LAS LOCAS EXISTIMOS Y RESISTIMOS… 

La historia de Managua y sus espacios de encuentros homoeróticos es materia poco explorada, estudiada y conocida. Nuestra ciudad no solo ha estado habitada por heterosexuales, sino también por lesbianas, homosexuales, bisexuales y trans que han aportado desde su experiencia otras formas de construir ciudadanía.

Con el fin de rescatar la memoria que han querido borrar de nuestras historias como colectivo lésbico-gay-bi-trans, en esta edición de Cuerpos Sin-vergüenzas platicamos sobre las penalizaciones que la dictadura somocista impuso a cuerpos que proponían otras formas de relacionarse erótica y afectivamente, acompañándonos en cabina David Rocha, con estudios en la Habana, Cuba, es titiritero, actor e investigador teatral.

Rescatar testimonios y visibilizar historias silenciadas

David destaca que una de sus inspiraciones en rescatar testimonios silenciados es visibilizar la historia de otros homosexuales que no tuvieron las plataformas con las que hoy en día contamos para resignificar la existencia de cuerpos que escapan al orden heternormativo.

Narraciones de su bisabuela y abuela, el teatro, la escritura y la nostalgia por Nicaragua al haber estado fuera del país, también marcaron su interés en aportar a la construcción de la memoria histórica desde una mirada cuestionadora de los relatos dominantes en específico de los años 1968-1975 en la Managua de antes y después del terremoto.

La ciudad antes y después del terremoto

David cuenta desde su escritura y escena, coloca en perspectiva la criminalización de la existencia de estos cuerpos en años de la dictadura somocista que castigaba la expresión pública de la orientación sexual e identidad de género, la Guardia Nacional y medios de comunicación funcionaban como vigilantes de la moral y las buenas costumbres.

Antes del terremoto espacios como El Charco de los Patos y La Tortuga Morada, son parte de los sitios de fuga de personas disidentes sexuales, con prevalencia masculina puesto que “el homosexual tiene un lugar privilegiado dentro de la cartografía” señala David, mencionando la invisibilización de la existencia lésbica.

_DSC0337

David Rocha

Luego del terremoto persiste una “resignificación de los espacios”, sostiene David. Los edificios que antes funcionaban como cines porno, que quedaron en escombros tras el terremoto de Managua, se convierten en puntos de trabajo sexual para mujeres y homosexuales.

David también enfatiza en las “masculinidades discretas”, como el manejo desde las élites hacia la existencia homosexual entre sus círculos y los cuerpos feminizados, marginalizados, criminalizados, satanizados, que eran precisamente, los homosexuales de la periferia, siendo La Sebastina uno de estos ejemplos.

Hay que politizarlo todo

Nuestro invitado reitera la necesidad de politizar la subjetividad, cómo vemos el mundo, rescatar los testimonios invisibilizados, silenciados, no tener miedo de hablar desde uno mismo y considera inevitable la existencia de lugares específicos de homosocialización, donde personas lesbias-gay-bi-trans se sientan cómodas.

Un pensamiento en “Ciudad, memoria y sexualidad

  1. Pingback: David Rocha y las crónicas locas de Managua – La Historia Negada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *