12/04/19

El 27 de febrero de este año se reiniciaron las negociaciones entre representantes de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y del régimen Ortega – Murillo. Y aunque dicho proceso se esperaba concluir el 28 de marzo, la Alianza Cívica dio una prórroga hasta el 3 de abril, exigiendo muestras de voluntad del régimen para discutir temas vitales para el restablecimiento de la democracia en Nicaragua.

Los temas en la agenda de la Alianza Cívica se centraron en libertades, democracia, justicia y cumplimiento de recomendaciones de la CIDH.

Y aunque en un inicio llegaron a algunos acuerdos, como la excarcelación de presas y presos políticos y garantías ciudadanas, durante el pleno desarrollo de la mesa de negociación y posteriores días, tales acuerdos fueron incumplidos por el régimen Ortega – Murillo.

La fase prevista para la negociación concluyó sin llegar a acuerdos en temas como justicia y democracia, es decir, sin consensos en puntos como verdad, justicia y reparación, así como reformas al sistema electoral que garanticen elecciones anticipadas, libres, justas, transparentes y con observación electoral.

En esta edición de Cuerpos Sin – Vergüenzas conversamos con Azáhalea Solís Román de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y con Carmen, feminista y estudiante universitaria. Con ambas analizamos lo que ha sido este arduo proceso de negociación.

Sostener la resistencia

Desde la mirada de Azáhalea Solís, encontrar una salida pacífica a la crisis en Nicaragua ha sido la expectativa de la Alianza Cívica en la mesa de negociación con el régimen Ortega – Murillo. Resalta que también, se han propuesto transformar la cultura política marcada por la violencia.

Azáhalea considera que a diferencia de lo que fue el denominado Diálogo Nacional del año pasado, en esta ocasión se contaban con evidencias documentadas de la violencia estatal desatada desde abril y por ello “se consideró cambiar el formato”, dijo.

Para Carmen, otras diferencias fueron la falta de representatividad de diversos sectores de la sociedad, que no fue televisado y la invisibilidad de las mujeres como titulares de la negociación.  Azáhalea considera como un error que en la mesa de negociación no se muestre la diversidad de la resistencia nicaragüense.

Carmen manifiesta que a un año de la crisis, es momento de fortalecer la unidad del pueblo, reorganizarnos, estar siempre alertas, sostener la resistencia, protegernos entre nosotros, hacerle frente a la situación nacional, juntos y juntas. Azáhalea recalca que ha sido la unidad de un esfuerzo nacional lo que ha mantenido al pueblo en pie de lucha, pero también, el deseo de cambiar al sistema de fondo.

 Les invitamos a escuchar completa esta edición de Cuerpos Sin – Vergüenzas para conocer más sobre las condiciones de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia para poder continuar el proceso de negociación, asimismo, cuestionamientos desde la perspectiva de grupos subversivos.

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