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19/04/2021

El movimiento feminista de Nicaragua realizó este 17 de abril un hablatón radial para conmemorar las protestas de abril. Representantes de las madres de abril, del comité de presos y presas políticas, del movimiento costeño auto-convocado, del centro nicaragüense de derechos humanos
y de colectivos de jóvenes organizados dentro del país y en el exilio, compartieron sus reflexiones acerca de los significados de abril, los aprendizajes acumulados durante tres años de resistencia, los desafíos en el actual escenario y las miradas hacia el futuro de Nicaragua.

Este es un segmento del Programa Feminista La Corriente, se compartirá con la audiencia de Radio Corporación.

Se transmite Lunes, Miércoles y Viernes a las 7:10 de la mañana con retransmisión en el Noticiero 10 en punto a las 10 de la noche.

16/04/2021

Abril del 2018 dejó al desnudo la brutalidad agazapada del régimen Ortegamurillo, que, como fieras hambrientas de poder a tan solo unos días de las primeras protestas, lanzaron la orden maldita del “vamos con todo”.

Abril también anunció la emergencia de un movimiento de jóvenes que creíamos inexistente, después de una década de aparente apatía y desesperanza. Una vez más en la historia de nuestro país, la mayoría del pueblo nicaragüense se levantó en contra de una nueva dictadura.

Desde aquel abril, en Cuerpos Sin-Vergüenzas hemos abierto nuestros micrófonos a mujeres y hombres jóvenes que protagonizaron las protestas de abril y que por ello han sido víctimas directas de la represión. Más de 300 nicaragüenses en su mayoría hombres jóvenes, fueron cruelmente asesinados; más de 1,800 jóvenes fueron secuestrados, encarcelados, torturados; 100,000 nicaragüenses se fueron al exilio huyendo de la represión.

Los relatos que hemos recopilado en tres años de crisis, dan cuenta de la fuerza del pueblo nicaragüense que aun con los duelos en carne viva, no desiste en su demanda de justicia y democracia.

Tres años después, volvemos a encontrarnos con hombres y mujeres jóvenes que han persistido a pesar de todos los riesgos, en el empeño de construir una patria libre de dictaduras, de impunidad, de desigualdades. Nos acompañan Kitzel, excarcelado político, Nina, activista feminista y Engels, integrante del Movimiento Semilla.

Han transcurrido 13 años de la derogación del artículo 204, una norma jurídica que en el periodo comprendido entre septiembre de 1992 y mayo de 2008, criminalizaba en Nicaragua las relaciones entre personas del mismo sexo bajo la tipificación de “delito de sodomía”.

Aunque no se conocen datos fidedignos que permitan confirmar el nivel de rigurosidad en la aplicación de esta norma legal, la tipificación como delito sirvió para justificar la violencia y discriminación de la que han sido víctimas homosexuales, lesbianas, travestis y personas trans de los sectores más pobres de la población.

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El Código Penal vigente en nuestro país penaliza conductas relacionadas con la discriminación por motivos de orientación sexual entre otras, sin embargo, no existe ninguna evidencia que alguna persona o institución haya sido sancionado por la comisión de este delito a pesar de la frecuencia con que se cometen.

De acuerdo al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional3 –CEJIL-, los avances en materia de leyes que prohíben la discriminación por razones de género y orientación sexual, son un avance importante, pero todavía falta mucho para reconocer esta dimensión como parte de los derechos humanos.

La violencia estatal que vive Nicaragua bajo el régimen Ortegamurillo desde abril del 2018, ha agravado la situación de derechos humanos de la población en general, pero en mayor medida, de los grupos más discriminados de la sociedad.

La represión, la expansión de imaginarios sociales que estimulan la discriminación, el recrudecimiento de los fundamentalismos religiosos, el exilio, el desempleo y la pobreza, colocan a las lesbianas, homosexuales, bisexuales y personas trans en una situación de mayor vulnerabilidad.

En este contexto, el Programa Feminista La Corriente en colaboración con diversos colectivos que defienden los derechos de los cuerpos disidentes, se ha dado a la tarea de realizar este Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGBTIQ en Nicaragua, con el objetivo de documentar y hacer visibles situaciones específicas de discriminación y violencia cometidas en contra de lesbianas, homosexuales, bisexuales, intersexuales y personas trans en Nicaragua. Se trata de superar la cultura del silencio y la impunidad que prevalece en nuestra sociedad.

En tal sentido, La Corriente, Asociación Nicaragüense de Transgéneras – ANIT (Managua), Colectivo de Mujeres 8 de Marzo (Esquipulas – Matagalpa); presentamos este informe trimestral que comprende el período de enero – marzo 2021.

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16/04/2021

14/04/2021

Resulta cuando menos increíble que los grupos de la oposición que han estado trabajando de cara a las elecciones de noviembre, creyeran que el régimen Ortegamurillo haría reformas electorales que dieran algún tipo de posibilidades a los partidos y alianzas de oposición.

Si hacemos un recorrido a lo largo de la estrategia desarrollada por el régimen durante los últimos tres años veremos que ha habido una perversa combinación de brutal represión con montajes de falsos diálogos primero; la instalación de un Estado policial con la aprobación de un combo de leyes que impidan a toda costa la libre expresión de ideas, la protesta ciudadana y la organización
de grupos que se oponen al régimen.

Este es un segmento del Programa Feminista La Corriente, se compartirá con la audiencia de Radio Corporación.

Se transmite Lunes, Miércoles y Viernes a las 7:10 de la mañana con retransmisión en el Noticiero 10 en punto a las 10 de la noche.

El Programa Feminista La Corriente es una organización centroamericana-nicaragüense nacida a mediados de la década de los 90 en un contexto de postguerra y cuando la firma de los acuerdos de paz suponía una esperanza de terminar de una vez por todas con las dictaduras y la violencia de Estado.

Desde su fundación hasta nuestros días, hemos ido articulando de manera progresiva y cada vez más compleja, la crítica a los poderes normativos que sostienen y perpetúan la desigualdad y la violencia. Los múltiples e inagotables diálogos que hemos alentado a lo largo de tantos años de activismo, nos han permitido reconocer no solo el peso que los poderes opresivos tienen sobre los cuerpos de las mujeres y otros cuerpos disidentes, sino la voluntad para resistir y promover cambios en todas las dimensiones de la vida.

Sabemos de cierto que las sucesivas crisis de derechos humanos producidas por los autoritarismos enquistados en el Estado, tienen que ver con la concentración de poder en reducidas élites, la corrupción, el uso de los cuerpos de las mujeres y otros cuerpos discriminados, el desprecio por la dignidad de los cuerpos subalternos y también por los bienes comunes convertidos en mercancías. Instituciones públicas al servicio de unos cuantos; cuerpos para la explotación y formas de producción depredatorias, forman parte de unas lógicas de poder que dañan al conjunto de la sociedad, que tienen impactos específicos sobre las mujeres y las niñas particularmente las que viven en condiciones de pobreza.

Aunque la problemática socio-ambiental no ha estado en el centro de las prioridades de trabajo de La Corriente, ha sido constante nuestro interés por ahondar en el análisis de la interrelación que existe entre género y medio ambiente, desde una perspectiva feminista capaz de analizar cómo afecta, cómo se posicionan y qué recursos movilizan hombres y mujeres frente a la creciente crisis que vive nuestro país.

Por ello, aun en medio de la crisis socio-política que se desató en abril del 2018 a partir de la brutal represión con que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo respondió a las protestas sociales protagonizadas por personas mayores en defensa de sus pensiones de jubilación y un grupo de jóvenes estudiantes de universidades demandando la intervención del gobierno para aplacar el incendio que consumía a la Reserva Indio Maíz, consideramos necesario abrir un espacio virtual de reflexión con activistas jóvenes, sobre las causas de la crisis situación socio-ambiental y su relación con la pobreza y las crecientes brechas de desigualdad.

Durante tres sesiones consecutivas hemos logrado combinar el conocimiento de especialistas en temas medioambientales y el conocimiento empírico de las y los participantes. Para la primera parte contamos con la participación de Víctor Campos, Director del Centro Humboldt y Ruth Selma Herrera, fundadora de la Plataforma Nacional del Agua, quienes compartieron un exhaustivo análisis de la situación socio-ambiental del país y del estado de los recursos hídricos respectivamente.

Asimismo, realizamos un necesario ejercicio de análisis participativo con el fin de identificar los principales problemas que presentan las diferentes regiones del país y las posibles soluciones en el mediano y largo plazo.

Contamos con la participación de treinta y cuatro activistas jóvenes de diversa procedencia, incluyendo feministas, ambientalistas, defensores y defensoras de la autonomía universitaria y de la Costa Caribe, integrantes de gobiernos territoriales indígenas, promotores de los derechos de la población LGTB.

Esta diversidad que no se agota en lo que acá se nombra, hizo posible un fructífero intercambio que hemos querido plasmar de manera resumida en las presentes memorias, con la esperanza de ampliar este conocimiento vital para el presente y el futuro de nuestro país con grupos más amplios de la sociedad.

Al igual que en otros países de Centroamérica y América Latina la persistencia de los viejos enfoques que relacionan el desarrollo con el crecimiento económico a costa de los recursos medioambientales, tienen un impacto directo y muchas veces letal sobre la vida de millones hombres y mujeres cuyos recursos para apenas sobrevivir son cada vez más precarios e inestables.

Ante el avance atroz de las lógicas depredatorias que arrasan no solo con las energías de las y los pobres, sino con los recursos hídricos, los bosques, los suelos, la calidad del aire que respiramos; también ha crecido la consciencia y la resistencia de las organizaciones locales y nacionales que defienden su derecho a vivir dignamente en el presente, sin comprometer la vida de las futuras generaciones.

Las presentes memorias son también un homenaje a todas las mujeres y hombres que, desde la vida cotidiana y el espacio público, nos alertan, nos educan y motivan a reconfigurar otros modos de vida en donde el afán de lucro no esté por encima de la vida que “merece ser vivida”.

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