüenzas hablamos con Ithalo Dávila de la comunidad indígena de Monimbó, Elizabeth Salomon, de la comunidad indígena Mayangna, docente e investigadora sobre el rescate de la cultura y lenguas indígenas de la Costa Caribe, y Juan, de la comunidad de Karawala.

30/072021

El deporte es un derecho fundamental y una herramienta vital para fortalecer los lazos sociales y promover el desarrollo sostenible, la paz, el bienestar, la solidaridad y el respeto.

En tiempos de incertidumbre y las dificultades actuales, el deporte también puede ayudarnos a sobrellevar múltiples crisis, reduciendo la ansiedad y mejorando nuestra salud física y mental.

«La bicicleta es una herramienta que motiva a las mujeres a ganar fuerza y a asumir mayores roles en la sociedad», mencionó la sufragista Elizabeth Cady Staton. 

Actualmente utilizar la bicicleta se ha convertido en un transporte alternativo al sistema de transporte colectivo, es también un instrumento que ha fortalecido a las mujeres de manera individual y colectivo y es por esto que en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas nos acompañan Valeria Morales y Celeste Vado, integrantes del Colectivo Las Baikas, espacio entre mujeres que promueven el ciclismo urbano, deportivo y el cicloturismo.

A lo largo de su historia los movimientos feministas centroamericanos hemos mantenido una vocación de diálogo que nos ha permitido tener una comprensión compleja e integral sobre la situación de nuestros países y las principales tendencias en la región.  

Entre mediados del mes de junio e inicios de julio del presente año, realizamos las Jornadas Feministas Centroamericanas en modalidad virtual ante la renovada propagación del Covid19. Participamos alrededor de 60 activistas feministas de diversas procedencias y experiencias, que a lo largo de tres sesiones compartimos nuestros conocimientos.   

En estas jornadas dedicadas a nuestra querida Gladys Lanza, feminista hondureña que nos dejó un legado invaluable, nos propusimos compartir reflexiones acerca de los problemas que enfrentan las sociedades centroamericanas y su impacto en la vida de las mujeres, incluyendo ámbitos como la pobreza, la sexualidad, la reproducción y la violencia; los avances de los fundamentalismos religiosos en la región y también reflexionamos sobre los aprendizajes y dilemas que tenemos como movimiento social para combinar la resistencia con la construcción de nuevas realidades.

Centroamérica es la región más desigual del continente. Millones de mujeres y hombres viven en condiciones de pobreza si bien los gobiernos insisten en ocultar o minimizar la gravedad de la pobreza que incluye aspectos como el desempleo, empleo precario, bajos salarios, desnutrición, hacinamiento, analfabetismo, falta de acceso a la tierra, precarios servicios de salud pública, transporte colectivo de pésima calidad, entre muchos otros problemas que hacen de la vida cotidiana un arduo esfuerzo por la sobrevivencia.

Centroamérica se ha convertido en zona predilecta para las empresas de zona franca y empresas transnacionales que, con el respaldo de los gobiernos explotan a millones de hombres y mujeres y expolian los bienes de la naturaleza incluyendo la contaminación de las aguas y la destrucción de los bosques.   

Centroamérica está atrapada en las redes del narcotráfico, las pandillas y la delincuencia común que profundizan la precariedad de la vida en un sentido literal. Más allá de la acción punitiva que afecta a los grupos más débiles, los gobiernos y el mal llamado Sistema de Integración Centroamericano (SICA) no cuentan con una estrategia sostenible para enfrentar estos problemas.

En Centroamérica se ha acelerado el deterioro de la democracia aun en los límites establecidos por el consenso en occidente. La concentración de poder en manos del poder ejecutivo ha favorecido el autoritarismo, la corrupción y la impunidad.

En Nicaragua y Honduras no contamos con sistemas electorales creíbles y el incremento de la abstención es una respuesta frente al deterioro de los partidos políticos, la demagogia y el autoritarismo. La presencia de grupos fundamentalistas en todos los parlamentos de la región constituye un peligro creciente para defender derechos, incluyendo de manera particular los relacionados con la sexualidad, la reproducción y la violencia de género.

La mayoría de los gobiernos centroamericanos se han destacado por rechazar o bien ignorar acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, incluyendo derechos de las mujeres, pueblos indígenas y población LGTBIQ.

La falta de justicia hace muy difícil la labor de defensoras y defensores de derechos humanos que con frecuencia son vistos como adversarios de los gobiernos de turno y víctimas de persecución, cárcel, desaparición y hasta asesinatos.

Asimismo, el uso de las fuerzas mal llamadas “antidisturbios” para evitar cualquier tipo de movilización popular es cada vez más frecuente. En el caso de Nicaragua más de 328 nicaragüenses fueron asesinados en el contexto de las protestas de abril del 2018, decenas fueron heridos, miles se han visto obligados al exilio y más de 130 guardan prisión por razones políticas.

La violencia machista que sufren millones de mujeres y de niñas en el seno mismo de sus hogares y comunidades, se alimenta de la tolerancia social y de la complicidad de los gobiernos que, si bien han aprobado leyes en concordancia con convenciones regionales, no han dado muestras de voluntad política para implementar políticas adecuadas.

La mala gestión de la pandemia del COVID19 en países como Nicaragua, Honduras y Guatemala ha tenido como consecuencia una enorme cantidad de personas fallecidas, el mayor deterioro de políticas públicas en particular en el ámbito de la salud y el incremento aun mayor de la carga de trabajo que históricamente se ha asignado a las mujeres. A ello debemos sumar el impacto de los huracanes Eta- Iota que afectó a miles de familias en Nicaragua y Honduras agravada por la débil respuesta de ambos gobiernos.

Los movimientos feministas en conjunto con otros movimientos sociales reconocemos como desafío común, impedir que se perpetúen regímenes autoritarios que sostenidos por la fuerza de las armas nos hagan retroceder a la década de los 60-70. Es de suma urgencia construir nuevas alternativas de participación que le den sentido al lenguaje de los derechos.

Apuntalar cambios en nuestras sociedades que permitan cuestionar la herencia colonial y desestabilizar las estructuras misóginas, heterosexistas, racistas que dieron origen a estas mal llamadas repúblicas, forma parte de los grandes desafíos de todos los movimientos sociales comprometidos con la justicia, la libertad y la paz.

Más allá de las diferencias en el seno de los movimientos feministas nombrados de manera fragmentada, nos reconocemos como parte de una comunidad política y vital, imprescindible para empujar los cambios estructurales que requiere Centroamérica.

Celebramos la rebeldía, la fuerza y la sabiduría de las feministas jóvenes y mayores, de las indígenas y afrodescendientes, de las lesbianas, trans y no binarias, de las urbanas y las rurales, de las artistas, de las orgánicas y las que van por su cuenta, de las que acumulan años de activismo y las que se están acercando, de todas.

En estas Jornadas reafirmamos que nuestra fuente de esperanza está ligada al feminismo latinoamericano y centroamericano como fuente de sabiduría, de resistencia y de acuerpamiento.  

23/07/2021

Los océanos contienen el 97% de toda el agua que hay en el planeta, son el principal regulador del clima de la tierra, e intervienen en nuestra salud y alimentación. Más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento.

Los altos niveles de contaminación han afectado a más de 800 especies marinas. La ONU, en su último informe sobre los océanos y el derecho al mar, afirma que la situación de los océanos nunca ha sido tan peligrosa como ahora. Factores como el calentamiento de sus aguas, la sobrepesca o la contaminación, están haciendo que los océanos pierdan su vitalidad. El plástico es otro elemento muy difícil de combatir.

Frente a la explotación ambiental, el cuidado de los océanos y especies marinas, en Nicaragua existen iniciativas como el Comité Ballena Azul, Arrecife Marine Tours y cooperativas locales, quienes impulsan diversas acciones como campañas educativas y actividades  de ecoturismo para lograr un desarrollo local en armonía con el medio ambiente, fomentando la conciencia ecológica.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas nos acompañaron Nina Luna, activista feminista, integrante del Comité Ballena Azul, y la pescadora Alexa Castro, integrante de una cooperativa de pescadores de San Juan del Sur.

En medio de las múltiples crisis que atraviesa Nicaragua, lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas trans, han estado expuestas a una mayor violencia. Por  otro lado, las agresiones y actos discriminatorios que se cometen contra las minorías sexuales, no aparecen en la agenda noticiosa cotidiana, ocupan un lugar relevante cuando se trata de crímenes con altos niveles de saña y crueldad, como ocurrió con el atroz asesinato contra Kendra Contreras, conocida como Lala.

Esto lo hemos  documentado en el Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGBTIQ+ en Nicaragua, realizado por el Programa Feminista La Corriente en colaboración con diversos colectivos que defienden derechos incluyendo los de cuerpos disidentes.

Con este observatorio conjuntamos esfuerzos para documentar y hacer visible la violencia que cotidianamente enfrentan lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas trans, asimismo, superar la cultura del silencio e impunidad que prevalece en nuestra sociedad y fomentar el respeto a los derechos humanos.

En tal sentido, La Corriente con la colaboración de la Asociación Nicaragüense de Mujeres Transgéneras – ANIT, el Colectivo de Mujeres 8 de Marzo Esquipulas – Matagalpa, el Grupo de Mujeres Sacuanjoche de Matagalpa, la Iniciativa desde la Diversidad Sexual por los Derechos Humanos (IDSDH) y el Grupo Lésbico Feminista ARTEMISA, presentamos este informe semestral que comprende el período de Enero – Junio 2021.

Para presentar los principales hallazgos del informe semestral, nos acompañaron Franklin Hooker Solano y Juanita Urbina Ríos, integrantes del equipo coordinador del Observatorio LGBTIQ+.

Formulario de denuncia:

https://forms.gle/5QBagTbigt4BtPz37