El equipo del Programa Feminista La Corriente compartió con las y los asistentes elementos conceptuales que permitan analizar el problema de la violencia machista desde una mirada estructural, reconociendo de esta forma la violencia que se ejerce sobre los cuerpos de las mujeres, las niñas, los niños y los cuerpos feminizados, desde los hombres, los medios de comunicación, el mercado, las iglesias y el Estado.
El actual gobierno de Nicaragua, ha demostrado una activa complicidad con la violencia machista, la cual queda evidenciada no solo en la aprobación de un reglamento que desdice lo establecido en la Ley Integral de Prevención de la violencia contra las mujeres, sino en la desarticulación ilegal de la ruta institucional establecida para atender las denuncias en los casos de violencia denunciados por las víctimas.
A las cabareteras nos queda el desafío de continuar haciendo propuestas de teatro cabaret porque como dijo Ana Francis, citando a Bertha Zúñiga Cáceres: “La alegría es el corazón de la resistencia”.
En este encuentro quedó evidenciada la necesidad de promover más espacios como este, en el desde una mirada feminista las lesbianas podamos reflexionar sobre las experiencias de discriminación, pero también de nuestras rebeldías que animan y dan fuerza a otras mujeres en el esfuerzo de defender su libertad.
Luz Marina Torres directora del Colectivo 8 de Marzo, inició la actividad enfatizando en que los hombres y el Estado deben asumir su responsabilidad en la prevención de la violencia contra las mujeres en un país con altos índices de violencia física, sexual y femicidios y destacó que “podemos vivir sin que la violencia machista esté presente en nuestras relaciones cotidianas”.
Celebramos el dinamismo y la autenticidad con que fueron expuestas las ideas sobre la violencia machista tanto por el equipo de La Corriente, como por las y los estudiantes que participaron en la presentación de la campaña.