Queremos educación con calidad

De acuerdo al estudio “Prioridades de la educación nicaragüense para el siglo XXI”, del Centro de Investigación y Acción Educativa Social (CIASES), la educación es un patrimonio nacional cuyas carencias afectan a todos y su mejoramiento es responsabilidad del gobierno y la sociedad. Es también un derecho humano fundamental e inalienable, una herramienta para que cada persona desarrolle y alcance el máximo de sus potencialidades.

En esta edición de Cuerpos Sin-vergüenzas, hablamos con Josefina Vijil, investigadora que junto a otras especialistas en educación, participó en el estudio de CIASES, analizando el estado de la educación en Nicaragua en la actualidad.

Balance sobre el estado de la educación

Para Josefina Vigil, la educación en Nicaragua debe analizarse en términos estructurales, desde una matriz histórica. Ella afirma que en nuestro país llevamos cien años con los mismos problemas en materia educativa, aunque hemos tenido distintos gobiernos, los obstáculos siguen siendo los mismos, lo que se traduce en un estancamiento que no permite avanzar.

Expuso que desde los distintos gobiernos no se problematiza en qué es lo fundamental para superar barreras en términos educativos. Explicó que desde el 2007, noventa de cada cien niñas y niños logran tener acceso a la educación primaria, pero no se avanza en el otro 10 por ciento excluido, aunque el discurso oficial diga lo contrario, afirma Josefina.

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Tres por ciento del PIB es lo que Nicaragua invierte en educación. Desde diversos sectores de la sociedad civil se ha hecho eco en la necesidad de elevar al 7 por ciento la partida presupuestaria, y todavía sigue siendo un desafío lograrlo.

Josefina lamenta que el bajísimo presupuesto en educación limita invertir en la formación docente, elemento central para alcanzar una educación de calidad. En el caso de la Costa Caribe, por ejemplo, las maestras y maestros no están preparados a enseñar a leer a niñas y niños según su lengua materna.

Una ventana de oportunidad

Nicaragua vive un momento único en su historia, sin embargo, no es aprovechado. Josefina comentó que en Nicaragua contamos con un bono demográfico y un bono de género que equivale a una ventana de oportunidad. Esto quiere decir que Nicaragua tiene rostro joven y si se invirtiera en políticas públicas a favor de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes y sobre todo, en la mejora del sistema educativo, esto se traduciría en desarrollo a corto y largo plazo.

El bono demográfico tiene fecha de vencimiento, caduca en 2035, donde según Josefina, tendremos a una sociedad envejecida y con los mismos problemas por la falta de aprovechamiento de esta ventana de oportunidad.

¿Qué país queremos, hacia dónde queremos ir?

Josefina plantea que la educación es un problema de todas y todos, que cada quien tiene responsabilidad para salvar la educación de este país. Menciona que para superar el déficit educativo es necesario que generar opinión, buscar respuestas, sentirnos como agentes con derechos y con poder para hacer propuestas.

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