Desde su retorno al gobierno, el régimen encabezado por Daniel Ortega impuso una política de censura con el objetivo de silenciar a las voces críticas y constreñir el debate público sobre temas de enorme importancia para el país. El monopolio de medios adquiridos de manera nada transparente, el ocultamiento de la información pública y la exclusión de periodistas y medios independientes, forman parte de un entramado de censura que se ha profundizado a partir de las protestas de abril 2018. 

En el año 2021 Nicaragua se convirtió en el primer país de la región que no cuenta con periódicos impresos en circulación, después del allanamiento del Diario La Prensa. Antes fueron confiscados Confidencial y el Canal 100% Noticias. Radio Darío fue víctima de graves sabotajes que pusieron en riesgo de muerte a su equipo de trabajo. Otros medios como el Nuevo diario y Radio Universidad se vieron obligadas a cerrar.

El programa para América Latina y el Caribe del Comité de Protección a Periodistas (CPJ por sus en inglés), afirma que Nicaragua es uno de los países más violentos para ejercer el periodismo. Esta organización condena el deterioro del estado de derecho, persecución, muerte, encarcelamiento y exilio de periodistas independientes.  Este organismo reporta 702 agresiones cometidas durante el 2021 y el exilio de al menos 52 profesionales de la comunicación.

En esta cuarta edición de Cuerpos Sin-Vergüenzas en conmemoración de abril, conversaremos con Maryórit Guevara, directora de La Lupa y Edith Pineda, directora de Despacho 505. Ellas seguramente sin proponérselo, representan a esta nueva generación de periodistas que defienden la libertad de prensa en medio de la precariedad, la represión y la censura. 

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