20/03/2020

La comisión para el esclarecimiento histórico nombrada por las Naciones Unidas para investigar los crímenes cometidos entre 1970 y 1980 en el contexto de la guerra civil en Guatemala, confirma la comisión de masacres sistemáticas clasificadas como genocidio y graves delitos sexuales contra las mujeres y niñas indígenas.

La instalación de campos de concentración mal llamados polos de desarrollo, desapariciones, violaciones recurrentes contra mujeres y niñas provocándoles incluso la muerte, forma parte de la historia del horror.   Tanto la ONU como investigaciones independientes, señalan que los militares cometieron el 93% de los crímenes contra la población civil.

De acuerdo con la investigadora Amandine Fulchiron “la violación sexual en conflictos armados es uno de los silencios más grandes de la historia de la humanidad. Aunque ha sido una práctica común para someter pueblos y bandos enemigos a través del cuerpo de las mujeres­ la violencia sexual sólo ha sido interpretada como una práctica aislada cometida por soldados en búsqueda de placer y Guatemala no fue una excepción”.

A pesar que los informes “Guatemala: Nunca más” del Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica y “Memoria del Silencio” de la Comisión de Esclarecimiento Histórico, reconocen la dimensión sistemática y generalizada de los actos de violación sexual contra las mujeres durante la guerra, ninguno investigó los hechos de violencia sexual con la misma profundidad que los otros crímenes cometidos. Tampoco hicieron recomendaciones para que el Estado de Guatemala investigara estos crímenes y sancionara a los responsables.

Para conversar sobre los procesos de construcción de la memoria histórica y de lucha por la justicia para las mujeres mayas ixil víctimas de esta violencia cometida por el propio ejército guatemalteco, en esta edición especial de Cuerpos Sin-Vergüenzas, conversamos con Amandine Fulchiron, feminista, terapeuta social y comunitaria, formadora e investigadora social, autora de los libros “Tejidos que lleva el alma” y “La Ley de las mujeres”.

Amandine también es cofundadora de Actoras de Cambio en Guatemala, un espacio para romper el silencio, sanar las heridas dejadas por la colonización y la guerra, recuperar la memoria y construir caminos de justicia.

Este programa es también un homenaje a las Madres de Abril que en Nicaragua exigen justicia, reparación y no repetición ante los crímenes cometidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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