18/12/2020
La Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo – AWID por sus siglas en inglés- afirma que los fundamentalismos religiosos constituyen una amenaza para la democracia y el pluralismo. Representan no sólo un obstáculo para los derechos de las mujeres, sino también, una fuerza política global en crecimiento que exige una respuesta concertada y multisectorial.
En tiempos de crisis como las que estamos atravesando en muchos lugares del mundo, los fundamentalismos religiosos despliegan su influencia ofreciendo certezas en medio de la incertidumbre y la precariedad, a cambio del sometimiento de hombres y mujeres a una vieja tradición autoritaria.
Los grupos fundamentalistas crecen allá donde el Estado no cumple a cabalidad con su papel como garante de los derechos humanos y por el contrario se convierte en el principal perpetrador de la violación de los mismos; donde las profundas brechas de desigualdad incrementan la precariedad de la mayoría de la gente; donde el conocimiento científico es precario.
En el marco del relanzamiento de nuestra campaña “Por una cultura laica”, en esta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas hablaremos sobre el impacto que los fundamentalismos religiosos tienen en la vida de mujeres y hombres jóvenes, particularmente en lo referido a las identidades de género, la sexualidad, la reproducción y la violencia.
Para hablar de este tema nos acompañaron Rosa María Blandón, activista feminista, Karen Guido, activista feminista, bailarina profesional y maestra de yoga y Martín Chévez Obando, maestrante en resolución de conflictos y mediación.