El pasado 28 de junio lesbianas, homosexuales, bisexuales, trans y defensoras/es de derechos humanos de Nicaragua, salimos a las calles a conmemorar el Día del Orgullo.  Este año fue diferente a las marchas de años anteriores por la crisis sociopolítica que atraviesa el país.

“Desde los sucesos de abril del presente año, la comunidad LGBTIQ ha estado presente en barricadas, universidades, marchas cívicas, plantones patrióticos y en la colecta masiva de apoyo a los tranques en defensa del pueblo”, dice el comunicado leído el 28 de junio por activistas de la diversidad sexual nicaragüense.

Por esta razón, la marcha de este año fue por la justicia y la democracia, haciendo eco de la esperanza que albergan muchas y muchos nicaragüenses.

En esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas conversamos con Ludwika Vega de la Asociación Nicaragüense de Transgéneras, Marvin Mayorga de la Iniciativa desde la Diversidad Sexual por los Derechos humanos y con Yajaira Gutiérrez del Observatorio contra el Acoso Callejero; quienes compartieron sobre los aportes que realizan activistas de la diversidad sexual de cara a la crisis sociopolítica del país.

“Estamos aquí, existimos, resistimos”

Yajaira desde su trabajo como psicóloga, expone que uno de sus aportes ha sido a través de la salud mental, pues las consecuencias de lo que vivimos en Nicaragua, pasa por la dimensión psíquica y emocional. Opina que las personas lesbianas, homosexuales, trans y bisexuales, son muy vulnerables porque de por medio también está la discriminación que viven todos los días.

Marvin dijo que la participación en los caminos de la democratización en Nicaragua por parte de personas de la diversidad sexual, ha sido desde antes de la actual crisis sociopolítica. Explica que algunos de los aportes en esta resistencia pacífica han sido desde participación en las barricadas, recolección y distribución de víveres y medicinas.

Ludwika reitera que las personas LGBTI han estado presentes y visibles en las luchas sociales desde hace años. Comenta que este año la marcha del Orgullo hizo eco de lo que exige el pueblo nicaragüense, “Justicia y Democracia”; sin embargo, las demandas de todos los años estuvieron también presentes, como exigir la tipificación de los crímenes de odio, la existencia de una ley de identidad de género y el reconocimiento a las familias diversas, entre otras demandas.

Yajaira resalta que la marcha del Orgullo fue una manera de decir a la sociedad “estamos aquí, existimos, resistimos”, fue para ella un reencuentro, catarsis, poder abrazar a personas que no había visto.

Una Nicaragua inclusiva, con igualdad de oportunidades, libre de impunidad, sin discriminación, son algunos de los deseos que abrazan Ludwika, Marvin y Yajaira con perspectivas hacia una sociedad democrática.

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